Admito que mi mayor inspiración para escribir son mis horrorosos pensamientos, el lado oscuro de mi ser que a ratos me invade completamente, hasta llegar al punto de transformar mis pequeños ojos verdes en grandes ojos negros, sin poder distinguir el iris de la pupila.

Voy a ser sincera, mi faceta depresiva me gusta más que las otras 34 que restan, me hace creativa, me hace conocerme a mi misma y poder extraer del fondo todas estas putas palabras que hoy escribo, me hace olvidar que tengo manos, que tengo cuerpo, que tengo brazos y que solo queda este atorado corazón con ganas de gritarles a lo sordos que sigo aquí, que aún no me he ido, que quiero que me escuchen, que sepan que aún vivo biológicamente.

Hoy quiero ser honesta... Estoy hecha mierda por cada fatigosa mentira, por esta puta cabeza que no me deja, que es como una neblina espesa, que no me deja ver con claridad la realidad que me rodea. No encuentro salida, me doy vueltas en un espacio lleno de torturas y la solucion es tan falsa como yo misma, algo me dice que debo elegir vivir o morir... Solo hay una que puede hacer que esto termine de una vez.... Y la verdad es que me aterroriza la elección.