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Un hermoso día soleado de mayo, a las 4:00 AM, Beth y Huck Twain, mis padres, se encontraban en el hospital esperando mi nacimiento tan anhelado, yo era su tercer hijo.
Al parecer todo salió de maravillas y por fin salí de la panza de mamá para nacer y vivir en el mundo exterior. En la familia me querían muchísimo a pesar de que era uno de los últimos nietos, sobrinos e hijos. Siempre me regalaban cosas muy lindas para mi cumpleaños, navidad, día del niño, etc. Me trataban como un rey en su palacio.
Todo parecía ir de maravillas en mi temprana infancia, hasta que un día, yo estaba en mi habitación muy tranquilo viendo televisión. Era muy tarde en la noche, escuché unos gritos que provenían del comedor, eran mis padres que estaban discutiendo, yo pensaba que era una de las tantas peleas de matrimonio que tenían, pero estaba un poco equivocado, ya que cuando me acerqué, mi padre agarró a mi madre y la empujó contra la pared, trató de pegarle con lo primero que tenia al alcance pero falló y le pegó a la pared. Mamá no se quedó sin hacer nada, en ese instante agarró un objeto que tenia en la mano, para cocinar y le pegó con eso en la cabeza. Yo estaba muy asombrado y a la vez tenía mucho miedo, pero quería estar presente para que mis padres se compadezcan y no hagan nada al frente de su pequeño hijo. Como siempre yo estaba equivocado, a ellos no les interesaba nada, mi padre agarró todas sus cosas y se fue dejándonos a mi y a mamá solos. Esa noche mis hermanas habían salido a la casa de unas amigas. Por suerte yo fui el único que lo presenció. Quedé muy mal después de esa pelea, me quedó la imagen más fea que podía haber visto, mis padres peleando como dos niños de 4 años, pero era todo más serio y más peligroso que un simple juego de niños, eso era lo que mas me preocupaba y traumaba a la misma vez. Los días transcurrían y papá no aparecía por ninguna parte, no nos hacía llamados, ni daba señales de vida.
Días después me enteré que papá se había convertido en un alcohólico y tenía un grupo muy peligroso de amigos, ellos eran todos hombres de su edad que les gustaba apostar en el casino, beber y salir a parrandear por la ciudad con mujeres. Siempre se metían en problemas con la ley y otros hombres. Era mejor no acercarse a ellos ya que si tenías problemas, te matarían. Mamá no sabía esto, yo era el único. Nunca se lo contaría a la familia, por que ellos capas que llamarían a la policía, lo arrestarían, y aunque él sea así, sigue siendo mi papá.
Un mes después de todo esto, mamá se volvió a juntar con papá, ahora él está viviendo en casa, pero sigue saliendo con sus amigos, en secreto. Siempre llega borracho y trata mal a mamá por cualquier cosa, siempre le dice que ella tiene la culpa de que a mi y a mis hermanas nos vaya mal en la escuela, siendo así que el nunca está en casa y nunca se preocupa por si tenemos tarea o pruebas. También se enojaba si llegábamos un poco tarde a casa al regresar de la escuela o si no hacíamos las cosas que el quería en el momento. Así fue como todo empeoró en la familia, al pasar el tiempo los demás se fueron enterando de la vida oculta de papá. Mis padres ya no eran felices juntos, cada día que pasaba se llevaban peor. Papá se estaba convirtiendo en un hombre muy agresivo, y no solo con mamá sino que también con nosotros. Cuando nos portábamos mal nos pegaba con su cinturón en la cara, teníamos marcas de 10cm que parecían cosas horrorosas, pero cuando nos preguntaban decíamos que era por que salíamos por el bosque a jugar y nos raspábamos con ramas. Mamá no podía decir nada acerca de esto, ya que si abría la boca papá le pegaba o la amenazaba con que nos mataría a todos. A veces no comíamos en las noches solo porque papá estaba de mal humor. Mamá tenía que tirar la comida que nos preparaba y hacer todo lo que él le decía. Éramos como sus esclavos, ya no éramos una familia feliz.
