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Capitulo VIII
La gran idea de Jonathan Borks


A
la mañana siguiente Santiago fue el primero en despertar.
Al abrir los ojos enseguida se dio cuenta de lo que había pasado la noche anterior.
Entonces recordó el disparo y la situación que había vivido en la ciudad, enseguida sus ojos se llenaron de lágrimas y fue ese momento cuando se alegro de que todos estuviera dormidos quería hacer su duelo en paz.
Pasaron varios minutos de un agradecido silencio cuando una voz familiar le dijo:
- SANTIAGO – Víctor fue el primero en despertar y camino
Hacia el hombre que estaba sentado sobre el colchón – estábamos preocupados ¿de donde sacaste eso? – dijo el hijo del ex gobernador señalando el arma que yacía sobre la mesa.
- es horrible Víctor fui con la esperanza de que la guerra hubiera terminado pero lo que vi allí es algo que no quiero volver a ver nunca en mi vida -
- no entiendo – dijo confundido el joven quien veía el temor reflejado en los ojos de aquel hombre.
- imagina, la gente corría por todos lados, el ejercito de Acnia mataba por simple placer, una mujer corría por la calle con su pollera rota y su bebe en brazos, las lagrimas caían por sus ojos mientras su bebe reclamaba su chupete a llantos quise ayudarla pero no pude, todo era tan crudo, tan horrible.
Un auto ardía en llamas al haber impactado contra un árbol mientras un hombre intento ayudarlo un militar lo detuvo, al inicio se escuchaban los gritos de aquel conductor quien no podía salir, luego cesaron de un instante para el otro señal de que su sufrimiento habría terminado.
En ese momento comprendí que el ejercito Acniano no tenia corazón, que solo vive del dolor y están acá para asesinarnos a todos.
El oficial reía.
Puedes creerlo REIA ante aquella horrible situación.
Vi como un oficial se llevaba a un niño que no tenia padres, el niño intentaba escaparse de todas formas pero el oficial lo tenia agarrado de al cintura y lo llevaba a una camioneta, comencé a derramar lagrimas por ese niño, fue cuando vi que un hombre llego y empujo aquel militar haciendo que este cayera al suelo y fue cuando el niño logro escaparse corriendo con todas sus fuerzas, aquel hombre no pudo hacer mucho mas, fue horrible, lo golpeo con su pierna en la cabeza hiriéndolo y luego disfrutando su dolor, yo lo vi todo desde las sombras oculto, no podía hacer nada, aquel militar me mataría si me veía tal y como lo hizo con ese hombre que lo ayudo al niño.
Edificios enteros ardían en llamas.
Lo inhumano se volvía humano.
Lo anormal se volvió normal.
Desgraciadamente no pude conseguir el agua que necesitábamos y te juro joven Víctor prefiero morirme de sed antes de volver a ese lugar.
Los ojos de Víctor estaban llenos de lagrimas cuando Santiago quedo en silencio.
Ninguno mas hablo.
Aquellas horribles imágenes habían sido vistas por la imaginación de Víctor tal como si hubiera estado allí.
Este se sentó y coloco su cabeza entre sus rodillas para lograr llorar en un profundo y devastador silencio.
- LOS ODIO - grito olvidando toda tranquilidad – LOS ODIO, NO VOY A PARAR HASTA QUE TODO EL PUEBLO ACNIANO CAIGA MUERTO LO JURO -
- NO – grito Santiago – no es así me he puesto al tanto de las noticias de la actualidad, el pueblo Acniano no apoya la guerra pero las salidas de lasa ciudades han sido bloqueadas, cualquiera que intente pasar por los limites será detenido, cuando la noticia de lo que ocurría en los distintos estados de la isla Libertad llego a la gente de Acnia enseguida hubo una rebelión contra el gobierno debido a que muchas personas tienen familiares y amigos en otros países, en ese momento Damian Tor presidente de Acnia salio a hablar y dio un discurso en el que se justifico diciendo que todo lo que estaba haciendo ahora era por y para su gente que si no iban a perecer ya que las reservas de agua que el país poseería no eran suficientes, esto no calmo a la gente, pero todos sabían que estaban ante no un presidente si no un dictador y sabían lo que haría si alguien se le enfrentaba -
- ¿Qué ocurrió después? – pregunto sorprendido Víctor quien no podía creer que alguien pudiera nacer sin un corazón.
- comenzaron las desapariciones, protestas, reclamos. Luego de este discurso la gente comenzó a salir a las calles a pintar grafitos como “Detén esta matanza” “No a la guerra si a la igualdad” “Todos tenemos los mismos derechos” luego hubieron protestas, marchas, manifestaciones, pero estas poco a poco se disolvieron debido a que aquellos que eran detenidos no volvían a saberse de ellos, hubo un caso muy famoso entre los ciudadanos que es el caso de Jonathan Borks un periodista alemán que trabajaba para una revista llamada “Vida” en el cual hizo una nota criticando al gobierno y proponiendo una unión mundial, esto consistía en que los limites desaparecieran y que todos los países de la isla libertad se transformaran en un solo estado donde dividíamos el agua de forma equitativa y limitada y así poder vivir muchos años mas en forma pacifica, esta idea llamada la UM, Unión Mundial fue apoyada por todos, pero el periodista que la propuso desapareció al día siguiente y no volvió a saberse de el y dudo que se vuelva a saber, las manifestaciones apoyando la UM se dan en todos lados, pero el temor a los militares Acniano es mas fuerte que el deseo de obtener la unión.
- es una buena forma de conseguir una convivencia pacifica – dijo Víctor hablando mas para si mismo que para Santiago
- si lo es – reconoció Santiago – por esto es que todos lo apoyan, desgraciadamente no se sabe nada de Jonathan Borks debe haber sido asesinado, acá vivimos en guerra pero haya viven en dictadura -
- todos los problemas se terminarían si Damian Tor muriera – dijo Víctor nuevamente mas para si mismo que para Santiago
- no lo creo – opino Santiago – ha causado demasiado daño por más que lograran organizar un golpe de estado y derribarlo aun así no seria sencillo restaurar todo a la normalidad -
- ¿sabes algo de los doce gobernadores y sus familias? –
Se produjo un minuto de silencio en el que nadie dijo nada.
- no, simplemente han desaparecido desde el inicio de ataque y han desaparecido, yo me inclino a la opción que han escapado – intento animarlo Santiago.
- espero – dijo Víctor – aun tengo el sueño de poder juntarme nuevamente con mi familia –
- y te juntaras – dijo la voz de María que tenia el cansancio reflejado en sus ojos mientras se desperezaba – Santiago ¿Cómo te sientes? –
- bien – asintió la cabeza Santiago – siento haberlos asustado es que hacia mucho frió y mi cuerpo no podía resistirlo es la primera vez que vengo caminando en una nevada, tuve que efectuar el disparo así venia alguien por mi, Víctor me salvo la vida, gracias –
Víctor sonrío complacido.
- no hay de que -
- ¿puedes explicar que fue lo que paso en la ciudad? –
Santiago se disponía a volver a hablar cuando Víctor coloco su mano frente a la boca.
- no, no es necesario que lo recuerdes de nuevo, yo te lo explicare más adelante María -
La mujer asintió.
- siento no haber podido conseguir mas agua, pero era imposible entrar en algún lugar allí y decidí volver, estuve descansando en una vieja casa abandona dos días antes de poder animarme a salir, gracias a que dios me cuido desde los cielos he podido volver, conseguí algo de comida y unos juguetes para Gaby tal vez tener con que jugar lo anime y vuelva a hablar -
Víctor asintió y abrió la persiana mirando hacia la ventana.
- ha dejado de nevar – dijo satisfecho – iré a mover las piernas un poco, aun esta frío pero llevo días encerrado y necesito moverme un poco -
- vuelve rápido – le pidió María – empezare a calentar la comida –
Salir un día luego de una nevada es toda una experiencia pensaba Víctor mientras salía afuera y veía como el día seguía frío y todo parecía húmedo a pesar que la nieve se había derretido.
“deseo antes de morir volver a ver el mundo que era antes donde la isla vivía en paz y las guerras externas eran algo que estaba afuera de nuestro alcance”
- no perderé oportunidad de matar a algún militar Acniano de eso estoy seguro -
Luego de caminar por varios minutos en los cuales atravesó los árboles húmedos y camino entre las hojas caídas y la tierra empapada el frío comenzó a apoderarse de Víctor por lo que decidió volver a la cabaña de María.

