La errante madre abandona su escondite,
Se posa lentamente sobre mis quimeras
Devorando con suavidad mis despojos,
Derrama sobre mis pecados sus miradas,
Luego el ave nocturna devora mis ojos,
Se lleva hacia la aurora mi alma durmiente,

Despierto con sutileza al espectral canto del lobo
Para cazar mis sueños entre las sombras del bosque,
(Sea feliz mi espíritu viviendo en la penumbra)
Permitiendo al noctívago acechador que me busque.
Que la muerte con su bruno manto me cubra
Comiendo las estériles fantasías de mi limbo.

Di la vuelta para escapar de mi tormento,
Mi voluntad se esfuerza por creer en ello
Pues me engaño jurando que así es como fue,
Profesando que escapé de este agobiante final,
Luego viene la resaca del insomnio cruel,
Y despierto sudado y amordazado para gritar,

Aquellas gloriosas aventuras fantásticas,
La bella mujer de cabellos negros y ojos cafés,
El niño a quien salvé estando a punto de morir,
Se esfuman como nubes de rumbos inciertos
Y luego el suspiro me trajo de vuelta hasta aquí,
A dónde el dolor no es un sentimiento, sino obligación,
Es tan solo el modus vivendi de una raza ya extinta.

Cuando duermo sueño que puedo volar,
Que puedo alcanzar la velocidad del pensamiento,
Mi espíritu se libera de esta jaula mal oliente,
Recorre los caminos ocultos entre las constelaciones,
Atraviesa el mundo completo solo para verte otra vez
Recostada en tu lecho, escuchando música de suspiros,
Acunada por el soplo del viento que triste solloza.

Y yo, cual bestia del campo te acecho
Vigilo tu rostro emblanquecido por la luna,
Y entre la penumbra canto como un lobo,
Medito en los instantes más patéticos de mi vida,
Y al sentir un tirón que viene desde mi cuerpo
Despierto una vez más de mi calido sueño:

Regreso al mundo de muertos vivientes,
Al suspiro que se pierde en la bocina del xilófono,
Una vez más en un mundo que no fue terminado
Y que cada vez se acaba a si mismo en olvido.
De vuelta al mundo que me vio morir estando vivo,
Al mundo “real” el cual es peor que mis pesadillas.

La jaula me atrapa agonizando en tus ojos
Y mi alma solo puede imaginar la libertad,
Sufriré hasta que muera a este universo infame,
Un día más para sobrevivir sin tus labios rosas,
Millones de horas vanas para poder volver a mi mundo
Aunque sea por un caprichoso y falso instante.

Sufrir entre el alba y el ocaso rojo que se desangra,
Para volver al universo fugaz en el cual si estoy vivo,
Ese al cual si pertenezco, en donde soy el héroe,
En donde soy tan solo un suspiro de enamorados,
Aquél mundo en el cual somos tiernos amantes.
Mi mundo…

Y si esta noche muero mientras viajo suavemente
Deseo que sea al estar soñando con tu sonrisa,
Que mi muerte corpórea me alcance al darte un beso,
Que venga a mí de noche en la cobija del calido sueño,
Quiero que me encuentre mientras fantaseo contigo,
Así será mejor, pues sí a caso eres justa Dama Oscura,
Romperás el lazo que me aprisiona a la jaula.

Y de esta manera viviré en mis gloriosas fantasías
Mientras muero en mi repugnante humanidad,
Soñaré por siempre con aquél roce de manos,
Con aquella mirada de ojos ajenos que me ruboriza
Entre la sobriedad de tus caricias evaporantes.

Recoge mi cuerpo cuando mi espíritu esté con el viento,
Llévate mi hálito cuando entre sueños ella me pertenezca,
Cuando el alerce frondoso me cobije entre sus ramas
Y pueda beber de su ámbar dulce servido en una copa.

Y si la suerte pregunta por mi, decidle que ya me fui
Que me cansé de esperarle durante tanto tiempo,
Que antes pasó el destino por mí…
(Que fue el quien me esperó a mí)

Y si esta noche muero, que sea mientras sueño contigo…