...Y amanecio, ya era un nuevo dia, nuestro ultimo dia en el Everest, el dia en el cual concluiremos nuestra meta. Eran las 5:45am. y ya todos estabamos despiertos, todos contentos y préparados para finalizar esta travesia y poder decir que hemos alcanzado nuestra meta propuesta. Anciosos por este dia, Sofia y yo nos apuramos para terminar con esto, pues las ganas que teniamos de regresara a Lima y contarles nuestra experiencia y bueno, las malas noticias a los demas eran inmensas, aunque por parte, obviamente mucha tristeza por Martin y Lucia.
Pero sin darnos cuenta, nos estabamos olvidadndo del Africano, a quien le salvamos la vida ayer, seria muy cruel de nuestra parte dejarlo que siga por su cuenta, y no llevarlo con nosotros, pues el tambien tenia como meta escalar el monte, hasta llegar a la cima del cielo. Tuvimos que regalarle toda la ropa que quedo de Lucia, pues el pobre no tenia que vestir para el amenazador frio que hacia alla.
Una vez listos partimos y como haciamos en todos los campamentos, dejabamos una pequeña cruz enterrada, para dejar un recuerdo. el frio ya no era tan amenazador, ya podias respirar un aire mas puro, y no te dolia las piernas al caminar por el frio, el sol comenzaba a salir de entre las nubes, casi como buscandonos para llevarnos un poco de luz y calor en ese ultimo dia.
Nadie hablaba, pues Sofia y yo estabamos rezando un rosario en silencio, agradeciendo por esta increible experiencia, y pidiendo por la salvacion de Martin y Lucia.
En el camino encontramos distgintas cosas, como banderas de paises indicando cuanta distancia faltaba o incluso cosas personales que dejaban como recuerdo las personas que habian escalado esa montaña.
Ya eran las 12 de la tarde y el sol empezo por primera vez al encuentro de nosotros, todo hacia parecer que ya estabamos cerca, pues uno sentia una tranquilidad y un ambiente tan puro como el del Paraiso. Y es que sin darnos cuenta ya habiamos llegado, sin darnos cuenta, ya estabmos en la cima del cielo; podia sentirlo, sentia una fuerza inmensa y una alegria increible que me decia que por fin habia logrado mi meta, una meta que me propuso desde niño y ahora la pude cumplir junto a Sofia. Nosotros estallamos en llanto pues esta meta nos la propusimos desde que estabamos en secundaria, y por fin despues de 10 años pudimos cumplirla, y con esto demostrale a todo el mundo que luchando y encomendandote a Dios, puedes lograr bastantes cosas y vencer incluso hasta tus propios miedos.
Por otro lado, el africano, no entendia lo que nos pasaba, pues tal vez, el no ha experimentado ese anhelo de alcanzar tus metas como nosotros, el solo nos sonrio.
Sin mas que decir por la inmensa alegria, dejamos una cruz de oro de aproximadamente 30 centimetros y una estatua de la Virgen tambien de ese tamaño que llevabamos en nuestras mochilas muy cuidadosamente.
Y en esa cruz, en la parte de arriba que daba al cielo decia:
"Gracias Señor, por fin llegamos, por fin hasta la cima del cielo"...