La gota de agua dijo:

"No eres tan insensible como yo creía, dado que finalmente he logrado horadarte; sucede que siempre tuve la idea que las piedras eran los obstáculos del camino, quienes hacían caer, fracasar; que eran el símbolo del castigo, del dolor, de la represión, de la agresividad, de los corazones que no sienten, que no aman, que no saben brindar amor..."





Y la piedra contestó: " Es cierto, los hombres creen que solo somos obstáculos en su camino, y que nos son indiferentes, pero no es así.



Basta pensar que cuando se une una piedra con otra se puede construir un lugar para vivir, que muchas veces después de largas jornadas de viaje, somos el descanso para el peregrino, que cuando nos toma un artista, puede construir una obra de arte, que no somos un obstáculo en el camino, sino una señal para que adviertan que hay otras bifurcaciones válidas para llegar al destino elegido...."