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LA MONJA Y EL CURA
“Vocación. Razón o Pasión”

Abrió la puerta y lo miro, nunca antes sus miradas habían sido tan fuertes, nunca antes el le había demostrado a ella tanta pasión en una sola contemplación, nunca antes se habían sentido invadidos por el tordido deseo de abrasarse, sin embargo reconocieron el lugar, y aunque sabían que era mas fuerte la pasión de sus almas no podían dejar de lado la presión de su maldita vestidura.

De repente el la abraso y un fallido intento de valentía la tomo entre sus brazos y la beso, ella reacia a tan inesperada reacción giro su cabeza y con un suspiro desesperado le recordó que mas allá de su pasión existía ese algo que los miraba y al que algún día le rendirían cuentas, una lagrima rodó tristemente por su mejilla y fue en ese momento cuando todo comenzó a pesar; peso su conciencia, peso su decisión, peso el reproche de su madre y lo que mas peso fue el dolor de no poder corresponderle a el porque sabia que mas que pecado era el incontenible deseo de la carne esa misma a la que se habían negado por serle fiel a un alguien del que ni siquiera estaban convencidos que existiera.

El insistió y sin embargo ella por temor salio corriendo de aquel lugar, se refugio en el austero y frió cuarto de puertas verdes y lloro incontenible porque no sabia porque la presión del mundo la habían hecho tomar un camino que solo por ahora le traería desgracias, De pronto entre los lamentables sollozos se quedo dormida pensando en el mágico y melancólico momento que le había traído la noche en ese lugar al cual ella le debía tanto respeto.

En la mañana ella se levanto, no miro su aspecto pues era lo que menos importaba en ese momento, abrió la dura puerta y salio del cuarto que había sido testigo de tantas y tantas confesiones y con desespero e ilusión corrió a buscarlo a el. Las calles en esta mañana se hicieron eternas pero el presentimiento de su corazón hacía que ella corriera más rápido pues sabía que después de ese día solo la muerte podría derribar su amor.

Muerte? Acaso ella se había percatado de esa palabra cuando su corazón supero su razón y la llevo a tomar aquella decisión? Muerte maldita traicionera que la llevo al cuarto en donde esa misma noche en que ella lo rechazo el corto sus hábitos y el rosario que los separaba y con lagrimas en sus ojos y sangre en su triste y melancólico corazón escribió: “los hábitos no pueden permitir que no tenga el amor de ella y que prefiero morir antes que la amargura de no tenerla, reconozco que la vocación solo es una acto de convencimiento aquel que el no tengo porque de lo único que ahora estoy convencido en la vida es que amo a aquella dama que de traje gris y túnica en su cabeza rezaba en las mañanas pidiéndole a este inocente cura que no le jurara mas amor porque ellos en una errónea decisión solo habían decidió jurarle amor a aquel que en la cruz les demostró que en el pecado no se podía ser feliz”. Luego con las mismas tijeras que había sido testigo de su triste confesión clavo su corazón y con un suspiro de amargura eterna murió.

Ella se postro al lado del cadáver de su amado y con un grito de desconsuelo lo abraso y beso y pidiéndole perdón por no hacerle caso a su corazón sino a la malsana costumbre que la llevaba el hecho de ser una monja infeliz.

LEDA

Texto agregado el 31-12-2006, y leído por 99 visitantes. (0 votos)


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