Un cielo infinito, bañado por sus compañeras de noches magicas...
Un mar calmo, deleitando con su poesia a cada caminante nocturno...
Arena fina, que se cuela entre mis dedos frios de tanto buscarte...
Ahi te encontre, bajo esa luna y en esa playa...
Estabas sobresaltado, cansado de vivir...
Sin hablar, sin meditarlo nos fundimos en un beso eterno, del cual solo nuestro mar fue testigo...
Dulce deseo, de volver a tenerte entre mis brazos...De amarnos en la arena, sin miedo al mañana...Sin daños a terceros...
Me desnudaste el alma con cada caricia...Me desnudaria el corazon ante tus ojos para hacerte vibrar al compas de los besos mas sinceros...

Dulce deseo...de volver a volar hasta ese cielo estrellado, magico...

Increible noche...