Que más da

Pero que más da un montón de besos esparcidos en tus sueños
Pero que más da que una montaña no se mueva por tu falta de fe
Pero que más da un niño gritando en la calle
No da más que un grito de tu propia voluntad, de tu propia iniciativa
De tu propia aceptación a los milagros ocultos en tu otro yo
Déjalo salir, sé tu, quien te enseñaron a ser, no quien ahora eres
Por culpa de las maledicencias de la vida diaria, si en cada momento de la Vida hay un poco de dolor,
¿por qué no ocupas doce horas en ser feliz y las
Otras doce, (mientras duermes) en sufrir?
Así un poco de ambos sentimientos tendrá tu vida equilibrada.
Ya lo sabes, todo exceso es malo, todo dolor se transforma en rencor, todas las esporas viajan sin rumbo para encontrar el lugar de convertirse en flor... serás una flor, sólo cuando aprendas desde ya a ser una espora.

Daniela Toro.