Le resultó aparentemente estúpida esa actitud vanidosa que pretende, en su plan perverso, lograr la aceptación de la nueva gentry del siglo veintiuno. Y si bien pobre era, no así su imbecilidad hedionda que profana a tumbas y niños, a perros y ancianos, mientras él bebe de la mano grande, nutrida por la masa ingenua de la sociedad vomitadora de ignorancia, egoísmo y maldad ¡O el ser humano! ¡O el individuo! Tan inteligente y sagaz, amoroso y apasionado. Se presenta el idiota brillante y único ante si y su can amigo, pero cretino, ingenuo y mecánico como un autómata en la masa, donde es solo una pieza, tal vez una de repuesto, donde es solo una oveja que babea, dirigiéndose por los grandes caminos, todos juntos, hacia el matadero.