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¿EL FUNDUNGO?, AH ESO ERA PUÑAL Y TACON VENTIAO.
Charlando con un sobreviviente

“ Yo crecí por ahí, en el fundungo, desde pequeño fui atravesao, no me gustaba estudiar, yo quería manejar un camión o ser mecánico; de pelao me gustaba mirar a las muchachas que se pavoneaban por Lovaina y me conseguía el billete haciendo mandados, casi siempre era comprarle un “coso” a personas que les daba pena que los vieran comprando vicio y así conocí a mucha gente de la vieja guardia, en el 78, el fundungo era la calle mas tesa de Lovaina, allí estaban las casas mas famosas de putas y maricas de todo Medellín; Eso era como París, tacones, medias de seda, pelucas, licor, bazuco y los maricas mas lindos que te podas imaginar, eran sardinos de 14 y 15 años que se volaban de la casa y se venían a “hacer vida” por aquí, casi siempre los maricas viejos les colaboraban para que no tuvieran que regresar a los hogares pues en ese tiempo las familias eran muy mojigatas y los papás cogían estos pelaos y les pegaban unas pelas ni las hijueputas, pa´, que aprendieran a ser hombres, los dejaban de cama, pero cuando se aliviaban, otra vez a callejear y a vagabundear “al piso” en el fundungo.

También había maricas feos, “la Marta” era uno que venía de Santa Cruz, “mas feo que un culo asomado por una ventana”, pero lo cogía Evelio, el de la peluquería “EVELYN” y en dos horas lo dejaba como una actriz de cine. Hablando de eso hombre Macha, ¿sabés cuanto hace que no voy a cine? - Como quince años parce.
Comprá pues unas empanaditas y mientras te lavo la moto te sigo contando, pero eso si güevón, no me vas a “boletiar” mencionando mi nombre porque por aquí todos me conocen y me salen matando.

El fundungo se empezó a calentar muy feo cuando a una marica muy bonita que le decían la “kolcana” le dio por enmozarse con un teniente de la policía, eso fue como en el ochenta, no me acuerdo bien del año; Ella tenía una casa de citas donde se bailaba, se bebía y hasta se “mecatiaba por la nariz”, el teniente venía a hacer batidas y se enamoró de la kolcana, llegaba de vez en cuando con varios policías, encaletaban la patrulla y se metían a “farriar” y a “cacorriarse” a todos esos maricas. Pero un día vino solo, todo “prendo” en una chimba de carro blanco, todavía me acuerdo porque unos manes lo iban a desvalijar y yo les avisé que el carro era del teniente para que no nos ganáramos un problema con ese man; el teniente se entró derechito para la oficina de la kolcana y la pilló con un pelao que a ella le gustaba, estaban en pleno “ajetreo” cuando ese man sacó un “boquifrio” e hizo dos disparos al aire, ahí mismo se armó el “cogeculos” mas berraco, las maricas lo cogieron mientras el pelao se volaba por un techo.
El teniente se encerró a alegar con la kolcana y la empezó a cascar, las maricas se metieron y la kolcana aprovechó y con un pico de botella le cortó la cara al teniente. Que chamba mas hijueputa, iba desde el pómulo hasta el cuello por debajo de la garganta, la kolcana se voló y a mi me tocó llevar a ese man a San Vicente para que no se desangrara, yo manejaba un Plimouth modelo 60, de los de “tax san Pedro”, casi no limpio la sangre, como un mes duró el olorcito en el carro, es que la sangre humana huele muy feo. El teniente se alivió y a la kolcana la encontraron muerta a balazos como a los dos meses por la vía las palmas, eso fue ese man, seguro parce.

Manejando el taxi me iba bien, de los hoteles finos nos contrataban para traer turistas que buscaban emociones fuertes, los que mas plata gastaban eran los de curazao, hasta lo invitaban a uno. Cuando no había mucho que hacer nos parqueábamos a esperar llamadas para recogerlos y llevarlos a un asadero de carnes llamado “ el brasero”; las peladas luego de farriar un rato les decían que tenían hambre y esos guevones las invitaban a comer, entonces llamaban a tax San Pedro y nosotros los recogíamos. La dueña de la casa de citas cobraba un porcentaje por cada carrera al “brasero” y allí “ligaban” a las peladas por llevarles clientes, eso era un negocio a lo bien, todo el mundo ganaba “en forma”. Pero la buena vida aburre viejo macha y me dio por irme a manejarle a un duro. Movíamos droga en una “cuatro puertas”, ahí empecé a enviciarme al perico, en la finca del duro que quedaba por Doradal empecé a catar cocaína, éramos varios manes, la droga la separaban por montones y nosotros probábamos y decíamos cual era de mejor calidad, un Alemán nos revisaba el corazón y nos daba medicamentos para que no fuéramos a tener una sobredosis, allí gané mucha plata pero me la tiraba en licor y droga, me empecé a llenar de miedo cuando pillaron a unos pelaos fumando bazuco en la finca y como estaba prohibido los llevaron cerca al río y ahí delante de todos, los mataron a punta de Sig Sauer, después vino una pelada muy bonita y como a los dos meses de estar catando se empezó a poner flaquita, se enfermaba mucho y un día desapareció, nos dijeron que se había venido para Medellín, pero la chimba, esos manes le hicieron algo, esa sardina no se merecía que la mataran, por eso un día que me dieron dos millones de pesos me vine para Medellín y no volví, me les encaleté y me “huelí” esa plata.



Después, por andar todo “amurao” me metí en muchos tropeles, me encanaron y pagué cinco años en “Bella vista”, eso no se lo deseo a nadie. Cuando salí, mi familia ya no quiso saber mas de mí y me propuse alejarme del vicio y de los problemas y desde entonces me mantengo por aquí pero sin faltarle a nadie, los pillos me respetan, la gente me quiere y me colabora; a veces lavo carros, hago mandados, le cuido la casa a los ricos de Prado cuando se van a pasear a las fincas y ahí voy viviendo.
Hermano, yo me desengañé de muchas cosas, vi de todo y no se cómo no me mataron cuando era tan “atravesao”, por eso aconsejo a los pelaos para que no se metan en problemas, míreme a mi, no tengo un peso pero vivo tranquilo, sin horarios, sin obligaciones; no pago impuestos, no tengo cédula, no tengo mujer que me joda, no me mantengo encerrado como estos ricos de por aquí que viven muertos de miedo, en fin viejo macha, vivo tratando de ser feliz.
Hey, cuando volvás por aquí “ponéme a vivir” con unos tenis 40 o 41 parce que estos están ya muy rotos; suerte güevón. “








JEAN BURDELL.(Alirio Antonio Machado).

Texto agregado el 01-11-2008, y leído por 751 visitantes. (0 votos)


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