Una eternidad tarda un hombre
en descubrir que su alma es solo polvo;
que Todo regresa a su origen,
ya que la tierra es su seno.
Todo cambia y se mantiene,
Todo el tiempo, imperecedero,
porque Todo es hecho de lo mismo.
Cuando tarda el hombre en comprender
lo humilde y poderoso de este origen....
sin saber cuan profunda es su humildad,
que es enferma cuando corrompe
su propio orgullo
y trastoca el amor hacia su persona
y el amor se torna agrio y suplicio.
Reconocerse a si mismo
al enfrentar a los otros,
sin pisar el alma ajena....
No cabe la sobervia,
sentirse amo de Todo
en la dadiva del orgullo;
ya que Todo somos lo mismo
y Todo, somos la misma escencia.
Una eternidad tarda un hombre
en descubrirse a si mismo;
el esplendor que no enceguece....
Y su condicion es tan enorme y sencilla...
como siempre lo ha sido Todo.