- ¿seguro que ya estas bien? – Pregunto María colocando su mano sobre el rostro de Santiago – no parece que tuvieras fiebre pero seria mejor que descansaras -
- María no te preocupes estoy bien es que, ahora que Víctor salio hay algo que quería hablar contigo –
La mujer desvío la mirada de la limpieza que llevaba a cabo y se sentó en el sillón al lado de Santiago.
- lamento no poder haber dicho toda la verdad es que no sabía como iba a actuar Víctor si descubría esto -
- ¿de que hablas? –
- yo fui hacia la ciudad en busca de agua pero esto fue un fracaso debido a que era demasiado peligroso x si me encontraban pero sin embargo vi a un joven que estaba pasando por una situación similar a la mía, le ofrecí venir pero se negó, ese no es el punto. Este joven llamado Michael al vivir cerca de la ciudad conocía muy bien la situación actual y el me puso al tanto de todas las noticias de la situación mundial y me contó TODO, eso incluye el destino de los doce gobernadores y el presidente –
- espera, los padres de Víctor ¿que ocurrió con ellos? –
- los rumores dicen que los doce gobernadores a excepción de tres escaparon, pero eso es un falso rumor, fueron encarcelados y dicen que sometidos a torturas, incluso me dijo donde los tienen –
- ¿Dónde los tienen? – la voz de María temblaba de terror
- SI ESO SANTIAGO DONDE LOS TIENEN – Víctor entro en la habitación caminando hacia Santiago a quien agarro del cuello del buzo y lo llevo hasta darle la espalda contra la pared.
- espera Víctor – María intento detenerlo pero su fuerza no era suficiente y Gaby entro corriendo en la habitación y empezó a tirar del pantalón de Víctor pero este ignoro a ambos.
- DIME DONDE ESTAN MIS PADRES –
- suéltame – Santiago puso sus manos sobre el cuello de Víctor, pero la furia de este era demasiado grande -
- MALDITO MENTIROSO, DIME LO QUE QUIERO SABER SI NO QUIERES QUE TE MATE YA MISMO –
- en la vieja prisión de La paz, la capital de Seida –
“La vieja prisión de la paz, aquel edificio que fue la prisión central de Seida durante varias décadas pero fue clausurado cuando se dijo que las condiciones en la que los presos dormían y Vivian el día a día podrían ser consideradas inhumanas, en esa prisión, allí están mis padres y allí es a donde voy a ir”
Víctor dejo a Santiago quien cayó al suelo bruscamente, luego fue en busca de sus cosas –
- ¿A dónde vas? – pregunto María viéndolo hacer su bolso
No es obvio, dejo esta maldita casa y voy a La paz –
Y dichas estas palabras dejo la cabaña cerrando la puerta con un brusco golpe.

Capitulo IX
El militar

B
enjamin caminaba con paso dudoso.
Mientras se tapaba sus oídos con ambas manos apretando con fuerza, como si ello fuera alejarlo de la realidad que transcurría atrás suyo.
Los gritos de una mujer Seidana que era asesinada y violada por ser esposa de un gobernador.
- Benjamin – dijo Gonzalo corriendo hacia su compañero por favor ve ahí estamos de fiesta con la joven esa, además la has visto tiene buen cuerpo -
Benjamin se detuvo y giro hacia su Gonzalo.
Benjamin era un joven de unos treinta y cuatro años de color que hacia cinco años servia a su patria.
Acnia era un país que sentía cierto rechazo hacia la gente de color debido a que la idea en la que habían crecido los Acnianos era la idea de “Superioridad Mental” esta consistía en que los ciudadanos de Acnia eran criados de una forma en la que podían desarrollar sus capacidades intelectuales de forma superior a la gente de otros países, la gente de color que vivía en Acnia eran escasos y llegar al puesto que hoy ocupaba Benjamin tampoco era algo que pudiera hacer cualquiera, dentro del ejercito Acniano su mejor amigo era Mauricio conocido desde la infancia y el único que lo conocía bien u entendía como se sentía, Gonzalo no era de sus personas favoritas por lo que respondió con desagrado.
- cuando me uní al ejercito Acniano fue para servirle a mi patria no para violar a chicas indefensas -
La mirada de Gonzalo cambio de alegría a enojo casi al instante.
- ¿chicas indefensas? Ellos son el enemigo -
- no son el enemigo por voluntad propia, nuestro presidente nos creo UN ENEMIGO porque necesitaba apoderarse de sus reservas de agua -
- tal vez si, tal vez no, lo cierto es que ahora tenemos que exterminarlos como cucarachas – Gonzalo piso con fuerza moviendo el pie haciendo el gesto como si estuviera aplastando un insecto.
- de todas formas prefiero irme a descansar –
Gonzalo iba a quejarse pero al ver que Benjamin seguía sin mirarlo siquiera prefirió callar.
Cuando Benjamin llego al cuarto se acostó en su cama y prendió un cigarro.
“¿porque estoy acá? Mi familia forma parte del MAGM movimiento anti guerra mundial, se ha manifestado en las puertas de la casa del gobernador, tal vez por eso. Si yo no estuviera acá hoy por hoy mi familia habría sido detenida o asesinada hace semanas”
Un suave golpe en la puerta sirvió para que Benjamin saliera de sus pensamientos, Benjamin no supo cuantos minutos habían transcurrido desde que se había acostado hasta que golpearon la puerta pero miro su reloj y se dio cuenta que había estado divagando cerca de una hora.
- adelante – grito Benjamin y en ese instante la puerta se abrió dejando entrar a uno de los soldados en entrenamiento.
- El señor Diron quiere hablar con usted – dijo y a continuación hizo un gesto de inclinación como forma de saludo y se retiro.
Por primera vez en mucho tiempo Benjamin sintió el miedo.
“¿Qué podría querer el general Diron de mi?”
Cesar Diron era el líder militar del ejercito invasor de La paz en Seida”
Ser una persona que se hiciera querer no era una de las principales características de Cesar si no que era una persona con sentimientos que podrían decirse inhumanos mataba a quien tuviera que matar total de conseguir su objetivo.
Cuando Benjamin llego a la puerta en la cual estaba Cesar golpeo la puerta y espero a escuchar la respuesta de adelante.
- pase – respondió Cesar desde adentro, mientras cruzaba la puerta Héctor sentía su sudor en la frente, los nervios reflejado en todo el cuerpo.
“¿y si me dice que mi familia fue detenida?”
- tome asiento – dijo Cesar con su voz gruesa señalando la silla que estaba frente a el con su mano derecha - ¿te, café o algo mas fuerte? Tengo un buen Whisky –
- no gracias, dígame señor ¿Por qué quería hablar conmigo? –
- mire Benjamin usted sabe que es de nuestros mejores soldados, tiene una buena puntería, buena agilidad, pero algo me preocupa –
- usted dirá señor – Benjamin bajo la mirada cuando sus ojos se cruzaban con los de Cesar era imposible negarle algo.
- el soldado Gonzalo me ha hablado sobre la preocupación que siente por usted sabe –
El odio se reflejo en la mirada de Benjamin quien apretó su puño con fuerza.
- mire señor Cesar no es que quiera ir en contra de sus ordenes es que pienso que esto no es la mejor forma de hacer las cosas -
En ese momento mil ideas pasaron por la mente de Benjamin, que Cesar se levantaría y lo golpearía, que le dispararía, que le gritaría sin embargo su superior mantuvo la calma y lo miro con los ojos impasibles, en ellos no se veía reflejado nunca el dolor, el odio, el amor, nada, muchos decían que Cesar Diron era el superior porque carecía de un corazón humano.
- entiendo – dijo únicamente y tomo un trago de la taza que tenia al lado – dígame en que opina usted que esta nuestro error, Benjamin –
En ese momento Benjamin deseo no haber hablado pero ya era tarde para dar marcha atrás.
- en la forma de actuar, los Seidanos son seres humanos como nosotros, tienen los mismos derechos, no es usted señor es TODOS, Acnia se esta equivocando en su forma de actuar, el presidente tendría que buscar una forma pacifica de solucionar este problema -
- entiendo tu forma de pensar – dijo Cesar – pero tu debes saber que no hay otra forma de llegar a nuestro objetivo, ¿crees que a nosotros nos gusta lo que hacen? –
- LA FORMA DE LOS SOLDADOS DE ACTUAR ES UNA FORMA INHUMANA DE ACTUAR –
- matar o morir Benjamin ese es el método de actuar, Damian Tor simplemente hace lo mejor para su gente –
- No creo que lo mejor sea encerrar a aquellos que están en contra de su ideología en una celda o que estos “desaparezcan”- el tono en el que Benjamin dijo esta última palabra fue para hacerla resaltar.
Cesar se levanto con furia y golpeo el escritorio con el puño fuertemente haciendo volcar café de la taza.
- Benjamin usted sabe que su familia forma parte del movimiento revolucionario que se opone al gobierno de Damian Tor, como recompensa por sus servicios ellos siguen en libertad, pero no se confíe, usted traiciona a la patria y su familia cae presa de por vida, yo mismo me asegurare de eso -
- ¿acaso es una amenaza?- el temblor de la vos de Benjamin se hizo demasiado notorio provocando una risa en la vos de Cesar cuando hablo.
- tómelo como usted quiera, retírese por favor ahora que necesito pensar –
Benjamin asintió con la cabeza y se retiro.
A los pocos segundos la puerta volvió a abrirse nuevamente pero esta vez no fue Benjamin quien entro si no que fue Gonzalo.
- tenías razón – dijo Cesar levantándose de su silla y mirando por la ventana que reflejaba el brillo del sol – no dudo que de un momento para el otro este soldado nos traicione, da la orden de detener a su familia pero que NO se le sea comunicado -
Gonzalo asintió con la cabeza.
- serás recompensado - dijo Cesar – vamos que iré a la cámara de torturas a ver a la detenida-

