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"Sólo murmullos a deshora
afloran hoy del fondo,
visiones en eclipse, indescifrables,
que envuelve el vaho de los espejos."


Eugenio Montejo.











_No me invoques…

(ni me evoques…)
Deja de saborear
Los harapos de mis besos…
Deja de aferrar
tu aliento suplicante
a mis senos…

(que ellos no entienden
de agonías pretéritas…)

_No me susurres…

(ni me convoques…)
Deja de repetir mi nombre
en esa letanía sonámbula
que te arropa…
deja de contar pétalos rojos
mientras tus ojos
anegados de ausencia
me dibujan en el vacío…

(que no hay rosa ni rosario
Que te haga el milagro…)

_No me cantes…

(ni me aclames…)
Deja de desgarrar
tus gemidos descarnados
deja de vitorear
-el inventario de mis gritos-
cuando tu lengua
hacia juramentos
en mi sexo…

(que no hay canto
-que me destierre-
De mi reino de silencio…)

_No me sientas…

(ni me extrañes…)
Deja de alimentar
Con el eco de mis caricias
el cirio de tu pecho
Deja de reanimar…
Con el trazo de mi mítica lengua
El hastío vitalicio de tus huesos…

(que mi recuerdo
dudo que sirva
-para abrigo-
en un invierno
tan crudo y tan eterno…)

_No me ansíes…

(ni te antojes…)
Deja de anhelarte
-poro por poro-
ensamblado a mis caderas…
deja de soñarte…
en el opio de mi cuerpo…

(que no despertaras…
-resucitado-
en mis labios…)

-porque de polvo somos-

(Y el polvo no tiene memoria…)

_No me desees…

(ni me rememores…)
Deja de oír el lamento falaz
De tu sexo…
Deja desangrar la lujuria
y que al morir
-la última gota-
se extinga también
ese frenesí de hilos de plata
con el que hiciste
tu mortaja…

(que conmigo
no valen nudos…
Que yo ya encontré
-en otra piel-
(-su piel-)
mi mayor conjuro…)

_No me pienses…

(ni me invoques más!)
Deja que tu fiebre
Se extinga en el oxido
Con que se viste
la distancia…
Deja que el delirio
que me incubo en tu cuerpo
Se inmole
en el último roce voraz
que dejaron mis manos…


(que no hay sortilegio
que tenga
segundas partes…)











...








( silente )





13/10/05

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http://www.predicado.com/articulo.php?id=161749