Al morir , si existe una duda hacerca de la muerte , el fantasma deambuela silente y gimiente por los pasadizos del lugar donde finiquito su existencia.

La noche teñia con sus sombras inertes el firmamento, el farolero eterno iluminaba de una en una las estrellas. Contemplando desde una rincon del firmamento un Dios silente y hambriento sospechaba que algo no andaba bien en su creacion.

La calle era estrecha, como algunas mentes , como algunas cabezas; pero en aquella calle se divisaba dos puntos referentes. Un busto de un general ya fallecido , un heroe de alguna guerra; y al frente otra estatua de un hombre ya viejo, heroe de alguna guerra; pero no de las convencionales ; sino de las peores . Una guerra de amor.

Estaba todo tan mimetizado y tan junto , un cuadro barroco del horror; una insesante nostalgia palpitaba en el sucio callejon.
En los ojos del hombre viejo se podia sentir el dolor , una confucion , un amor fantasmal.

Los niños que juegan en el sucio callejon afirman que la vieja estatua esta viva, que espera a alguien que nunca vendra. Les recrimino de porque no se lo cuentan tal vez asi su fantasma deje de rondar el callejon; pero los niños responden que sabe el que nunca vendra; pero igual espera.

Aquel dia la imagen del viejo , parecio moverce . ¿Era un estatua esperando vivir? o ¿Era un fantasma esperando por fin descanzar en paz?.

Al mirarlo me pregunte cuanto tiempo puede uno esperar a alguien que no va a venir.
Grande fue la sorpresa cuando los petreos labios se movieron y un susurro se escucho:

" El tiempo que dura el verdadero amor. Una eternidad"

Me sente al lado de la estatua. Ahora cuentan la historia de un callejon con tres referentes y 2 historias inconclusas de amor