La vida se me hace poca,
cuando de admirarla me lleno
y es tan grande el desenfreno
que quisiera vivir pa´siempre
siembro esperanzas en diciembre
y cosecho en el frío invierno
me gusta servirme el pasto tierno
mientras me dedico a la curtiembre
no hay hombre que no reconozca
que la vida es para vivirla
y lo demás son habladurías
sino que lo diga la María
que lleva tres matrimonios al hilo
y todavía camina con prisa
aunque sea hora del sigilo.
Me gusta esta vida loca
y la quiero hasta que me dure
que el corazón nunca me madure
para que esté siempre alerta
que es mejor abrir la puerta
a cerrarla en pleno octubre.
Y con esta me despido
que cuerda me queda pa´rato
sopórtenme y quiéranme harto
que no será un querer vano
se los digo frente a Dios
que re nunca desteñiré
con el corazón en la mano
se los promete este nuevo Adiós.