Que me quiten estas cadenas
Y liberen mi corazón
De este presidio eterno
Que con fuego negro
Consume y quema mi amor.
Son tus ojos libertad,
Alas a mi ser
Vida para el mar,
Con tus lágrimas
Ríos van,
Nacen, crecen
Y no mueren,
No hay final
A la alegría
De tus labios, risas,
Que acunan la humedad
Y buscan en la lejanía
Sin importar los días
La solución a tu ansiedad.
La noche te llama
Oscura y triste,
La Luna te canta
Dulces hilos de fantasía
Plata en tus ojos
Oro en tu pecho
Y bondad en tus manos
Palmas abiertas al cielo,
Pero el manto negro
Te aplaca
Te despierta y comenta
Que nada es real.
Miles de caras en este tren
Disimulan entre el humo
Todas son la misma.
Hay diablos donde ángeles
Querubines donde cabrones
Lanzas afiladas y cuchillas
Lunas rotas y callejones,
Un baile peligroso
Entre máscaras abiertas
Con miradas desgarradas,
Algunas veces destructoras
Tiernas y abrigadas
O de hambrientos lobos
Que maman sangre,
Piel y lodo
Y convierten en despojo
Ilusiones y mil sueños,
Son los dueños de tu mundo,
Y bajo la lluvia vagabundo
Arrastras tus hilos,
Se moja tu dolor...
... y siguen jugando.


Extraído del libro "Bajo la Piel del Alma" de Víctor Morata Cortado