Mi mente desconfiada
Impide mirarte
Pido el derecho de tocar
Ese todo tú, pero se me niega

No puedo conocerte
La complicidad del destino
Que me han hecho esperar
Postrada dentro de la coraza
Dentro de la celda que yo misma soy
Sólo uno tiene la llave
Se me hace difícil esperar
Sólo quiero levantarme e ir
Solo quiero levantarme y vivir

La inseguridad de no encontrar
Al anhelado custodio de mi ser
Hace que vague en el vaivén
De todo un hecho y mala compañía
En la monotonía
Y en la entonada sonrisa pintada
Que todos dicen tener
Que todos tienen

Encontrar al pertenecido custodio
Difícil es
Las ganas de amar te ciegan
Y caes en tales perversas manos ajenas

Pocos pueden encontrar
Antes de decir el adiós definitivo
Pocos pueden sentir
Pocos pueden tocar, mirar, respirar
Más allá de esa celda
Y decir con dificultad extinta
Un ‘Te amo’ puro de belleza