Día: cualquiera; fecha: al azar.

Eso se propuso como meta el terrible siniestro que estaba por atacar.
Como el jaguar ataca al siervo, como el pesquero embarca a la mar.

Era un día común y corriente
me encontraba sólo como siempre,
esperando... que se yo;
una mano, un amigo, una compañera, una flor.

Pero como cruel broma del destino,
ironico y esquivo fue a mi deseo
dejando mis sueños y esperanzas
sin vida y sujetas a un museo.

Ese día pasaste por mi casa y trajiste contigo una sensación
una estampida de emociones que destrozó mi corazón
y como un agil ladrón te robaste mi alegría, mi confianza, mi amistad... esa amistad que no se sabe apreciar hasta que ya no se tiene más.

Me estremeciste grandemente y quedé aturdido;
mas con este suceso no pudo mi amor haber desaparecido.

Me has enseñado con tu amarga crueldad lo hermoso que es la vida
y al ver a mi costado los atroces estragos que dejó tu envestida,
puedo actuar más seguro y a la vez ser más prudente,
pues ahora en mi corazón habitas para siempre,
en mi ser, en mi alma y en mi mente...