......Dedicado a Sol32.....

La vida muestra con descaro su perversidad, logrando que los que no lo merecen sigan vivos y los que no le han hecho daño a nadie sean castigados, dejándole así un mal sabor de boca a los que se detienen a pensar sobre la existencia del universo.

A mí me da por escribir sobre la vida aunque la muy cabrona me ignore y no me susurre un par de secretos necesarios para una buena historia. Ella sabe que mis relatos son poca cosa, sin talento alguno, pero es lo único que tengo para no terminar corriendo por la calles desnudo y gritando sin aliento. Quizás llamaría más la atención haciendo eso que con relatitos mediocres que nadie se interesa por leer; así le mostraría a la lámpara –la que siempre me mira burlona con su foco cuando la enciendo para trabajar- que no me hace falta su luz mediocre para llegar a ser alguien.

En el cuarto donde vivo he acomodado los muebles como me gusta, simétricos, para que combinen con la limpieza absoluta con la que me mantengo ocupado durante horas.

Ahora escribo estas líneas, y como pueden leer –si es que se interesaron en hacerlo- no hay en ellas nada digno de ser recordado, sólo, tal vez, una cosita que les voy a delatar:

“Al final de este intento me levantaré, cogeré el cuchillo que compré hoy donde los chinos y torturaré al jovencito que tengo amarrado a una silla y con la boca rellena de mis calcetines (me mira aterrorizado), así nada más, sin compasión, ignorando sus gemidos. Lo haré con la misma exactitud con la que organizo mi rutina diaria para no cometer errores.”

Si la vida es perversa descubriré sus perversidades, para escribir algo que los curiosos quieran leer.

Ese es el mejor material para un buen relato.