La cámara de torturas era el lugar mas inhumano de toda la base militar, allí los detenidos eran torturados y obligados a decir todo lo que saben usando métodos poco humanos.
Tras asentir nuevamente Gonzalo abandono la habitación primero y atrás suyo iba el gran Cesar quien agarro su taza de café y lo comenzó a tomar lentamente descendiendo por las escaleras.
“el ejecito Acniano no pueden soportar débiles como tu sin embargo, si te matáramos generaría problemas dentro del ejercito ya que enseguida se percatarían de la ausencia de el hombre y los soldados comenzarían a preguntarse si están a salvo aquí, no puedo arriesgarme a generar un problema dentro de la fuerza militar aquellos que nos sirven deben sentirse en cierta forma invencibles cuando están a mi servicio, debo buscar una forma de detenerlo”
Mientras estaban llegando Gonzalo hizo un gesto a Cesar y abandono el lugar y así fue que dio la orden de detener a la familia de Benjamin fue dada en absoluto secreto.
Los militares tenían prohibida la comunicación con sus familiares mientras se encontraban sitiando una ciudad así de esta forma no mezclaban la parte sentimental con el servicio que servían al gobierno Acniano.
Así que ocultar la noticia de la detención de la familia de Benjamin no tenia que resultar ningún problema pensaba Cesar.
Finalmente Cesar entro en la cámara de torturas.
Era un lugar sin luz prácticamente de gran tamaño donde lo único que había era una estantería con varios instrumentos de tortura y una carreta.
Frente a la puerta había una silla.
Gonzalo volvió luego de quince minutos con la prisionera que fue sentada en la silla.
Era una mujer de unos cuarenta años que tenia el pelo descuidado y estaba sucia de pies a cabeza.
La mujer tenía la mirada fija en el piso y no dejaba de llorar llena de pena y dolor.
- ¿Qué le han hecho a mi marido? – pregunto cuando Gonzalo la sentó en una silla.
- tu marido esta donde tiene que estar, danos la información que queremos –
La mujer comenzó a llorar descontroladamente, hasta que Cesar se levanto y con su mano derecha la golpeo en la cara con toda su fuerza.
Enseguida cambio la mirada de aquella mujer que miraba para todos lados confundida parecía que no sabia donde se encontraba.
- llama al soldado Benjamin – dijo Cesar
Gonzalo asintió y abandono la habitación.
- ¿Qué harán conmigo? – pregunto llorando
- cállate – dijo Cesar – uno de nuestros hombres será el que te sacara la información que sea necesaria y luego de eso serás libre –
- ¿y veré a mi marido nuevamente? – pregunto la mujer esperanzada
- posiblemente pero solo si cooperas –
La mujer asintió.
Cesar sonrío y abandono la cámara de torturas pero no sin antes mientras tenía una mano en el pestillo de la puerta dar la vuelta y mirar a la mujer.
“idiota. En verdad tienes esperanza te aseguro desde el fondo de mi corazón que tu no volverás a ver la luz nunca mas”
Luego abandono la cámara dejando a la mujer sola en ella.
Gonzalo vino trayendo a Benjamin con el.
Cesar sonrío al ver la cara del soldado asustado.
- he decidido algo Benjamin podemos olvidar todo lo ocurrido pero solo si consigues lo que quiero, allí hay una mujer, es esposa de un ex gobernador, necesito que averigües lo que sea sobre los planes del ex presidente o de alguno de loas gobernadores, después que lo consigas mátala no nos será mas útil -
La mirada de Benjamin en ese momento era de terror puro y miles de cosas pasaron por su mente.
- siempre fui un soldado fiel – dijo luego de varios segundos de silencio – pero esto es demasiado, abandono el servicio militar -
- ¿sabes que tus familiares han estado en una nueva protesta? –
Benjamin no dijo nada, Cesar señalo la puerta y el soldado morocho entro en ella cerrándola de un portazo.
- prepárate Gonzalo, dentro de poco daremos la señal de que el soldado Benjamin traiciono a su patria cuando intento liberar a una delincuente altamente peligrosa -
Benjamin entro observando fijamente la mirada asustada de aquella mujer.
- por favor – rogó esta al ver al soldado – solo quiero volver con mi hijo y con mi esposo -
- no te preocupes, todo estará bien – mintió Benjamin mentira que le dolió enormemente - ¿Cómo te llamas? –
- Romina – respondió esta con vos suave – por favor ayúdame, yo no hice nada, solo quiero encontrar a mi esposo Martín y a mi hijo Víctor -

