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Inicio / Cuenteros Locales / ursula999 / Y te sonrío

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Llegó diez minutos tarde. Yo lo esperaba ansiosa dando vueltas como loca en la sala. Sí, lo sé, sólo íbamos una semana sin vernos, pero para mí había sido una eternidad. Hasta que sonó el timbre. Lo abracé y le di un beso, pero él ni se inmutó.

Nos sentamos en la sala; él en un sillón y yo en otro, con una mesa entre los dos. Teníamos un examen en la universidad e íbamos a estudiar. Yo hablaba y hablaba, y creo que todo lo que dije podría resumirse en bla, bla y bla. Él permaneció serio e ido, no permitió que me acercara demasiado. El ambiente se puso tenso y sofocante, quise salir a caminar.

Apenas se cerró la reja de mi casa tras nosotros, prendió un cigarro.

—Debo dejar este vicio —dijo mirándolo detenidamente entre sus dedos.

—¡Fumón! —acerté a decirle sonriendo.

—¡Fumador! —me corrigió con énfasis—. Sabes bien que lo había dejado, hasta que empezamos a salir —habló serio.

—Así que ahora yo tengo la culpa. ¿Sabes qué? Dame un cigarro —reímos.

Caminamos unas cinco cuadras. Llegamos al malecón. Me moría de frío. Ese diminuto cigarro era para mí como una fogata con la que intentaba, tontamente, calentarme.

El silencio era calante, por lo que empecé a decir estupideces para, por lo menos, hacerlo reír. Sí, era obvio que quería terminar conmigo. Y lo peor de todo es que yo solo quería que lo haga rápido. No, no era que no sintiera nada, simplemente no quería que lo notara. Buscó un lugar para sentarnos. Había tantas parejas como asientos, pero encontramos un espacio en el borde del malecón.

No me miró en ningún momento, solo vio el mar o por lo menos eso aparentó. Yo empezaba a sentir que me congelaba.

—¿Qué te han parecido estos meses juntos? —preguntó por fin.

¿Qué me parecen?, pensé. Nos conocemos de toda la vida. Todos los que nos conocían esperaban que estuviéramos juntos en algún momento, como también que termináramos. Pero es de mí de quién estamos hablando. Nunca escucho lo que la lógica me esté diciendo. Por lo que íbamos saliendo juntos tres meses y ocho días. Y por lo que, no tenía idea de qué responder ¿Qué quería escuchar?

Él esperaba una respuesta.

—Ha sido divertido —atiné a decir y noté que mi cigarro se había acabado.

—Tal vez prefieras que yo diga lo que me pareció —dijo tras notar que me importaba más encontrar otro cigarro.

—Bueno —acerté a responder.

Todo había surgido tan espontáneo entre los dos. Habíamos sobrevivido a tantos problemas. Pero algo no estaba bien. Notaba en su mirada que fingía o no era amor lo que sentía hacia mí. Además, las últimas peleas que habíamos tenido demostraban que no nos entendíamos. Él era muy demandante y hasta cierto punto déspota, y yo siempre callaba, así que no nos podíamos comunicar.

—Pues tienes razón, fue divertido... hemos compartido tanto que se me hace difícil empezar esta conversación... —se mostró pensativo.

—Vamos, es mejor decir las cosas que guardárselas —lo miré y le sonreí.

—He estado pensando... —cayó.

Me quedé esperando lo inevitable. Tal vez debí decir algo, pero no quería. Yo lo amaba aunque no lo haya parecido. Me hubiera gustado tener una palabra que arreglara todo, pero no la tenía. Así que preferí esperar.

—Eres una persona maravillosa —sí, lo dijo. Esa frase tan insoportable, más aún si es seguida por un pero...

—Gracias —la ironía se me escapó.

—En serio, yo te quiero mucho pero debo decirte ahora que... quiero terminar contigo... —encendió un cigarro.

—Bueno... entiendo... qué puedo decir... —un sentimiento empezó a nacer en mí.

—No es bueno dejar las cosas incompletas, di algo. Yo no quiero perder tu amistad... ¿Recuerdas que cuando empezamos a salir me preguntaste que pasaría si terminábamos? Te prometí que seguiríamos siendo amigos. Así será. —cayó.

—Está bien —no, no lo estaba. Esa persona que tenía al lado era mi mejor amigo, quien había estado conmigo tantos años y de pronto parecía que todo se había acabado entre los dos.

Me miró por unos instantes y se levantó. Caminé a su lado.

—Creo que es mejor que me vaya a mi casa —le dije tratando de despedirme.

—Yo te voy a acompañar. Como siempre —dijo observándome.

—Prefiero ir sola —no podía aguantar por más tiempo las lágrimas.

—¡Por qué no me dices lo que realmente sientes! —gritó.

—¿Qué quieres oír?, ¿qué te amo?, ¿qué me aterra perderte?, ¿qué me hubiera encantado que funcione?, ¿qué eres un imbécil que no sabe demostrar cariño? —empecé a llorar— no quiero perderte, pero ¿qué puedo hacer si no sabes amar?.

—Sabía que algo tenías que decirme. Siento mucho todo, pero no estoy preparado. No quiero perderte... Toda esta semana que pasó casi no he podido dormir pensando en esto. Se supone que sería fácil estar juntos pues nos conocemos y yo te quiero, pero nos hacemos daño... nos conocemos tanto que lo único que hacemos es buscar razones para pelear, además dependemos mucho el uno del otro y... eso nos exige mucho... a mí me exige mucho —explicó.

—Idiota —lo golpeé y terminé abrazándolo, lloré —Ya no puedo soportar que mi vida dependa de ti. Te odio por todo lo que me has hecho sufrir… pero te agradezco que hayas sido tú quien dio este paso —me calmé.

