6 de la mañana, suena la tv, como un despertador improvisado, programado para hacer el ruido necesario.. que me haga dar conciencia de un día más.
Dejé un sueño a medias, ahora no sabré como hubiera sido el final y estaré con la incertidumbre. Rondara por mi cabeza el final perfecto y estaré planeando sólo el final, lo habré madurado tanto, que habré recorrido los rincones de mi inconsciencia, para detenerme, con la silueta difusa de la misma noche donde ella rondaba desnuda, sola y sin querer decir nada, reposara nuevamente apasionada y seductora melancolía, para dejarme con la sensación de resaca, de no haberla hecho conocer la frase perfecta, la vida es bella...