SpaceHulk: una masa de chatarra espacial compactada por magnetismo de todo lo que ahí se encuentra o por estar unida a un pequeño planetoide o asteroide que lo obliga a permanecer unido a si mismo, puede o no tener gravedad cuya fuerza depende del material del que esta hecho…

"La Rosa de los Vientos" llamada así por la forma que al pasar del tiempo, la chatarra adherida a esta masa, le había proporcionado al spacehulk, caprichosamente, la punta mas larga de esta, apuntaba a la estrella polar, la mas brillante desde la tierra y que nos orienta al norte, curiosamente también servia de guía para los astronautas que la divisaban.

- Comandante, aquí misión “jardinero”, cambio –
- Adelante, Capitán Molec-Zma lo escucho fuerte y claro –
- Llegaremos a "La Rosa de los Vientos" en 5 pársec –
- De acuerdo. Prosiga con el protocolo establecido de investigación. Confiamos en Usted –

“Confiamos en Usted” - pensó el capitán – una frase rara y extraña para un militar que bien podría significar varias cosas, desde un “cuídense” hasta un “los enviamos a morir”.

La misión “jardinero” consiste en erradicar a la "La Rosa de los Vientos", así se aseguraran de tener un lugar para una base espacial, sin forma en particular en la cual se tendrán que acercar y por lo tanto cobrar sumas exorbitantes por sus servicios y orientación y, ¿Por qué no? Si pudieran quedarse con algo mas, nadie lo extrañaría. Debían ser de lo mas discretos posible, así que iban a bordo de una chatarra espacial acondicionada para pasajeros, un cascarón de una vieja nave, solo los habían dirigido hacia "La Rosa de los Vientos" , así, disfrazados, su misión era volarla desde el centro y esparcirla por el espacio, haciendo desaparecer así, ellos, lo que habían notado – o hecho, al fin y al cabo – salvarían a los viajeros de tomar un rumbo desconocido y perderse, así, ellos serían los héroes de los cuales se hablaría cada vez que alguien pasara por "La Rosa de los Vientos".

- Preparados para el impacto – dijo el capitán a su tripulación. Solo eran 7: 1 lanzallamas con limitadas 24 cargas, 5 marines excelentemente preparados y él – estamos a 2 pársec del objetivo – todos se aseguraron con disciplina y sin palabras a la chatarra, su nave –
- Impacto en 1.85 – dijo la voz del teniente – 1.50… 1.15… 0.85 pársec –

La chatarra comenzó a acelerar, visiblemente atraída por aquella masa espacial, precipitándose al punto elegido para hacer lo más rápido posible la misión sin levantar sospechas.

Desafortunadamente la caprichosa forma de "La Rosa de los Vientos" le había conferido, no sin razón, una extraña y fascinante ola de estudios por los científicos: ¿cómo era posible que a través de los siglos y tanta chatarra, ésta siguiera conservando su forma tan fantasmal y hermosa al mismo tiempo? Pronto sabrían como "La Rosa de los Vientos", esa Señora fría y enorme los movía a su antojo con sus invisibles dedos de gravedad…

La chatarra giró, se estremeció, dio vueltas sobre ella misma, la turbulencia en el interior era casi insoportable, solo los años de entrenamiento podía mantener a esos soldados en su lugar. Se comenzó a resquebrajar y, aunque sus trajes les permitían vivir en el espacio, la tremenda fuerza de la succión al vacío los mataría.

- Rayos – maldijo el capitán - ¿cómo es posible que nadie previera esto? ¿Cómo nadie había pensado en destruir "La Rosa de los Vientos" anteriormente? – todo esto pasaba por su cabeza a una velocidad increíble mientras la chatarra se seguía desbaratando poco a poco, volaban tornillos y pedazos retorcidos de fierro que ya no servía, iba acelerando, cada vez más se iba apretujando y gimiendo el hierro hacia su interior, como la mano invisible que la aplastaba – A menos que… que… ¿o sí lo habían intentado? Tal vez… en "La Rosa de los Vientos" había algo más que vacío y hierro esperándolos… -

La chatarra giró y giró sin control, los cinturones de seguridad reventaron arrojando a los marines contra las paredes, volaban fierros y todos los objetos no fijos o rotos, todo daba vueltas y la velocidad aumentaba cada vez más y mas hasta que de pronto…

La oscuridad se fue disipando poco a poco, comenzó a aparecer una escena de destrucción sin nombre, por fin, la chatarra estaba unida a "La Rosa de los Vientos" y habían atravesado por la cabina unas vigas enormes que había destrozado el cuerpo de Xke-Ret, un marine veterano a sus 30 años, había sido atravesado por le pecho por la viga que le había arrancado el brazo izquierdo y dejando colgado el corazón, las piernas en un ángulo imposible, ya que el choque, al partirle el pecho, lo dejó sin control de si mismo.