Capitulo X
Traición


R
omina tenía los ojos llenos de lágrimas y Benjamin sentía el remordimiento de sus actos.
Fuera suyo a tan solo unos metros el sabia que Cesar Diron esperaba escuchar un disparo que diera aviso que Benjamin había cumplido su cometido.
- ¿Qué sabes de mi esposo? – Pregunto la mujer llorando – el otro hombre me dijo que me llevaría con el -
“le dijo que la llevaría con el, me uní al servicio militar pensando que Acnia era un país justo que impartía justicia a todo el mundo, nunca pensé que haríamos esto, pero mi familia ira presa en el caso de que yo no obedezca lo que ellos quieren, no se que hacer debo decir la verdad”
- tu esposo se ha suicidado hace dos noches, lo lamento -
Romina no dijo nada, no hablo, no lloro, los nervios invadían a Benjamin ¿Qué iba a hacer?
La mujer parecía que no entendía lo que pasaba y no comprendía la realidad, esta dirigiéndose hacia el camino de la locura.
- te mataran a ti también, yo puedo ayudarte pero necesito que cooperes conmigo -
- para que si mi marido esta muerto – la mujer dirigía la mirada al suelo y no levantaba la vista en ningún momento.
- por tu hijo, dijiste que tenias un hijo llamado Víctor y por el tienes que salir adelante, escúchame ¿sabes algo sobre la ubicación de los otros gobernadores que continúan en fuga? –
- mi marido dijo algo acerca de una reunión de dirigentes y que luego de eso todos se habían separado y perdido contacto, nadie sabe nada de nadie, necesito irme con mi hijo y pedirle que me perdone –
Ya estaba.
Esa era la información que necesitaba Benjamin, coloco su mano sobre el arma que estaba en la funda de su cintura.
“un solo tiro y los lamentos de esa mujer abran terminado, es lo que Cesar espera, mi corazón y mi mente luchan entre si. Mi deber contra mis sentimientos, debo obedecer debo salvar a mi familia pero no puedo matar a una mujer que busca desesperada a un hijo perdido”
Benjamin saco el arma de la funda y la apunto en dirección a Romina.
- lo lamento - dijo pensando que su valor iba a llevarlo a hacer lo que tenia que hacer pero enseguida le gano su parte emocional y al momento de disparar el tiro dio contra la pared.
Romina cayo al piso sujetándose la cabeza temblando de miedo y Benjamin coloco sus dos dedos medianos en su boca haciéndole señal de silencio, la mujer asintió.
La puerta se comenzó a abrir lentamente entrando Cesar en la habitación.
- arrójate al piso – dijo casi en un susurro Benjamin y Romina se acostó en el suelo como si estuviera muerta.
- vaya, vaya Benjamin me has sorprendido mas de lo esperado nunca creí que tendrías el valor para asesinar a esta mujer ¿has averiguado donde se encuentran los enemigos del estado? -
- cierra la puerta – dijo Benjamin sacando su arma y apuntando directo a la cabeza de Cesar – sabes que tengo buena puntería un movimiento y tú cabeza explotara –
Cesar comenzó a reír por lo bajo aunque dudaba que Benjamin le disparara sabia que tenia que obedecerlo.
-¿me mataras? Ja, ja, ja, eso quiero verlo yo mismo- mientras decía esto a pesar de sentir temor no dejaba de reír.
Romina se levanto del suelo y miro a Cesar con odio.
- esto es considerado traición a tu patria Benjamin, puedes matarme y escaparte pero te aseguro que te buscaran y te mataran y no tendrán piedad contigo -
- SILENCIO -
El arma de Benjamin no dejaba de apuntar a la cabeza de Cesar.
Luego la bajo hacia el corazón del hombre.
- me uní al ejército para imponer justicia, para que lucháramos contra la injusticia en el mundo, pero no para matar inocentes -
- el sacrificio de muchos es el beneficio de algunos elegidos Benjamin, son seidanos a nadie les importa lo que les pase pero nosotros. necesito sobrevivir, somos los elegidos, tal vez en unos años busquemos una forma para que la raza humana pueda vivir sin la necesidad del agua y nuestro laboratorio trabaja en eso pero si seguimos así dentro de algunos años moriremos, necesitamos tiempo acabando con estos países inferiores apoderándonos de sus industrias de agua podremos avanzar, seremos superiores, llegaremos a donde nadie ha llegado, SEREMOS LOS UNICOS SOBREVIVIENTAS AL FIN DE LA RAZA HUMANA –
- bastante utópico tu pensamiento – dijo Benjamin sin dejar de apuntarle – pero no es el método adecuado, podemos negociar, la unión mundial es la mejor idea que se ha creado compartiremos buscar una forma equitativa de dividir el agua -
- lo siento Benjamin ¿Qué Haras? Me retendrás acá para siempre, no lo creo –
Romina miraba nerviosa a Benjamin quien daba señales de comenzar a dudar de sus actos.
- el tiene razón Benjamin debes matarlo de una vez – dijo ella mirando con odio a Cesar y luego buscaremos una forma de acabar con esto -
- matarme JA hazlo –
Benjamin comenzaba a transpirar de los nervios sabia que tenia que actuar y rápido pronto alguien vendría a ver que ocurría.
No hay salida, se decía el soldado en su mente.
Entonces la puerta se abrió lentamente.
Benjamin desvío su mirada de Cesar para ver quien era que entraba, esto era la oportunidad que el general esperaba, aprovechando este segundo de distracción coloco su mano en la cintura con intención de sacar su arma, Romina al ver este movimiento se abalanzo sobre el soldado ambos cayeron al suelo.
Gonzalo quien tras abrir la puerta lentamente entro en la habitación confundido al ver lo que ocurría y se dio vuelta como para salir a buscar ayuda pero el arma de Benjamin había cambiado de objetivo, ahora lo apuntaba a el.
¿Dudaría Benjamin a la hora de matarlo? Se preguntaba este.
Romina al caer sobre Cesar sin que este tuviera tiempo de sacar su arma comenzó a golpearlo fuertemente contra el piso, la cabeza del líder militar del área Seidanos chocaba con fuerza contra el suelo hasta que finalmente perdió el conocimiento dejando debajo de si un lago de sangre.
Ya no había vuelta atrás.
Romina se levanto sujetándose la cabeza con las manos observando al hombre inconsciente abajo suyo y Gonzalo temblaba de miedo al ver que tenia un arma apuntándolo al pecho, a su jefe inconsciente si no era muerto y el desprotegido.
- sospeche que algo ocurría cuando vi que entraba el general pero luego de varios minutos no salía – dijo Gonzalo en un desesperado intento por hacer que Benjamin cambiara de opinión – y tu te has convertido oficialmente en un traidor a tu patria que te de dio de comer, te dio educación, una vida y tu dejas todo por una mujer a la cual no conoces -
Las palabras de Gonzalo afectaron a Benjamin en lo más profundo de su corazón, pero aun así no dejo de apuntar al soldado.
- deje a mi familia a mi hijo Michael con mi esposa Jazmín en mi casa solos mientras yo era enviado a la guerra sin posibilidad de oponerme, no había chance de negarme a esto ¿sabes? Pero aun así pienso en ellos día, tarde y noche Gonzalo ¿no has dejado familia, una vida? Alguien te tiene que estar esperando allá en tu hogar, sin embargo vienes acá y me piden que mate a una mujer que busca a su hijo y a su esposo que ya ha fallecido asesinado ¿Qué crees que pienso? En mi mujer, si fuera ella la que me buscara a mi y a mi hijo y un hombre en mi misma posición la quisiera matar, quiero volver con mis padres, con mi familia, despertárseme con mi hijo cada mañana y un desayuno servido, ver el noticiero mientras Michael juega con los muñecos de acción a que es un superhéroe, pero no puedo por esta MALDITA GUERRA, ahora tomare mis propias decisiones, lo siento –
Gonzalo no tuvo tiempo de hablar o quejarse el disparo que dio Benjamin fue directo al corazón del soldado dejando que su vida fuera solo un recuerdo, el cadáver del hombre cayo al suelo silenciosamente.
