TU COMUNIDAD DE CUENTOS EN INTERNET
Noticias Foro Mesa Azul

Inicio / Cuenteros Locales / carlathune / El Viaje

[C:215834]

I

El Viaje

Tomé mis maletas y partí. En ese momento era lo que tenía que hacer para no volverme más loco de lo que cree el resto.

Son las 7:53am y el maldito frío invernal congela hasta mi alma. No he pegado un ojo en toda la noche recordando todo aquello que quisiera poder olvidar, incluyendo a la puta del bar, de haber tenido dinero le habría partido el culo para que se le quitaran las ganas de ser puta.
-“El tren sale a las 10:00am Señor”. Me dijo una hermosa Mujer de Ojos Tristes, tras aquella ventanilla atiborrada de dedos de quien sabe cuántos pobres diablos como yo. Podía observar como un polvo le había cubierto hasta el deseo de tomar el mismo tren que me llevaría a mí a tan desconocida y añorada búsqueda de paz. Y recogí mi boleto.
-CG: “Gracias”. Fue todo lo que dije, dejándola junto a sus moscas y una taza de café frío.

El tren esta tibio y un agradable olor a manzanilla me hace recordar tardes de Domingo en casa de mis padres cuando el sol entraba por la galería dibujando cuadritos en la pared. Era la sombra de las ventanitas que tantas veces tuve que limpiar una a una, cuando una tontera de niño enfadaba a mi pobre y amada madre.
“28 Izquierda Ventana”. Nadie va a mi lado y vuelve a mi mente la hermosa Mujer de Ojos Tristes, tal vez es el asiento que olvido por culpa de todo ese polvo.
Lentamente comienza mi viaje dejando atrás todo aquello que en algún minuto me hizo ilusión. Ha salido el sol y puedo ver por mi ventana el brillo incandescente que se produce luego de una lluvia infernal. Sentir como la tierra húmeda envuelve la manzanilla desvaneciendo recuerdos de infancia, entonces abro mi bolso, saco mi botella y bebo un sorbo, esperando así, reconciliarme con mi sueño.

Un penetrante aroma a café me devolvió la conciencia e inmediatamente se me vino a la cabeza la imagen de Mariela, una chica medio loca con la que estuve alguna vez y a la que el olor a café le provocaba orgasmos múltiples. Era lo que necesitaba yo, así es que partí al baño recordando el rostro de Mariela cuando le pasaba un grano de café por la cara.

Me gustan estos cigarrillos, son un poco más suaves de los que acostumbro a fumar, pero su sabor es agradable. Un chico de unos 20 años se acercó a pedirme fuego con el cigarro en la boca mientras arreglaba el cuello de su abrigo, el bamboleo del tren me impidió encenderle el cigarrillo, así es que le pasé el encendedor.
-Ch.: Lindo paisaje, vas muy lejos ? Me preguntó luego de aspirar fuertemente el humo.
-CG: Sí. Le contesté secamente sin sacar la mirada de mi encendedor que aún permanecía en su mano. No tenía ganas de entablar conversación alguna ni de conocer gente que viniera del mismo lugar que yo, mucho menos a un chiquillo de 20 años al que tendría que sentarme a dar lecciones de vida…si es que algo pudiera aprender de mi.
-Ch.: Toma, gracias. Y giró su pálido e infantil rostro en actitud desafiante y algo de ira. Pude ver mi rostro en el suyo cuando tenía su edad, por un segundo quise decirle tantas cosas, pero mi cigarrillo se terminaba y quería ir por un poco de café antes de volver a mi asiento y poder contemplar el paisaje recordando las piernas de Milenka, una gitana que en su paso por mi vida, se robó hasta mi alma…

Milenka era una mujer del viento…al ver por mi ventana el movimiento de las hojas de los álamos puedo sentir su presencia, ella era así, tal cuál, tan alta que parecía alcanzar el cielo y el verde de sus ojos se confundía con el color de la hiedra venenosa. Me entrampó con sus ramas trepadoras, cegó incluso mis ojos, me usó para crecer sola. Luego, cuando encontró algo mejor a qué arrimarse continuó su ascenso dejando atrás todo aquel esfuerzo mío por soportar tan pesada carga en mis hombros. Tal vez debo agradecerle tan considerado gesto, a pesar de que antes de irse logró inyectar mis venas con la falsedad incluso de su veneno. Creí morir…Hoy, de a poco, sus hojas se las lleva el viento…su viento.

“Servicio de Té”, va avisando un señor bajito y canoso puesto a puesto. El sólo pensar en comida me dan ganas de vomitar, debe ser por el veneno que aún va en mi sangre. Sólo un buen trago de Vodka puede ahora calmar mis espasmos estomacales, entonces abro mi bolso y bebo otro sorbo, antes saco el libro que me acompaña y mi música, esa música que da un respiro a lo que me enluta.

Hermoso atardecer, el sol más celoso que nunca se empeña en mostrar el rosa que oculta el gris de las nubes. Merecedor de un cigarrillo, son esas pequeñas cosas con que la vida te demuestra que no todo es tan gris como se cree…y es ahí donde va mi destino, en busca del rosa de las nubes.
Y vuelven los recuerdos a mi mente, esta vez los de un viejo y querido amigo músico al cual dejé de ver quien sabe por qué...por culpa de esos errores que cometes en tu vida al creer en el “Día de la Marmota”, pues claro, la misma melodía todos los días cansa cuando no se hace nada por agregarle una nueva nota.

19:55pm Próxima Estación: “Nueva Vida”, me gustó el nombre, así es que prepararé mis cosas y bajaré del tren, a ver qué cosas me depara la vida esta vez.



Continuará??... tú decides

Texto agregado el 22-06-2006, y leído por 95 visitantes. (0 votos)


Para escribir comentarios debes ingresar a la Comunidad: Login


[ Privacidad | Términos y Condiciones | Reglamento | Contacto | Equipo | Preguntas Frecuentes | Haz tu aporte! ]