Los demás marines estaban desperdigados por la nave, pero sin grandes consecuencias, solo golpes y magulladuras, aun así, su compañía se había reducido a 4 marines, 1 lanzallamas y él. La misión en si era sencilla, solo llegar al centro de "La Rosa de los Vientos", colocar las cargas y salir de ahí ¿Qué podría salir mal?

Verificaron equipos y tomaron las cargas de Xke-Ret. Comenzaron a perforar la estructura para penetrar en el túnel contiguo que sabían estaba allí por la resonancia que magnética que habían obtenido, sabían que sólo debían atravesar 2 túneles para volver a la ruta original, así que una vez que abrieran el casco de las naves agolpadas en aquella masa espacial fría, oscura y… hostil.

"La Rosa de los Vientos" se decía que estaba viva, que tomaba sus propias decisiones, que sabía a quien tomar y a quien dejar pasar, aunque solo fuera por capricho… ¿Por qué los había escogido? ¿Solo los acerco o les permitió entra en ella? No, cobró su cuota, cobró una cuota muy cara, un alto precio por conocerla: Xke-Ret.

Penetraron en el túnel y encendieron sus trajes, el capitán iba a la cabeza del equipo, con su arma de fuego en una mano y su espada disruptora en la otra, dando órdenes mudas a su compañía, se dispusieron a entrar en aquella hermosa flor espacial.

El primer túnel no tuvo mayor inconveniente que el chocar de las láminas con otras, los micro meteoritos que siempre rondaban como granizo gris por lo que no les daban importancia.
Al dar la vuelta en el segundo pasillo, el capitán quedo congelado, se encontraban al fin de un pasillo bifurcado, unos rojos destellos que se deslizaron hacia la derecha, el capitán se quedó sin habla, pero firme ante sus hombres, decidió no averiguar lo que había creído ver, ya que de por si, los trajes pesaban demasiado, aunque la gravedad cero los ayudaba bastante, así que continuaron por el otro pasillo, hacia una ruta “más segura” y corta para llegar al corazón de la Rosa.

El segundo pasillo se lleno de ruidos exteriores, chillidos y golpes contra el acero como un martilleo de terror que se acercaba para fijarlos ahí por siempre.

- Todos preparen sus armas – le mandó el capitán – Cotea Moc: la retaguardia – el lanzador de llamas obedeció sin chistar la orden de su superior –

El capitán saltó al pasillo disparando y a escasos 2 metros de distancia, 2 seres como enormes arañas grises los sorprendió y los mató al instante en el que volteaban por el ruido. El capitán apresuró a sus hombres y corrió hacia el frente para salvar la distancia que había entre ellos y el cuarto siguiente. Si pudieran llegar a ese enorme cuarto y atravesarlo, todo seria mejor y más fácil. Al llegar a la puerta, sintió el intenso calor de una llamarada del arma de Cotea Moc

– “Úsalo bien – rezo el capitán – solo tenemos 12 tiros y un cargador extra para ti, Cotea Moc”- Pasen rápido y sellen la puerta – les gritó –
- Sr., si sellamos, ¿como regresamos? – escuchó a su teniente Pak-Al –
- Si no sellamos, ni siquiera llegaremos – fue la fría respuesta que recibió – ahora escuchen todos: estos seres son aracnoides plateados, viven en el espacio y se alimentan de todo lo vivo, se mueven 6 veces mas rápido que nosotros, sus garras atraviesan las aleaciones de los spacehulks y nos superan 30 a 1 – calló un momento y pensó – “no sobreviviremos” –

