Déjame llevarte lejos de aquí,
donde los vientos no soplen tan fuerte,
y la ramas de tu pasado
no golpeen las puertas de tu mente.

Donde las ventanas estén abiertas
y el cielo mire directo a tus ojos
donde los nombres no tengan significado
y no seas nata dentro del jarro.

Déjame mostrarte que hay más allá,
qué hay detrás de esa pared,
qué esconde aquella metáfora
que vos creías entender.

Déjame cantarte una canción
que perdida haya llegado a mis manos,
y tus labios tristes tarareen
cuando ya no siga a tu lado.

Déjame inventarte una mentira
que de tan irreal, la creas
déjame inventarte un mundo
que de tan perfecto, lo veas.

Déjame gastar mi tiempo
con tu presencia constante,
e invertir toda mi vida
en la bolsa de tus valores.

Déjame planear la estrategia
la coartada, la táctica justa
para hacer un plan de la nada
que de tan perecto, asuste.

Déjame, si no te molesta,
llevarte lejos de aquí
para que veas por vos misma
lo que una vez yo también vi.

Déjame cantarte una canción
que perdida haya llegado a mis manos
y tus labios tristes tarareen
cuando ya no siga a tu lado.