Romina no dijo nada ni tampoco Benjamin lo hizo, Cesar seguía inconsciente y Gonzalo estaba muerto, ya no había vuelta atrás.
- debemos esconder los cuerpos – dijo Benjamin tras varios minutos de silencio, pronto vendrá alguien a ver si esta todo bien -
Romina asintió con la cabeza, sabía que lo mejor era terminar de matar a Cesar, pero el soldado no lo haría y ella no quería cargar con una muerte en su conciencia por más merecida que esta fuera.
La horrible cámara de tortura militar estaba compuesta por una silla donde era sentada la persona a la que se la iba a “interrogar” luego de haber recibidos seguramente varios golpes, en una esquina había una estantería donde había varios instrumentos de tortura como esposas, cuchillos, trinchetas, martillos, destornilladores, un fierro, algunos químicos que podían resultar altamente peligrosos si recibían contacto con la piel, entre otros instrumentos.
- allí esconderemos los cuerpos – dijo Benjamin y le hizo un gesto con la mano a Romina para que esta lo ayudara a cargar el cuerpo de Gonzalo, esta asintió y el cuerpo fue llevado a uno de los rincones de la cámara de torturas donde no llegaba la luz prácticamente ya que era una habitación cerrada y con poca iluminación.
- “tengo una idea para salir de aquí espero que funcione” se dijo el soldado mientras con su mano derecha se secaba el sudor del rostro.
Alguien la puerta.
- ¿hola? – dijo una vos que Benjamin identifico como Mauricio, el único militar de todos que en verdad consideraba un amigo, único soldado de toda la base en la confiaba y en verdad apreciaba – alguien me dijo que había sonado dos disparos y quiero saber si todo esta bien-
- si – grito Benjamin haciendo gestos a Romina para que no hiciera el mínimo ruido – es solo que Cesar me pidió que terminara con una mujer, odio hacerlo pero tenía que cumplir ordenes-
- ah Benjamin eres tu – dijo el soldado y por el tono de vos Benjamin comprendió que se sentía mal por el – después hablaremos del asunto ¿necesitas ayuda con el cadáver? Por cierto necesito hablar con Cesar ¿lo has visto?–
Benjamin dirigió otra mirada al cuerpo de Cesar que seguía inmóvil en el suelo cubierto de sangre tras los golpes recibidos por Romina.
- No – dijo al soldado llamado Mauricio que estaba detrás de la puerta – ah ahora que lo mencionas creo que el y Gonzalo iban a salir -
- gracias, adiós – se oyeron los pasos del soldado alejándose por el pasillo.
- no tardaran mucho en darse cuenta de la mentira debemos apurarnos –
Romina asintió y rápidamente colocaron el cuerpo inconsciente de Cesar Diron encima del cuerpo de Gonzalo.
- la salida esta vigilada – explico Benjamin – esta es una base militar por ende todo esta vigilado cada centímetro a excepción de la oficina del general Diron y de la cámara de torturas, por ende no podemos escapar por ningún pasillo ya que enseguida se percataran de que algo ocurre, aproximadamente-
Ambos se quedaron pensando, Benjamin estaba seguro que Mauricio no tardaría en darse cuenta de que Cesar y Gonzalo no habían salido y pronto iría alguien a la oficina de Cesar a ver si estaba y en todo caso volvería a la cámara de torturas.
- ¿Qué hacen con los cadáveres una vez asesinados? –
- los arrojamos en una fosa común cuando esta se llena son enterrados – dijo Benjamin mientras pensaba como escapar.
- ¿Qué tan cerca están las fosas de la salida?-
- estarán a unos veinte metros – reflexiono mentalmente Benjamin.
- ¿Cómo transportan a los cuerpos desde acá hasta las fosas donde los arrojan? -
Benjamin señalo una carreta roja de fierro que estaba estacionada al lado de las herramientas de tortura.
- es la única oportunidad, ¿Cuántos vigilan la entrada? –
- perfecto, no entiendes, me transportas como si fuera un cuerpo en esa carreta hasta la entrada y así podremos escapar –
- no es tan fácil si bien eso nos acerca mas a la entrada sin que los que vigilan las cámaras de seguridad sospechen de nosotros aun hay dos militares vigilando la entrada principal a la base –
- es eso o morir aquí y esperar a que descubran la verdad –
- tienes razón – opino Benjamin quien aun estaba confuso.
“debo escapar de aquí y ponerme en contacto con mi familia en cuanto se descubra de mi traición Irán por ellos”
Finalmente Benjamin cargo a la mujer en la carreta roja quien se hacia pasar por muerta, así abandonaron la cámara de torturas de la base militar Seidana.
Mientras Benjamin conducía la carreta sintió el miedo, varios oficiales que le pasaron por al lado pero apenas se fijaron en el, tres lo saludaron únicamente con un gesto al que respondió y continuo su camino.
Un grito hizo que se alteraran.
- CESAR Y GONZALO ESTABAN CONTIGO EN LA OFICINA BENJAMIN, PREGUNTE A LOS OFICIALES DE LA ENTRADA VOLVE ACA -
Este no se fijo en quien era porque ya sabía que Mauricio, continuo corriendo saliendo por la puerta hacia las zona de las fosas.
- Benjamin no me obligues a dispararle a un compatriota pero mas que nada a un amigo -
Todo estaba perdido, lo habían descubierto.
Romina salio de la carreta que al bajarse, agarro de ella arrojándola hacia Mauricio quien casi es interceptado por la misma, pero al menos eso sirvió para dar unos segundos de ventaja a Benjamin y a Romina quien corría a gran velocidad.
Atrás sonaba la alarma, ya habían visto a ambos correr por las cámaras.
Un disparo sonó cercano a ellos, había sido Mauricio pero Benjamin supo que este había disparado a errar apropósito, tenia buena puntería podría haber matado a Benjamin si hubiese querido, este continuo corriendo agarrando de la mano a Romina.
Cuando llegaron al gran portón al cual acababa de entrar un camión militar por lo que continuaba abierto Benjamin observo la confusión reflejada en los rostros de los militares que custodiaban la entrada a la base.
Al ver correr a Benjamin hacia ellos uno pareció tranquilizarse.
- ¿Benjamin que ha ocurrido? – Pregunto este – la alarma suena no sabemos si dejar el puesto o ir a ayudar -
- me han encomendado transportar a la detenida a la base de la ciudad Divino porque es peligroso seguir acá, luego les explicaran, déjenme ir -
El soldado que se llamaba Rodrigo y era amigo de Benjamin asintió pero el otro al cual Benjamin conocía únicamente de vista mostró su desconfianza ante la situación.
Benjamin y Romina corrieron hacia el portón cuando a dos metros de salir de la base el grito de DETENGANLOS, realizado por un soldado al que Benjamin no reconoció, pero este alerto a ambos soldados que algo pasaba, .
Rodrigo miro a Benjamin confundido sin saber que hacer pero el otro saco su arma sin dudar, hubiera llegado a disparar a Benjamin si no fuera que Romina había robado el arma a Cesar y con esta disparo al soldado quien hirió en el hombro.
Una vez abandonada la base con el completo caos tras ellos, ambos doblaron por una calle luego corrieron dos cuadras directo y entraron en las ruinas de un viejo edificio que había sido destruido durante la invasión y se escondieron allí.
Mientras ambos permanecían escondidos pudieron escuchar como los pasos militares, algunos camiones recorrían la zona en su búsqueda pero donde estaban el sol no daba y era casi imposible verlos tapados tras una parte que anteriormente había pertenecido a un muro que separaba el edificio del resto de la ciudad de La paz.
“ahora debo buscar la forma de comunicarme con mi familia y lograr escapar sin ser visto, hay un mundo en el que se puede vivir sin tanta violencia y yo voy a luchar porque ese mundo sin violencia sea real”