Pasaron al siguiente cuarto y Cotea Moc selló la entrada, los demás avanzaron y comenzaron a escuchar golpes que ahora asociaban con los aracnoides. En el cruce de otro pasillo, el capitán paso con su linterna al frente y Pak-Al y Natel-Hua tomaron un flanco cada uno. Natel-Hua, descubrió con horror una abertura en el casco de la Rosa y como asomaban garras por el borde comenzó a disparar a cualquier movimiento, eso solo atrasó a los atacantes, mientras Cotea Moc, Pak-Al siguió al capitán y a Xil-Haum y a Axal Cayot. Cotea Moc le dijo a Natel-Hua que él lo cubriría, pero presa del pánico, avanzó un par de metros y siguió disparando y por más que le gritaban, solo alcanzaba a ver como caían los aracnoides y volaban al espacio mientras otros 2 ocupaban su lugar.

Solo quedó una oración con su nombre mientras se iban apagando los sonidos de sus disparos y sus gritos de guerra, después… ya no importó

Los disparos de Pak-Al sonaban cada vez mas cerca y mas repetidos conforme se iban acercando a la posición Xil-Haum le gritaba y apresuraba a Cotea Moc, cuando éste llegó, jaló a Pak-Al y lanzó una llamarada poderosa dejando ardiendo el metal – “me queda media carga” gritó Cotea Moc al tiempo que retrocedía, tomo el pasillo a la derecha y vio un callejón que doblaba a la derecha, no había tiempo de regresar, los aracnoides estaban detrás de él, así que voló el alcantarillado que tenia en el cruce del pasillo, matando a 2 mas, dio la vuelta rápidamente antes de que dejara de arder el fuego, dio la vuelta al pasillo y se encontró a Xil-Haum que seguía matando aracnoides a través del fuego, lo apartó de un empujón y lanzó otra llamarada al pasillo donde 4 aracnoides destrozaban a Axal Cayot.

Cotea Moc cambio su tanque de reserva y echó el otro al fuego para terminar de explotar, corrieron hasta su capitán que estaba trabado en una serie de disparos hacia los aracnoides de frente “parece que saben a donde vamos” les grito, así que Pak-Al lo relevó y fue avanzando hacia ellos, pasaron los 3 marines restantes. Cotea Moc selló la puerta viendo por ultima vez a su amigo…

- Pasaremos este corredor y llegaremos por atrás al reactor de la nave del centro – les dijo el capitán a Xil-Haum y a Cotea Moc –

El capitán, dio un respingo cuando sintió su espada casi volar de sus manos, había paralizado a un aracnoide que se acercaba por el flanco, se quedo disparando a todo lo que se movía.

- Xil-Haum – gritó casi encolerizado – toma las cargas y vayan al objetivo, vienen demasiados y solo yo tengo la opción para detenerlos. Cotea Moc – bramó a su otro soldado – quiero que hagas una pared de fuego entre nosotros y ustedes ¡¡vayan!! De prisa, ¡¡es una orden!! –

Los dos marines corrieron, Cotea Moc, cerró el paso con una llamarada. Al seguir por le pasillo, llegaron a una puerta con el símbolo de radioactividad

- Aquí debe ser – susurró mas para si Xil-Haum – debemos pasarla – Cotea Moc Asintió –

Al abrir la puerta, lo hizo disparando, alcanzó a matar a un aracnoide, pero no antes de herirlo, así que Cotea Moc lanzó una llamarada y despejó el cuarto, tomó las cargas que le ofreció Xil-Haum antes de morir y continuó, justo cuando estaba colocando las cargas, escucho un sonido a sus espaldas, sin pensarlo, lanzó una llama potente y escarlata a su enemigo, creando otra pared, pero mientras lo hacia, se abrió la puerta del reactor, dejando a la vista por lo menos 3 docenas de aracnoides, cuando cayeron sobre él, su grito fue ahogado por el gran vacío del espacio… la misión había fracasado, el detonador voló de sus manos al pasillo donde permanecían los cuerpos de los aracnoides chamuscados y el de
Xil-Haum en una eterna suplica de dolor…

Una mano tomó el detonador y con orgullo y desafío en lo que le quedaba de cara se enfrento a los aracnoides por última vez…

- Mi… mi… misi…misión Cu… cumplida… Señor – click –

Una gran Supernova se extendió por miles de kilómetros del espacio frío. Seis estrellas acababan de desaparecer, y una flor fría estalló incandescentemente…

… El “Jardinero” cortó la flor…