En silencio cogió mi mano y nos dirigimos hacia mi casa. Cuando llegamos me apresuré a tocar la puerta y a decir adiós. Él me detuvo.

—Despídete bonito —me abrazó y me dio un beso en la mejilla.

—Adiós —se abrió la puerta y saludé a mi mamá.

—Gracias por traerla, ya sabes que solo la confío contigo —alcancé a oír que mi madre le dijo, mientras yo corría hacia mi cuarto.

—No se preocupe señora —le respondió con un tono de voz elevado.

Pasaron dos horas y lo llamé. Ya me había comido la mitad de la torta de cumpleaños de mi primo y todo el helado que encontré. No soportaba llorar más y quería hablarle, pero no tenía idea de qué decirle.

—¿Sabes que es lo peor?, que yo se cómo eres y aún así creí que funcionaría. Es extraño, siempre pensé que tú estarías conmigo para consolarme en mis dramas, pero nunca que serías por quién lloraría. Eres el mejor amigo que alguien pueda tener, pero como enamorado eres una mierda —terminé diciéndole.

—Lo sé, por eso seguiremos siendo amigos. Mañana paso a recogerte a las seis, así que acuéstate para que te despiertes temprano. Estudiaremos en el carro y al llegar a la universidad. Pasaremos el examen y luego celebraremos ¿ok? —me respondió después de un corto silencio.

—A las seis esta bien, pero yo voy a estudiar desde ahora —no tenía la más mínima intención, pero me parecía lógico decirlo.

No pude dormir. Después de lo que me pareció una eternidad, amaneció. Me alisté en diez minutos y sonó el claxon. Me acerqué al auto.

—¡Ya era hora!, pensé que te habías perdido —lo interpelé sonriendo.

—No, sólo me había olvidado que te había dicho que iba a venir —me respondió en tono burlón e irónico.

—¡Tarado! ¿Habrás estudiado no? —le sonreí y me subí al carro.

—No, pero el camino es largo y algo me dice que tienes mucho que enseñarme —prendió el auto.

Nunca hablamos de lo sucedido. Nada cambió entre los dos: éramos amigos. Aunque muy en el fondo aún esperaba escucharlo decirme te amo.

Texto agregado el 14-11-2007, y leído por 169 visitantes. (5 votos)


Lectores Opinan
04-03-2008 Creo no estar de acuerdo con abadnael. El promueve (y con mucho respeto lo digo) una especie de reducción en el estilo del narrador, que sin temor a equivocarme (aunque es posible que si me equivoque), le restaría "característica". Debemos creo yo fijarnos en el personaje. Esta chica que casi como "confesión de amiga", le cuenta al lector al buen estilo del "cuéntamelo todo!" de las mujeres, no merece, ser desprovista de esa "característica" por que de hecho, además, y para hablar de la tensión del cuento, esa misma "característica" hace que el personaje sufra con cada palabra que cuenta, con cada explosición justificable o no de su explícita conversación. Así que por cuestión de fondo y forma, mmm, no puedo estar de acuerdo con vuestro comentario, pero si lo respeto hasta el cielo. Y si aquí me he tomado el trajín de señalarlo, es por que Ursulita en su bio pide consejo y que mejor si recibe además, la sazón de un entremés con sal y pimienta. ;) Saludos Ursulita. Lo que si te recomendaría, es que no dejes un cuento vivo mucho tiempo, edítalo de vez en cuando hasta que lo sientas irreconociblemente tuyo. ;) (Estoy esperando nuevas entregas eh?) pickard
17-11-2007 Más que un cuento lo encuentro un detallado dibujo de algo que querías sacarte y hacerlo así como lo has escrito. Lo explícito de la conversación entre los personajes hace que lo que vayan a decir sea predecible. Tiene partes muy buenas, pero tu necesidad de querer contarlo y contarlo a toda costa hace que a veces una falta de atmósfera de ruptura impida la credibilidad de la situación. El realismo descriptivo de las emociones necesitan de imagenes. Coge una ruptura propia y recuerda pausadamente cada sentimiento, verás. O eso, o es una obra de arte y yo un im,berbe qeu no sabe verlo. Es bueno, pero puede ser mejor. Continua que sabes y puedes. abadnael
15-11-2007 Esta parte me llamó mucho la atención: "Yo hablaba y hablaba, y creo que todo lo que dije podría resumirse en bla, bla y bla." Lo que siente uno cuando sabe realmente lo que sabe que está por venir no? Esa parte transmite mucho de lo que luego pasaría tu personaje. Te felicito por eso. De hecho da la connotación de ser una historia narrada desde el pasado como un anhelo concluyente. Ese "quise salir a caminar" es un precioso detalle de velocidad en la narración que perfila un poco más a la narradora, pues luego ambos salen juntos. El tema del fin de un amor, o dicho de otro modo el inicio de otra etapa con un amor atrapado en el sentimiento de lo imposible. Wow que bien lo has manejado, hasta me pareció que todos vivimos un poco de lo que narras en tu cuento. Los diálogos (con excepción de algunos detalles por ahi que bloquean un poquito la lectura) son (de hecho la "carne" de tu narración) muy buenos y precisos. Se siente el desgarre, en realidad se siente lo humano eh? Wow. TE FELICITO. 5* pickard
15-11-2007 percibo otra cosa por aca... que te dejen cuando te quieren es que te quieren bien... alguien que es capaz de reconocer que no ama lo suficiente ama mas que alguien que no se reconoce poco querendon. Felicitaciones, bien logrado. fermina_daza
15-11-2007 El cuento, fácil de leer, lo que indica buena prosa, me dejó personalmente un fuerte sentimiento, por lo tanto me felicito y te felicito por colgarlo, y en agradecimiento 5*. Un saludo sorin
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