Los días pasaban, uno peor que el otro, papá ya no era el de antes, nos encerraba en nuestras habitaciones por días, sin poder ir al baño ni comer. En la escuela empezaron a preocuparse y cada ves que llamaban, él les decía que estábamos de viaje. Para mi era una pesadilla vivir en esa casa, si es que se le podía llamar así. Con mis hermanas hicimos un hueco en la pared para poder comunicarnos, ya que papá nos cerró las ventanas con maderas, sin dejar pasar la luz. Parecíamos la gente holandesa que tuvo que vivir por cosas parecidas con lo del Holocausto, mi padre en este caso sería Hitler, un hombre sin corazón y sin compasión por los demás. Si todo esto era parecido ¿Qué nos iba a deparar en el futuro? ¿La muerte? Eran cosas tan feas que se nos venían a la mente, con tan solo 15 años. Creíamos que papá ya no tenía corazón y que podía hacer cualquier cosa con nuestra madre, ese era uno de nuestros peores temores. Al parecer teníamos razón, él era muy malo, nos dimos cuenta que abusaba de mamá en las noches por los gritos y portazos que se sentían en la casa. A veces me preguntaba si alguien los escuchaba, si mamá no podía llamar a la policía para comunicarles todo esto. Estábamos en un verdadero infierno, cada día que pasaba, mis hermanas y yo estábamos más flacos, parecíamos indigentes de la calle por la suciedad. Lo único que quería era morir, dejar de sufrir, pero a la vez quería salvar a mi familia que no se merecía nada de esto. Había momentos en los que pensaba en cuánto odiaba a mi papá y quería salir de esa habitación para matarlo, por eso ideé un plan para salir y hacer justicia por todos nosotros. Con tan solo 15 años tenía que salir adelante por mi familia pero mi plan no era lo suficiente bueno, ya que mi padre con 45 años era más poderoso y más inteligente que yo. Por eso nunca lo hice y deje todo como estaba por que podía ser peor si me sublevaba a él.
Luego de un mes me enteré de que Marilyn, una de mis hermanas, se había suicidado con un pedazo de la ventana de su habitación, al parecer se había cortado la garganta para dejar de sufrir. Yo pensaba que estuvo bien que se haya ido de esta vida miserable, pero a la vez sentía mucha pena, ya que tan solo tenía 18 años y le quedaba mucha vida por vivir. Al día siguiente sentí a mamá que tocaba la puerta de mi habitación y me decía con voz muy bajita que intentara hacer un agujero en la pared, que ella lo taparía después con algún mueble, así podía pasarme comida. Estaba muy contento de escuchar la voz de mamá y que me iban a dar algo de comer porque había estado todo un mes alimentándome de algunos insectos que había en mi habitación y caramelos que encontré en un cajón. Ella me dijo que tenía que hacerlo muy rápido porque papá había salido pero estaría en un par de minutos de vuelta en casa. Yo le dije que, por qué no avisaba a la policía o tan sólo huía de casa. Ella me respondió que no podía hacer eso porque papá la tenia amenazada con que si se iba nos mataría. A ella no, ya que lo peor que puede haber es que maten a tus hijos al frente de tus ojos, era verdaderamente horroroso todo lo que escuchaba de mi padre, no podía creer que ese hombre era mi padre y que alguna vez fue el mejor de todos los padres. No podía comprender que era lo que había sucedido para que se convirtiera en tan mala persona. En ese momento me di cuenta de la verdadera mamá que tenia, se estaba sacrificando para que no nos pase nada y nunca huiría, todo por nosotros. Por fin en días se escuchaba algo bueno, que existía una persona adulta dentro de esa casa, una persona que valía la pena. Después de 15 minutos de trabajo para hacer el agujero en la pared, por fin lo termine y mamá me paso un plato lleno de comida. Ella también lo hizo con mi hermana Anne que estaba en las mismas condiciones que yo, hasta un día que mamá estaba subiendo con el plato en la mano y papá la descubrió. Violentamente, él le tiró el plato al suelo y le empezó a gritar que no era tonto que sabia lo que estaba haciendo, le dijo que nosotros no merecíamos ese plato de comida, que éramos basura y que él nos estaba haciendo un gran favor con dejarnos vivir en esa casa. Yo escuché todo eso y me puse a pensar que era un demente, que no tenía ni un solo puñado de amor en su corazón, lo único que le importaba era su vida, su persona y su bienestar. Nosotros no éramos personas desconocidas, éramos sus hijos, sus descendientes, teníamos su sangre dentro de nuestros cuerpos, pero él no tenia los mismos pensamientos, para él no existíamos, solo éramos niños sin hogar que traíamos problemas a la familia, que culpa nuestra ellos estaban mal como pareja.