Capitulo XI
El Zorzal

L
os pasos de Víctor eran decididos quien a pesar de saber que había salido demasiado pronto cuando tendría que haber planeado con más exactitud lo que iba a hacer no iba a volver atrás ya que estaba totalmente decidido a seguir hacia delante.
María, Santiago y Gaby ya nadie importaba.
El frío invierno seguía azotando el rostro de Víctor que aunque intentaba seguir caminando le costaba cada vez mas.
Aprovecho su soledad para pensar en su vida.
En como todo había cambiado radicalmente.
Un año atrás con ese frío en vez de estar afuera intentando buscar a su madre y sus padres secuestrados en una prisión estaría acostado viendo tal vez una buena película tomando un poco de un café caliente y varias frazadas arriba.
El cielo estaba nublado.
“madre” dijo con lágrimas en los ojos arrojándose al suelo con furia, la niebla dificultaba mucho la visibilidad y si algunos los buscaba de la cabaña no lo encontrarían.
Quería volver y planear una mejor forma e dirigirse hacia la prisión de La paz pero sabía que eso era imposible.
Finalmente sin saber si se encontraba enojado, deprimido o contento Víctor se sentó contra un árbol Eucalipto de gran tamaño.
El suelo este todo embarrado y el árbol se sentía húmedo pero eso no le importo al joven quien cerró los ojos con tranquilidad, por primera vez se sentía tranquilo, no tenía a María, no tenia a nadie cerca que lo alarmara.
Así pasaron varios minutos en las que para Víctor fue imposible conciliar el sueño pero aun así podía sentir como su cuerpo recuperaba cansancio.
Fue entonces cuando escucho aquel raro canto que provenía de la copa del árbol.
Entonces supo a que ave pertenecía.
Levanto la vista hacia arriba intentando ver a la pacifica ave pero fue imposible, usando sus pocas fuerzas Víctor se levanto del suelo y comenzó a buscar con la mirada a aquel animal que tanto admiraba desde chico.
Y hay estaba.
Parado en una rama que sobresalía del Eucalipto el zorzal cantaba para que todos admiraran su bello y peculiar canto.
El zorzal era un ave no llamativa por su tamaño si no más bien que es un ave chico.
Este en especial era un zorzal con unas alas de un marrón, más bien de un marrón claro y un pecho de un amarillo comparable a un canario y un pico amarillo y bien pequeño, este cantaba con la cabeza vista al frente.
El momento en el que Víctor había aprendido sobre este animal era un momento que siempre tendría guardado en su memoria por más que pasaran los años.

- ves Víctor y este ave que tanto quieres – dijo Martín uno de los tantos gobernadores de Seida quien enseñaba a su hijo, un niño de tan solo diez años el nombre de las aves que tanto admiraba – es un zorzal un ave peculiar con un canto distinto a los demás pero muy hermoso –
- esta ave se llama Freddy – dijo el niño colocando sus dedos sobre los barrotes de la jaula y colocando un poco de comida de ave en el tarro de comida del animal.
- Freddy que nombre peculiar ¿Por qué lo has elegido?
- no lo recuerdo – se disculpo Víctor mientras acariciaba el lomo del ave que comía.
- bien hijo ahora debo irme – dijo Martín dando media vuelta como para irse pero Víctor lo agarro del traje con su mano derecha.
- sabes padre nunca tenemos tiempo para hacer algo juntos por tu trabajo, quédate un rato mas, por favor -
El niño miro esperanzado a su padre.
- me encantaría hijo pero debes entender que soy un hombre ocupado, pero nunca dudes de algo, te quiero hijo-
Tras decir esto Martín se había alejado con paso decidido y Víctor lo observo atravesar el jardín hasta que finalmente se perdió de vista.
El joven continuo acariciando el lomo del ave mientras esta terminaba de comer.
- sabes Freddy, nunca me había dicho que me quería, mama dice que es debido a que es un hombre ocupado y que es distraído pero aun así estoy feliz que lo haya hecho-
Alegre el niño se alejo a los saltos mientras el ave cantaba atrás suyo como si en ese canto reflejara que compartía la alegría que ese niño sentía como si fuera suya.

“soy un idiota” dijo Víctor al notar que tenia los ojos llenos de lagrimas “ver un simple ave cantar me hizo llorar, no quería recordar eso, padre, si tan solo hubieras tenido un minuto de tu tiempo para mi”
Escucho el aleteo de unas alas en el cielo alejándose de aquel viejo y húmedo árbol y en ese momento Víctor supo que al levantar la vista aquella ave que tantos recuerdos le traía se había ido.
Con rencor Víctor arrojo la mochila al suelo.
“tengo sed” se dijo arrodillándose junto a la mochila y sacando una pequeña botella con algo e agua.
El trago que pudo tomar fue un pequeño sorbo debido a que era poco y aun quedaban horas de caminata.
Debido a que aun quedaban un par de horas para llegar hasta la ciudad de La Luz, luego que terminaba la ciudad venia una gran pradera y luego comenzaba la ciudad de La paz.
Seida era un estado que sus ciudades se destacaban por tener nombres llamativos haciendo referencia a las mejores virtudes de la vida, ejemplo La paz, Amor, Inteligencia, aunque también recibía criticas de otros países diciendo que estos nombres mas que una enseñanza demostraban idiotez.
- el zorzal se perdió de vista, ESTA BIEN DEJAME SOLO MALDITA AVE NO NECESITO A NADIE -
Víctor volvió a patear la mochila con fuerza, pero esta vez todas las cosas cayeron al suelo.
Incluyendo un pequeño sobre.
“La carta” mi padre me dijo que la abriera exclusivamente cuando me sintiera preparado para hacerlo ¿estoy preparado?
- VICTOR – escucho una voz que gritaba que reconoció como la vos de María
- María deja de gritar, ya debe estar muy lejos de aquí – este era Santiago – volvamos con Gaby –
- no, no lo dejare solo –
Silenciosamente Víctor se escondió dando la vuelta al árbol para que estos no pudieran encontrarlo.
Los gritos prosiguieron y Víctor pudo ver como se alejaban hasta que se perdieron de vista.
Ya solo se escuchaba un pequeño eco de los gritos de María llamándolo desesperado.
“están preocupados por mi, padre no se si este es el momento que esperabas pero se que ahora estoy preparado para leer esto es ahora o nunca”
Lentamente rompió el sobre que contenía la carta escrita con puño y letra de su padre.
Mientras los gritos de María y de Santiago ya no se sentían y el frío invierno.
Iban a seguir buscándolo sin imaginar que el se encontraba atrás de ellos.
Finalmente empezó a leer la carta que tanto tiempo había guardado y cuidado como si fuera oro, algo en el decía que su vida no seria igual luego de leer aquel contenido escrito a mano por su padre, pero Víctor no sabia que tan verdad era eso:
Querido hijo solo dios y tu saben el tiempo que ha pasado desde que escribí esto hasta el momento en que tus ojos recorran por las palabras escritas.
No se si seguiré vivo en esa época, ni cuantas cosas abran pasado desde ese entonces.
Capaz que nos encontramos con un fuerte abrazo y estamos viviendo con tu madre feliz sin que tú leas estas palabras que pueden transformar todo el amor que ahora sientes por nosotros en un odio profundo, pero no juzgues mis actos, espero que William te haya dejado sano y salvo.
Ahora te revelare el oscuro secreto que te he ocultado desde toda tu vida, tu madre tiene una enfermedad que la imposibilita para tener hijos.
Si Víctor tu no eres nuestro hijo de sangre aunque si de corazón, cuando comencé a sospechar que se avecinaba la guerra supe que era la hora de que supiereis la verdad, tu verdadera madre es una pobre mujer que no tenia los recursos para mantenerte y yo aunque ahora lamento lo que hice en ese momento lo creí correcto, al menos para nosotros.
Con los años me di cuenta de mi error al igual que tu madre, si Romina sigue siendo tu madre a pesar de todo, pero ya era tarde para reparar nuestro error, nos cuidamos de la prensa durante el “embarazo de tu madre” te he devuelto a los brazos de ella hijo, María.
Si ella vive contigo en este momento es porque siempre tuvo que ser así.
Desde el principio.
No nos odies, por favor, cuídate y vive feliz y por favor olvídate de nosotros ahora empieza una nueva vida.
Adiós hijo

