Obviamente no busco el dolor, más bien busco lo contrario...
Pero, con la mirada fija en no sufrir, intento cubrir con mis manos la herida que no existe.
Si te miro y no te veo, debes comprender que es porque temo.
Son tus ojos mi miedo... no me mires porque descubres y entiendes que te quiero.
No son solo palabras, estos son mis sentimientos... y no derramo lagrimas al contarlo,
pero no deja de ser deplorable que no veas como siento.
No quiero caer en la mentira y me mata saber que tu no entiendes...
por una sola vez quisiera saber a quien le escribo,
y no decepcionar mis letras ni estos sentimientos.
Sabes no hay reparos, entiendo que no quieras...
pero me importa la verdad y debes ser consiente de tus actos y si no vas a responder,
yo me quedare callado.
Callare mi angustia y los latidos... esperare por tu respuesta,
aunque gaste cada hora de mi día y no solo de este sino que cada día.
Aquí me tienes sentado, esperando que aparezcas... mi mente me juega malos ratos,
y pienso que estas afuera y mi corazón se desborda y quiere salir por mi boca,
pero no estas... nunca has estado. Y entiendes que aun así yo te espero...
aunque seas más fría que este invierno.