Al cabo de dos meses decidí terminar con mi vida, terminar con todo este embrollo de cosas, sentí que yo no era el indicado para salvar a la familia. Anne, mi otra hermana, murió de una enfermedad terminal antes que yo. Eso termino de matar mi ansia por ser el salvador, estuve mal por días hasta que tuve la idea de colgarme del ventilador como se veía en las películas, pero no era tan fácil como creía, ya que cuando solté mis pies de la silla el ventilador no resistió mi peso y calló encima de mí. Tuve algunas cortaduras en la cabeza que provocaron que me desangre y muera tirado en el piso.
Ahora soy un fantasma feliz que vive en un paraíso con mis hermanas. Estoy pensando en bajar a la tierra para decirle a mamá que termine con todo eso de una vez por todas y que venga a disfrutar con nosotros.
Cuando era pequeño pensaba que la vida después de la muerte no existía, pensaba que los cuerpos quedaban en la tierra, se desintegraban y nuestra alma solo se iba por ahí. Pero después de todo esto me di cuenta que en realidad si existe y la gente que fue buena en la tierra, en verdad va al cielo. Ahora que me encuentro en este lugar descansando de todo lo que viví, reflexiono acerca de la gente, de lo que son las personas en verdad, pienso que algunas son muy descaradas como otras que son demasiado buenas, todavía soy chico pero creo que cuando tenga una edad suficiente voy a lograr comprender el por qué de los actos humanos, el por qué de la gente perversa. Hay gente que dice que desear la muerte a alguien es malo, pero ahora que sé lo que es, se lo desearía a la gente que está pasando por muy malos momentos como los que pasé yo. Me gustaría decir que la muerte no es sólo algo malo, es algo muy lindo cuando se está sufriendo, es el último paso de la vida, a veces es doloroso para los familiares que quedan en la tierra, pero en algunos lugares a esto lo festejan y me parece muy bien. Mi persona recobró vida después de la muerte, ahora soy feliz junto a las personas que amo. Siento paz, siento que mi cuerpo descansa de todo lo que viví. Un amigo de acá me dijo que el vio cuando había muerto, me dijo que la cara de felicidad que tenía era algo que nunca había visto antes, algo tan lindo, él se sentía muy bien después que vio mi cara. Me dijo que mi cara transmitía el siguiente mensaje:
- ¡Bueno! Hasta acá llegue, aunque no pude terminar algunas cosas o hacer lo que quería, soy libre y estoy en paz en el mejor lugar.
En un mundo sin problemas, lleno de amor y gente buena. Es el premio por ser una buena persona en la vida, aunque se hayan cometido algunos errores como los de mi padre, yo creo que igual terminarías en este lugar, porque al cabo de todo, somos todos iguales y nadie se merece lo peor.

Fin

Texto agregado el 01-07-2010, y leído por 59 visitantes. (0 votos)


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