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Había olvidado todo lo que solía ser mi vida; distraída en una senda más tierna que también era un camino culebrero y una traviesa travesía de indecisiones. Pero en algún momento del trayecto hacia la nada, un pequeñísimo pálpito me obligó a reencontrarme con el mejor pasado que he tenido.
Era un ambiente que detesto, todo de pronto se vuelve MARAVILLOSO y en diminutivo, todos se felicitan con abrazos, dicen un discurso camuflado de oración; las más sensibles lloran, los más fuertes las apretujan y todos los desconocidos llevamos algo rico de comer. Cantamos y nos ponemos vestidos pomposos de colores específicos con significados que realmente no existen. Mientras yo hacía sinapsis con los demás miembros de esta payasada que tenía más aderezo para pavo que honestidad, lo vi. Reviví algunos buenos sueños en un flashback con más poder en flash que en back, le sonreí y volví a mi estado de detestar al mundo color de rosa. Afortunada o desafortunadamente para mi no fue más que un placentero "remember" de los tiempos felices.
Al final de la velada que había estado llena de constantes e insistentes aunque sutiles "intenciones" yo me iba amargada y un poco tranquila de estar en el estado que me encontraba.. Infeliz. Resignada a lo que siempre supe sería una infelicidad momentánea de un par de meses y reconfortada porque al final de esa noche tenia la conclusión de que todo estaba donde tenía que estar, que menos mal me había estrellado en el camino culebrero y que gracias a Dios había abandonado a esa secta de reuniones patéticas que conformaban mis amigos y mi pasado perfecto (perfecto no porque yo lo sienta, perfecto porque todos lo decían). Como dije, me iba cual zombie después de comerse a un vivo, subí a mi carro, y en el asiento del copiloto un obsequio que la perfección me debía desde siempre, una nota y un cartucho (mi flor favorita).
¿Cómo podía ser tan cortés, considerado y amable conmigo? ¿Cómo podía confesar con gestos que le quedaba un poco de amor? ¿Cómo podía conservarme siquiera un poco de amor? !yo era un mounstruo!
No tengo idea.
...Ese día lloré de pena, lloré de alegría también y terminé sola esa noche pensando...
Me sorprendo de lo confiada que soy, de lo egocéntrica que me he vuelto y el deleite mío al ser cruel. La capacidad que tienen algunos de querer, solo por sentirse honrosos de poder hacerlo, me da miedo, yo siempre he dicho "puedo querer siempre pero si no me quieren, se acabó". Al fin y al cabo, es una bendición que en el tragicómico y desordenado amor, todos sintamos mariposas; aunque éstas siempre persigan y sólo a veces, si se tiene suerte se encuentren...

Texto agregado el 03-04-2009, y leído por 90 visitantes. (1 voto)


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