Epoca de la colonia, estamos hablando de la región de los Yungas paceños en Bolivia, dícese de los hacendados que tenían su riqueza traducida en oro, sea en "pepas" o joyas, enterraban los mismos en sus tierras a modo de evitar el hurto de los mismos. Al morir repentinamente no dejaban a nadie dicho el lugar de sus tesoros, es más sus parientes ni sabían de la existencia de los mismos en la mayoría de los casos.
Pues actualmente dice que cuando uno camina por el "chume" (monte cerrado) y ve un humo blanco entre la maleza, tiene que acordarse del lugar para volver con una pala pues ahí está el oro de alguna de estas almas, que dicen por ahí que señalan estos lugares con tal de compartir su riqueza con alguien necesitado.
Parece mentira pero ocurre...