Éter celeste

Huelga en mi cabeza,
respirar sólo quiero
escribo porque puedo
y solamente por escribir
en tan unas pocas palabras
lo que he visto al llegar por aquí.

Naranjo muriendo en profundo
reportándose a la nada
ésperame un poco
y termino esta oda desesperada.

Faroles encendidos,
desesperación por escribir
atochamiento en las sienes
de lo que este ambiente tiene.

Dirige mi escritura
la porfía más que amiga
tantas cosas posee un lápiz
que a veces quisiera que fuera
una simple espiga.

Poesía barata, poesía barreta
ya verás que se cae esta careta
no podrás olvidar este puerto
y su atardecer,
las olas del día avanzando
hasta la arena sin pensarlo.

Nace la noche ciudadana
entre calles y avenidas
soplo de imaginación
de algunos pocos,
calambre de lo encerrado
en algunas cuatro paredes,
atrévete a callarlo si puedes.

Mira este cielo y entiendes
que somos algo
tan mínimo, tan pobre
que hay muchas cosas
que sobre nosotros se logren.

Pídeme alguna cosa
y verás cómo sola nace
bajo el cielo de este anochecer
vibrarás de alegría, cantarás de sorpresa
y caerás dormida de placer.

Arena y soles muriendo en el cielo,
arena y soles renaciendo en su agua
torre de sal y sus huellas,
esperanza esmeralda
al encenderse el menguante
cual tus ojos de ausencia,
mira estas nubes absorbidas
entre tanta oscuridad
y sentirás por fin lo que es
la libertad.