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Echenique entró en el negocio del viejo Billonga y se sentó visiblemente ofuscado. El único parroquiano era Manuel Martirena, tenía fama de borracho perdido y, entre los conocidos, de bromista.
—Se salieron otra vez —dijo Echenique.
Martirena paró la oreja. Se bebió la medida de caña de un sorbo y pidió otra.
—¿Y la portera, Echenique? —preguntó Martirena.
—Abierta. Todos los días el mismo asunto desde hace una semana. La misma broma.
El viejo esbozó una sonrisa compasiva.
—¿Y se han robado alguna? —siguió preguntando Martirena.
Echenique negó con la cabeza. Pidió un vaso de vino. Se quejó otra vez de la mala broma que le venían gastando, a él, que quería progresar y convertirse en un hacendado.
—Si llego a descubrir al bromista que pasa y me abre la portera... lo destripo —dijo con gesto amenazante.
Martirena casi tira el vaso al piso. Se acomodó en su asiento y pidió al viejo otra vuelta de ese cañazo tan rico que vende usted don Billonga.
—Además debe de andar borracho —prosiguió furioso.
Martirena encogió los hombros levemente. Billonga volvió a sonreir.
—Y parece que no duerme el jodido ese. Me he quedado vigilando hasta que no puedo más del sueño y no lo he visto aparecer al bromista.
—Yo sigo pensando lo mismo —dijo Billonga.
—Usted me quiere enloquecer, don —Echenique abrió bien grande sus ojos.
—Para mí que es el alma en pena del socio suyo, ese que murió cuando estaban construyendo el corralón.
—Lo patió un caballo —recordó Martirena.
Echenique se quedó cabizbajo. Seguía negando con la cabeza cuando decidió irse a dormir. Afuera la noche era oscura y sin luna. Encorvado, zigzagueando, Manuel Martirena pasó por la portera y se acordó de Echenique. Se detuvo un momento pero enseguida se sintió observado y trató de acelerar el paso. Cien metros después de la portera se detuvo otra vez víctima de un mareo incontenible. Antes de caer creyó ver un resplandor. La áspera lengua de una vaca lo despertó cuando apenas comenzaba a clarear. Las vaquillonas de Echenique pastaban dispersas a su alrededor.

Texto agregado el 19-07-2008, y leído por 65 visitantes. (1 voto)


Lectores Opinan
20-07-2008 Buen texto, mejor final. Azel
19-07-2008 Te felcito. Me gustó tu narración. Pareciera que estuviera Rulfo por alli. Gracias por brindarnos tus letras dostoyeski
 
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