Un ejercito de pensamientos a mi defensa. Él hizo en mi un hechizo embriagado en su belleza y armo una emboscada a mi corazón y en el elocuente acto fallido compro devuelta mi amor. Ojos de marihuana y labios de pluma, abrazos necesarios, manos grandes y pasos firmes. Roba mis besos como el sol le roba tiempo a luna o como las nubes le roban tiempo al sol. Y en un laberinto cerrado logramos perdernos del tiempo q con su reloj y ese tic tac tic tac nos corría y no nos dejaba soñar.
En un camino lleno de sombras, de la mano tratábamos de escapar del frío d esa madrugada de un 30 de julio. Entre tantas miradas llegamos al exceso de besos. Felices por nuestro andar nos exponíamos a cualquier crítica de aquellos que llevan un himno de paz y no pueden siquiera amar. Tus labios no querían dejar mis labios y mis abrazos no querían terminar de abrazarte. Pero otra vez salio el sol tibio y quiso separarme d aquel andar tan triste en contra de la soledad. Baje d un auto azul que se llevo en el, el rey de esta reina, puse la llave en la cerradura y con un leve suspiro la gire. Abrí la puerta d mi cuarto me saque las zapatillas y me cambie, me acosté y me tape. Pero antes de dormir trate de recordar una parte d la noche y encontré entonces que me mi corazón había empezado a enamorarse de aquel d ojos color verdes marihuana y que encima era mi mejor amigo.