Para cuando leas esta hoja quizá vuelva a ser yo mismo. Si las personas son lo que desean, entonces bien soy dos personas que nada tienen en común.
Me dividiste, como partimos el pan o las hojas mal escritas. Me partiste. Ahora ya no me reconozco en el otro, ni el otro soy yo. No se quien soy.


Clyde William Tombaugh inventó una forma para detectar cuerpos en movimiento en el espacio, que consistía en comparar dos fotos idénticas de una misma porción del cielo. Nació en el año 1906 y llegó a vivir 90 años. En medio de la crisis social y económica de 1930, este humilde y aficionado astrónomo, descubrió Plutón.


Acá estoy, no puedo creer que todos lo que soy se condensan en alguien que te escribe en una hoja sin testigos. Tantas vueltas para caer siempre en lo mismo, en el autismo del papel.
No se si soy aquel que anoche te extrañó antes de maldecirte, o el que te maldijo luego de extrañarte. No se si soy el que quiere acompañarte eternamente, o el que prefiere no haberte conocido. No se si soy quien no desea llamarte, o el paciente esperando tu llamada. Insisto, no se quien soy.


A medida que avanzaron las investigaciones se fue descubriendo que el diámetro de Plutón es de aproximadamente 2500 kilómetros. La temperatura, muy fría (comparada con la terrestre), es de – 230 grados Celsius, y tarda en circunvalar al Sol casi 248 años terrestres. Sin embargo, algo desconcertó a los astrónomos hasta el año 1978.
Plutón poseía un comportamiento anormal en su recorrido elíptico alrededor del Sol. Hasta 1978 las mediciones y los cálculos matemáticos hacían viable la idea de que Plutón sufra una fuerza gravitatoria ajena a la que ejercían tanto el Sol como los planetas hasta ese entonces descubiertos.


Me comporto raramente. Pocas veces logro conciliar el sueño por las noches, y siempre que llego a este milagroso logro es simplemente porque puedo despejarte de mi mente.


En 1978 se comprendió el comportamiento extraño de Plutón. Cercano a él y a su alrededor, Plutón escondía un Satélite, al que se lo bautizó Caronte.
El comportamiento extraño de Plutón se debía a su compañera Caronte.
Caronte, en la mitología, era la encargada de llevar a las almas hacia el Infierno.


Si al menos supiese que me rechazaste. Si al menos supiese lo contrario. Si no me tuvieras entre estas dudas cotidianas. Al menos dejaría de ser dos, volvería a recorrer las veredas normalmente, no andaría errante por ahí.
Si al menos tengo una respuesta tuya, volvería a la aburrida normalidad, pero no sentiría que me han robado el alma para pasearla por el Infierno.