Antes, mi medida era la gente,
ahora mi medida eres tú,
a tu talla y peso soy perfecta,
a mi conciencia transformada,
Estás ciego o demente.
Por eso te dejo verme diferente
porque has adquirido
ese sexto sentido que nunca poseí,
pero debí, sin consentir sentirme inferior.
Creí estar bien sin valor,
mas me di cuenta que con ello
sólo oculté mi concepto de bello
y mantive un complejo comprometido.
Felizmente, me transformé
Denuevo en lo que fui y lo que seré,
mientras tú seas mi medida.
En mi vida, podré ser lo más alto,
lo mejor, lo óptimo.
El balance de perfección que mereces,
mi ideal más próximo.