Te quiero

Capitulo XII
El niño que habla

L
as lagrimas salían de los ojos de Víctor, su rostro estaba transformado en un mar inmenso de lagrimas y dolor cuando la carta salio de su mano lentamente y dio a parar en el suelo contra el árbol la aplasto con el pie derecho y continuo pisándola con fuerza hasta que esta se deshizo.
Mientras aplastaba la carta sintió como las primeras gotas de lluvia comenzaban a decender del nublado cielo y a caer sobre su rostro y mojando su cuerpo y ropa.
Que importaba ya.
Nada, ya nada importaba.
Los pasos de Santiago y de María volvían a acercarse.
Víctor se había levantado y ahora estaba parado apoyado con su brazo derecho sobre el árbol, la lluvia comenzaba a aumentar y los pasos de Santiago y María estaban cada vez mas cerca.
Entonces finalmente llegaron y lo vieron parado sobre el barro, mojado completamente y apoyando en el árbol.
- Víctor OH dios Mio ¿que ha pasado? -
Este no hablo, ni siquiera levanto la vista que se mantenías fija en el cielo pero realmente su cabeza no pensaba en nada en ese preciso momento.
Entonces se desplomo sobre el suelo cayendo sobre los brazos de María quien se tuvo que agachar al recibir el peso del cuerpo de su hijo.
Santiago los miraba atónito y María estaba en el suelo sentada de rodillas con Víctor entre sus brazos mientras el preso de la confusión y el sufrimiento había perdido el conocimiento.
Entre los dos cargaron al joven y lo llevaron de regreso a la cabaña.
El clima estaba empeorando.
Al llegar Santiago distinguió la cara de preocupación del niño que se arrodillo sobre el joven herido.
Ambos colocaron a Víctor en el colchón y lo taparon con varias frazadas.
El viaje cargando el cuerpo inmóvil de Víctor había durado dos horas debido a que este se había alejado dos kilómetros por lo que ambos adultos agotados quedaron dormidos enseguida en el sillón mientras Gaby vigilaba a Víctor.

Santiago fue el primero en abrir los ojos.
El primer pensamiento que le paso por la mente fue ver como seguía Víctor.
Era plena noche y Gaby se había quedado dormido sobre el hijo del ex gobernador, María continuaba durmiendo profundamente.
“son las tres y cuarenta de la mañana” pensó consultando el reloj, quería dormir pero sabía que era inútil por lo que decidió levantarse, vestirse y salir a recorrer el bosque.
La noche estaba fresca, mucho peor de lo que había sido la mañana el cielo nublado ocultaba la luna y Santiago sabía que pronto habría una nueva nevada.
“señor estoy haciendo todo para cuidar de Gaby, solo cuídenos desde arriba”
Normalmente Santiago no era un hombre religioso, no creía en dios, en la iglesia o en algún santo pero en esta época necesitaba creer y tener fe si no se habría hundido en la peor de las depresiones.
Unas pisadas atrás suyo lo percataron de que alguien estaba a su lado.
Dio un giro rápido aprontando los puños por si tenía que atacar a algún soldado Acniano pero se calmo rápidamente.
No era ningún militar, si no Gabriel.
Santiago se arrodillo y atrajo al niño que tenia los ojos vidriosos hacia el.
- calma Gaby estoy aquí – dijo calmando.
El niño abrazo con fuerza al hombre.
“soy lo único que tiene” pensó Santiago mientras se levantaba del suelo.
- ¿Qué te parece si vamos adentro? – Opino Santiago – esta frío como para quedarse aquí afuera -
“Para que hago la pregunta si se que no me va a responder, Daria mi vida porque ese niño volviera a hablar y a sonreír”
- no, vamos a quedarnos aquí – respondió Gaby con la vos aguda que el tanto recordaba Santiago.
Los ojos del antiguo mayordomo se llenaron de lágrimas que recorrían su rostro.
- Gaby has hablado -
Al igual que el mayordomo el niño también lloraba.
“esto nos significa que ya este bien ni que ha olvidado el horrible hecho que aconteció con su familia pero si es una evolución, yo lo ayudare no a que olvide a su familia si no a que aprenda a vivir con ese recuerdo”
El niño asintió con la cabeza.
Por el momento no hablaría de nuevo, Santiago no lo presionaría sabia que en un tiempo todo volvería a ser como antes.
Ambos se sentaron sobre un tronco que seguramente había caído durante la tormenta del día anterior.
- Gaby te quiero hacer una promesa – dijo Santiago con la vista fija en el suelo.
- si – dijo este
- no dejare que te pase nada, tu y yo tendremos una vida juntos –
Ambos se quedaron varias horas sin decir nada, sabían que la compañía del otro bastaba para sentirse seguro y protegido, ambos necesitaban aclarar las ideas, casi sin darse cuenta recostado en aquel tronco y bajo la fría noche de de invierno q azotaba a los bosques seidanos Santiago se quedo dormido y el niño al verlo descansar tan profundamente a pesar del frío también durmió allí al aire libre, experiencia que nunca había vivido.
Los primeros rayos del amanecer fueron los que despertaron al mayordomo.
Al darse cuenta de la situación tras levantarse camino hacia el niño haciéndole un gusto para que se despertara, colocando su mano derecha sobre el hombro de este y moviéndolo con delicadeza.
- despiértate – dijo Santiago y el niño abrió los ojos lentamente y sonrío – debemos ir a ver como se encuentra Víctor además puede que María se preocupe innecesariamente, vamos – este asintió y se preparo para levantarse cuando un grito los hizo alterarse.
- alto – dijo una voz camuflada por los árboles – o juro que disparare sin la más minima piedad -
Santiago levanto las manos temblando de miedo.
- por favor no le hagas daño al niño, déjalo aquí, yo escape de las manos del ejercito Acniano si vas a matar a alguien que sea a mi -
- ¿un niño? – dijo una voz femenina también oculta entre los árboles
Gabriel había quedado nuevamente silenciado por el miedo, temía por su muerte pero más por la de Santiago.
Mientras que el mayordomo temía por el niño, no sabia bien cuantos eran pero si que era un mínimo de dos personas, un hombre y una mujer y que la oscuridad de la noche no les permitía ver donde estaban sus agresores, un disparo podría ir hacia el o hacia Gabriel en cualquier momento sin que el Santiago pudiera prevenirlo.

