Ser, estar, tiempo, no ser, no estar, tiempo.

Una sola vida, y muy pocas veces se dió cuenta que estaba viviendo

Viviendo una vida propia, o una prestada
luego lo sabría

Tantas veces se sintió tan ajeno a su mundo
Y a los mundos de cada uno

Con ganas de compartir pero sin tener nada en común

A ratos volvía a insertarse, pero la nada seguía siendo demasiado parecida al todo

Un día una idea le hizo sentido
había comprendido
Ese es el precio de entender.

Entendió que él era el tiempo, que desde que nació lo llevó dentro de él

y cuando muera, seguirá habiendo tiempo, antes de él, y después de él.

Él era el tiempo, el todo, y la nada.