En que creer,
cuando el bien común aparece como quimera,
que idea seguir,
cuando los representantes se presentan como circo barato,
ojos de esfinge,
actuaciones nauseabundas.
La democracia se nos presenta como vómito de unos todopoderosos,
y cuando pensamos que el terror dictatorial se diluyó,
despertamos de lo apacible de ese sueño a la pesadilla de la realidad
con policiacas alcoholizadas represiones,
cocaínas empresariales,
distribución de miserias.
Tal vez nos quede un sorbo de esperanza...
Que se abran las grandes alamedas
para construir barricadas sobre ellas,
que se ponga de acuerdo el parlamento
para desligitimarlo con los acuerdos del pueblo.
Las injusticias no se acaban,
pero las batallas tampoco,
¡ Vamos Chile que se puede !,
destruyamos los arcaicos derechos constitucionales
y construyamos diversidades nacionales.