Quizás hoy este enterrando un sueño; quizás me este despidiendo de mis anhelos y de mis metas.

Es extraño ver como las cosas se apartan de ti; y no saber si abrir los brazos y buscar a alguien o cerrar los ojos y buscar la fuerza interna.

Es difícil pensar que se perdió todo por nada; que se perdió una vida por un instante; que se dejó un sueño por un suspiro.

Es desesperante ver como el miedo te aterra todas las noches; como los sueños se vuelven pesadillas.

Como cuesta trabajo pensar, como cuesta trabajo incluso caminar; como los suspiros van acompañados de sollozos y las risas son enterradas por las tristezas.

Yo quiero pensar que lo he perdido todo por todo. Que lo que viví será bastante para cuando necesite traerlo a mi mente para tener fuerzas y recoger mis esperanzas del fango donde pretenden tirarlas.

Por que el amor siempre es bastante; y siempre se da lo suficiente para asumir la consecuencia de lo que traiga a cuestas.

Y este amor fue honesto, no escondió espadas ni yagas que no hubiéramos visto. Se mostró tal como es y lo tomamos tal como es; lo único fue que no medimos que el dolor de la yaga sería tan profundo, ni que la espada se clavaría en el corazón.

Yo me aferrare con uñas y dientes a mi futuro, a ese que siempre soñé. Y suspiraré profundo todas las noches para que el recuerdo de tu aroma me ayude a dormir.

Y cuando necesite traer la calma a mi vida; cerrare los ojos y recordaré tu imagen durmiendo en mis brazos. Esos fueron los momentos de calma más lindos de mi vida.

Y si es necesaria una sonrisa, recordaré el verde de tus ojos y el sonido de tu risa que estremecía las paredes de mi cuarto.

Nadie nos dijo cuanto íbamos a sentir; pero sentimos. Nadie nos dijo cuanto íbamos a llorar; pero lloramos.

¿Y será acaso que la noche entristeció con nosotros y por ello no paro de llover?; ¿será a caso que sabe que hoy amanecí con el corazón un poco vacío y ha mantenido la lluvia por que sabe que me llena de calma y consuelo?