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El tipo sintió un suave susurro, quizás no de palabras, sino un suave serpenteo ahogado de un grito. Cerró los ojos sabiendo q era el fin. ¡¡4 Etapas!! ¡¡Recuerda, son 4 Etapas!! Segundos mas tarde los abrió, dando paso no asombro, pero algo de confusión, ¿Donde estaba?¿Seguía vivo?. No entendía absolutamente nada. Decidió seguir caminando. Dio un paso adelante, y se sintió más liviano que en toda su vida.

Pasos mas adelante, una joven y horrible mujer yacía encadenada a lo que el tipo dedujo, era su hermana gemela. No pudo explicarse –ni lo intentó – el por qué de la gran diferencia entre ambas; una hermosa, levemente cansada pero viva mujer, y su ajada y triste hermana. Se acercó, y la “anciana joven” se oprimió el pecho para hablar:
-Y estuviste muerto... puede ser que vivo también, ya no lo recuerdas. Son más los recuerdos de una no-vida perdurable que los de una desgraciada semi-vida. Infinitos relatos de un antaño que no ha terminado. Es el antaño que construimos un día tras otro. Muriendo cada sanguinolento segundo de cada dormitante día. Cada amanecer es un desconsuelo. Que avanza por las venas. Consumiendo tu oxígeno para el cuerpo… dejando ahogada tu alma. Espera. ¿Acabas de recordar? No tienes alma. Ya no. Es uno de los nuevos cambios. Los humanos siempre tergiversaron el “me quité un peso de encima”. Ahora ya sabes bien qué es ese peso. Tu alma. Que permanece en esta pequeña cajita de cristal. Es extraño que sea de cristal… siendo negra; pero déjame decirte: No es la caja, sino su contenido el de tono oscuro. Puedo decirte también, que no es negro. Es color “dolor”…aquel oscuro dolor que ustedes no pueden ver con los ojos. Ahora que ya sabes de que se trata todo esto. Te abrimos las puertas. Entra, si quieres salir.

Unas gigantescas puertas de hierro se abrieron a su derecha, las cuales con su imponente umbral, lo llamaban a entrar.
Realmente no sabía de que se trataba nada, ni nunca lo supo “en vida”, como dijo la anciana.

Tras esas tétricas compuertas, no se hallaba algo menos lujoso. A su derecha, grandes candelabros se ubicaban en pequeñas mesas adornadas con largos manteles rojo oscuro; y a su izquierda, iguales mesas pero de manteles azules, ostentaban misteriosos arreglos herbales. Enormes cuadros colgaban de las paredes, los cuales solo pudo interpretar como majestuosos. Repentinamente, sintió murmullos sorprendentemente alegres, los cuales se acercaban desde 3 direcciones distintas. Miró hacia todos lados, divisando 4 compuertas. Solo de una de ellas no provenían ruidos; comprendió así que su lugar no estaba en ese salón, si en lo que hubiera tras la calmada compuerta. Se acercó a paso rápido, y la empujó.
Sorprendido, se encontró sentado en un viejo tronco, el cual parecía haber soportado lo mismo durante siglos. Luego, escuchó pasos tranquilos que se acercaban visiblemente hacia él. Aguardó en silencio. Un tipo vestido como caballero armado, le habló irradiando cierta complacencia, semejante a la que le producía cuando encontraba a un conocido amigo, el cual no lo reconocía, y decidiendo jugar con su mente, se presentaba de nuevo.
-Y ya ves que no puedes seguir. Mas vale no intentarlo.
-De qué hablas…
-¿Duele escuchar al mar no es cierto? ¿No es extraño como se oye desde aquí? Tantas cosas que no terminaste…Te gustaría volver. Si, si, todos dicen lo mismo. ¿Por eso estás aquí sabes?
-No he dicho nada.
-Allá todos te dejaron ir. Si, si, todos saben que así lo quisiste, “no es que no te quieran”. Todos dicen lo mismo, ¿ estás aquí sabes?
-¿¡Es que no me escuchas ahora que sí hablo!? No he dicho nada de lo que me dices tú.
-No seas tonto. No todos terminan aquí. ¿Tu te arrepientes verdad?
-¿¿¡¡De qué!!??
En ese momento, sintió que todo su cuerpo ardía, como finas y profundas cicatrices recién hechas.
-Uff… ¿arden verdad? Más que una herida real. ¿Molesta? No te preocupes, te acostumbras.
-¿Puedes decirme que son? –dijo intentando un tono mas calmado- No entiendo nada.
-¿Cuantas tienes? ¡¡Por Dios!! ¡Todo el cuerpo! Uuu, se ve que estabas mal. “Una por cada dolor, pecado o desgracia de tu vida” Así dice el libro.
-¿De qué libro me hablas? Mira, no debiera estar aquí, necesito que me expliques cómo salir. - Aún así, pienso que no debiste hacerlo.
-¿Lanzarme al mar? –Pareció comprender todo-
-No, no, no. No digo k no debieras hacerlo. En tu lugar, también lo hubiera hecho. Solo escogiste mal el momento.
-No se si me equivoco, pero creo que donde sea que estoy, tu misión es reprimirme.
Sorpresivamente, el hombre pareció notar que también él tenía capacidad de hablar.
-Si, solo es mi trabajo, yo pienso que debiste hacerlo. No te preocupes, no te arrepientas. Mira, no se me permite, pero puedo decirte, que de seguir, les habrías arruinado la vida a muchas personas.
-¿Solo nací para destruirle la vida a los demás?
-¿Que? Ah, no. No te preocupes, no eras tú. Son todos. Nadie hace un bien allí.

