Que me bailo
y me revuelvo
en color sangre
y movimiento.
Achico el reondo
travesura es mi pase
la Verónica, una novia
y tus ojos, mis amantes.
Yo te llamo
y me escapo
y te bailo hasta la muerte.
Mi montera y un estoque
patrimonio del torero
me la juego cada tarde
en los rezos a una Virgen.
Y en un descanso del guerrero
gazpachito y vino frío
y a limpiar los zapatitos
manchaítos del albero.