«En un lugar de la Mancha/ de cuyo nombre no quiero/ acordarme, un caballero/ de alto porte y mente ancha,/ de los de pleito y revancha,/ de los de arenga y motín,/ de adarga antigua y rocín/ flaco y galgo corredor,/ con lanza de gladiador/ y estampa de paladín,/ no ha mucho tiempo vivía/ entre duelos y quebrantos,/ sin más tesoros ni encantos/ que su verbo y su hidalguía».

(El Quijote en versos del cubano Alexis Díaz-Pimienta.)



Y la del alba seria
cuando armado caballero
salió al mundo sin tardanza
para enderezar entuertos
agravios y sinrazones
sin más armas que una lanza
de pensamiento apretándole
en un jamelgo subido
y embrazando el corazón
en la adarga de su escudo.

¡Dichosa vida la tuya
que por siglos permanece
y hasta al más ilustre y sabio
el pensamiento enloquece!

¿Qué es tu vida, Don Quijote?

Es Realidad, fantasía, historia, pura ficción

¿Acaso está en la razón
hacer de la vida un sueño,
de la senda una esperanza,
y de la aventura el sino?


Y el amor a Dulcinea obró el milagro ...
-¡Maravíllense, hombres y mujeres!-

¡Descubran al hidalgo, Don Quijote
Del amor enamorado
Por el bien, armado Caballero
De mil aventuras justiciero
Y por Amor vencido y derrotado!