Entendió que no tenía nada más que hacer ahí, que la misión de aquel sujeto había terminado, y continuó explorando hasta llegar cerca de un tipo alto, pálido y delgado que tocaba una desastrosa melodía en flauta. Se acercó impresionado por la imperturbabilidad ante semejante sonido, y apartando la flauta de la boca del desconocido, se atrevió a preguntar dónde estaba. El inanimado y divertido personaje sacó un papel de algún bolsillo, y tomando la actitud de un secretario, recitó: ”Bienvenido a Eternia. Aquí llegan todos quienes se han arrepentido de su última decisión en vida. El suicidio. Toma esta flauta y piensa en tu vida mientras tocas. Solo cuando puedas tocas una melodía completamente soportable, podrás salir de aquí.”

Sintió que con recibir aquel instrumento, firmaba su sentencia de eterna permanencia en aquel extraño lugar.... " Eterna permanencia... Eternia es un bonito nombre después de todo".. y junto con eso, se denigraba al último nivel de lo que a su juicio se considera dignidad. Sabía la imposibilidad de lo que debía hacer. Estaba seguro de haber obrado bién, pero sin embargo, el hecho de encontrarse en ese mundo, demostraba lo contrario. Al parecer estaba arrepentido...
Comenzaba una nueva vida para el.
" Vida?..de ke stoy hablando. Ni siquiera sé en que estado me encuentro"...

-Se llama Espera - Se volteó y alli estaba, un hombre, mas bien un "hombrecito" como pensó en aquel momento, era pequeño y daba la ligera impresión de que en cualquier segundo se elevaria por los aires como por efecto de alguna droga.
-De qué hablas...
-Bueno, sabemos que no es vida, y no sobresalen colmillos de tu boca, así que podemos deducir que tampoco es una no-vida -sonrió celebrando su propia broma- Supongo entonces que se le puede llamar Espera.
-Tu escogiste aquel nombre para esto?
-Mira a tu alrededor, ¿hay algo que tu hayas escogido? ¿crees ke hay algo ke haya escogido? No... Acá las cosas son, y se aceptan como la luz cede ante las sombras, como la niebla se sumerge cndo termina su misión.
O si, a propósito, ¿sabes de donde proviene la niebla?
-Creí saberlo, hasta ahora. Si tú me lo preguntas, supongo entonces que intentas hacerme entender que no se nada en absoluto.
-Hace tiempo no veía alguien como tu...eres inteligente. Estás en lo correcto, no sabes nada de nada. Si...el ojo humano, es increíble lo que puede realizar. Quizá si lo golpeo , si, puede ser...
-Qué dices?
-¡Hombre! Las hormigas!! como las odio! Te hacen creer que son tus amigas y luego las muy descaradas se escabullen en tu ropa.. y ¡Dios mio como duelen sus mordeduras! Solo te las puedes quitar de encima si les cantas . ¿lo sabias?
-Hum, dejame ver.. ¿la niebla, los ojos.. y las hormigas? ¿Asi nace la niebla?
-¿Qué? ¿Niebla? ¡Dónde!, Ah, si si, niebla niebla, dejame ver... si, kreo k tngo niebla por aki.... -comenzó a rebuscar en sus nuevos bolsillos. Segundos mas tarde, extendió su mano, y sobre ella yacía estática una pekeña nube de humo negro - Esto es niebla. A propósito, ¿sabes de donde proviene?
-¡¡ Por qué me haces esto!! NO!!, NO se de donde proviene, y te agradecería que me lo explicaras de una ves si a mi parecer, es lo que quieres.
El "hombre de las hormigas" como lo apodó, pareció recobrar la cordura, y sereno, lo instó a que caminaran.....

Texto agregado el 07-05-2006, y leído por 74 visitantes. (0 votos)


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