Capitulo XIII
Madre e hijo

V
íctor se despertó bañado en un mar de sudor y de dolor, sentía el cuerpo ardiendo y sabia que tenia fiebre pero esto era lo que menos le importaba.
María dormía a tan solo unos metros de el.
¿Seria verdad? Pensaba mientras se limitaba a observar a la veterana mujer dormir.
Toda esa vida que había tenido siempre rodeada de lujos y de modernidades, llena de privilegios y facilidades era obtenida a bases de un engaño y de un robo, de un niño robado de brazos de su madre, de la mujer que iba a cuidarlo y a darle un futuro.
María abrió los ojos aproximadamente una hora después que su hijo Víctor quien en todo momento se había quedado observándola envuelto en una serie de confusos pensamientos.
- Víctor como te encuen… - comenzó a decir la mujer pero Víctor la interrumpió
- ¿has tenido hijos María? –
La mujer bajo la cabeza, Víctor noto como los ojos se le llenaban de lagrimas, lo único que no esperaba escuchare era esa pregunta.
- nunca – respondió la mujer no sonando muy convincente, por lo que quedo en evidencia que mentía.
- entonces ¿Por qué lloras? – dijo Víctor a quien le aceleraba el corazón, del resultado de esa conversación dependía su futuro.
- basta de preguntas, ¿Cómo te encuentras? – dijo María evadiendo el tema
- María confía en mi – dijo el joven intentando hacer que su madre se sincerara con el – dime la verdad, como si… como si yo fuera tu hijo –
La mujer rompió en un llanto tan sincero que ni la palabra de aliento más alentadora podría haber detenido.
- esta bien tuve un hijo o mejor dicho tengo pero no se de el, me lo sacaron cuando apenas era un bebe no lo reconocería ni aunque lo tuviera frente a mis ojos -
Víctor bajo la vista.
El silencio reino la sala durante varios segundos en los cuales la cabeza de Víctor era rodeada por un océano de ideas que lo hacían confundirse.
Se agarro su cabeza con ambas manos y comenzó a llorar abiertamente.
María intento caminar hacia el.
- NO TE ACERQUES - dijo Víctor
El rostro de la mujer estaba lleno de confusión ante esta reacción pero prefirió hacerle caso al joven.
María observo como tras el paso de varios minutos las lagrimas dejaban de salir de los ojos de Víctor pero como este aun no hablaba o levantaba la mirada.
- has vuelto a drogarte – fue la primera idea que se le ocurrió a la mujer que accidentalmente la expreso en voz alta
- NO, NO ME HE VUELTO A DROGAR Y SI ASI HUBIERA SIDO ES ASUNTO MIO –
- no es solo asunto tuyo porque vivimos juntos y aparte… -
- CALLATE – grito con odio Víctor levantándose de la cama
- espera acuéstate tienes fiebre – dijo María
- DEJA DE TRATARME COMO SI FUERAS MI MADRE, TU HIJO ES EL QUE DESAPARECIO NO YO –
Los ojos de María volvieron a llenarse de lagrimas, intento hablar dos veces pero no tuvo que decir, silenciosamente y a las corridas abandono la cabaña en la que se refugiaban de la guerra.
“IDIOTA, como pude decirle eso donde me quedo el corazón, siempre me crío Romina y es ella mi madre, aunque siempre tuve mi objetivo bien claro buscar a mis padres pero ahora ¿Qué Hare?”
- MALDITA CARTA, hubiera preferido que no existiera -
Víctor busco los pantalones y sus zapatos sabiendo que tenía que ir a disculparse con María y mientras se vestía intentaba pensar como haría para decirle que había estado mal, seguramente ella lo odiaría.
¿Debería ir y decirle la verdad? Víctor se imagino a si mismo caminando hacia María y diciéndole mama soy tu hijo y luego la imaginación lo transporto a pensar como reaccionaria ella, quien de todas las imágenes que pasaron por la mente del hijo del ex gobernador la mas probable había sido pensar que ella lo golpearía pensando que el jugaba con sus sentimientos.
Pensó en mostrarle la carta pero luego recordó que esto era imposible debido a que ella ya no existía.
Abandono la cabaña con paso lento pero firme y decidido, sabia lo que tenia que hacer y porque lo tenia que hacer.
Pero no sabía como hacerlo.
El viento soplaba con brutalidad cuando Víctor salio al aire libre, la fiebre aun no había bajado, los ojos le pesaban, la cabeza le dolía y sentía una molestia en la garganta al intentar hablar.
Apenas salio afuera lo primero que hizo fue buscar con la mirada a María por la zona pero esta no se encontraba por allí.
- María – grito con la voz temblando
Nadie respondió.
- María necesito hablar contigo –
El silencio continuo salvo por una pequeña ave que canto mientras se alejaba volando.
- yo… lo siento, no tendría que haber dicho eso, se que solo te preocupabas por mi -
Cuando vio que María no daba señales de escucharlo comenzó a caminar lentamente hacia el interior del bosque hasta que finalmente escucho un sollozo femenino.
Los pasos de Víctor fueron directamente a su madre.
“NO, NO ES MI MADRE” intento decirse pero sabia que si lo era y las evidencias estaban mas que claras, su padre lo había mandado a robar cuando era bebe de los brazos de aquella mujer que lloraba a unos metros de el y cuando había visto que estaban en peligroso, lo había devuelto con su madre, no porque se sintiera culpable de habérselo robado si no porque era el lugar mas seguro de todos.
Las ciudades estaban invadidas por el ejercito y poco a poco todos morirían pero nadie pensaría que a mitad de la nada un pequeño grupo de sobrevivientes estaban viviendo en una cabaña destrozada.
- lo siento – dijo Víctor caminando hacia ella y colocando su mano sobre el hombro de esta, María le quito la mano con brutalidad.
- déjame TU NO SABES LO QUE HE PASADO, he vivido siempre sola prostituyéndome para ganarme la vida, vendiendo mi cuerpo como si fuera alimento de supermercado, mi vida siempre fue solitaria y patética cuando todo estaba oscuro vino un rayo de luz, un hijo y aunque sabia que no había sido decisión mía tenerlo, si me di cuenta que era lo que necesitaba para salir adelante, compañía, aunque estuviera sola para cuidarlo me aseguraría de darle una vida, que fuera alguien, y a las pocas semanas de su nacimiento me lo arrebataron de mis brazos a mi pequeño Héctor y TU te das el lujo de decirme algo así, pensé que eras una buena persona Víctor, en cuanto te vi, pensaba en que mi hijo si continua con vida debe tener la misma edad que tu, y vi las drogas y me dijo a mi misma que debía ayudarte como si fueras mi pequeño Héctor, pero lo cierto es que no lo eres, NO LO ERES y tienes razón, no te obligare a irte porque aun tengo sentimientos pero intentemos vivir en paz sin tener que hablar entre nosotros, me voy a dormir, ADIOS –
Víctor se quedo en silencio con los ojos llenos de lágrimas observando como su madre se levantaba y se iba con el corazón roto, pensó en decirle la verdad pero no era el momento.
Necesitaba calmar las aguas.
Casi camina hacia María pero pensó que seria mejor dejarla sola.
“¿Dónde estarán Santiago y Gabriel? ya se están demorando, mejor voy a buscarlo, el clima esta empeorando”
Una nube negra se acercaba a lo lejos en el cielo señal de que pronto el clima empeoraría, Una peligrosa tormenta se acercaba y lo mejor seria estar todos juntos.
Víctor se adentro mas en el bosque gritando los nombres del mayordomo y el niño.
Luego de cinco minutos de adentrarse mas profundamente obtuvo una respuesta pero esta no era ni de Santiago ni de Gabriel aunque no conocía la voz del niño, si no que era de una mujer… una mujer que el conocía.
- Víctor hijo - la voz estaba emocionado y se notaba que estaba llorando, Víctor vio salir de entre los árboles la mujer que durante mas de veinte años había considerado que era su madre, esta se abalanzo sobre el, lo primero que pensó Víctor fue emocionarse que estuviera sana y salva, luego pensó en el odio que tenia resentido hacia ella y la empujo con brusquedad, esta lo contemplo con los ojos llenos de lagrimas.

Capitulo XIV
Luego de escaparse

18 días antes del reencuentro:

L
uego de su milagroso escape y de que por fin las tropas se rindieron en su persecución, Benjamin y Romina se atrevieron a salir al aire libre tras pasar horas y horas en un edificio en ruinas en el cual no poseían ni agua ni comida.
Romina si llego a dormir pero Benjamin prefirió mantenerse alerta y vigilar a su acompañante que conciliaba el sueño con intranquilidad, se la notaba temblar y murmurar en sueños cosas como “Martín no me dejes” o “te necesito Víctor”
Eran pocos los Seidanos que se vedan caminando por la calle y aquellos que estaban se les veían extremadamente delgados a tal punto que Benjamin supo que si le sacaba su remera a más de uno vislumbraría sus costillas.
Le hubiera gustado despertar a Romina con un alimento que esta pudiera comer pero esto era imposible de momento aunque Benjamin tenia una idea, aun poseía su identificación como militar podía acudir a alguna zona de reserva donde se guardaban alimentos, agua, armas, uniformes militares, computadoras, entre otras cosas y sacar lo que necesitaba pero sabia que si ya habían dado su foto a las bases de reserva estaría perdido.
“conociendo la situación del mundo actual no tengo mas opciones” pensó el ex militar
Decidido despertó a Romina lentamente cosa que lamento ya que quiso despertarla con dulzura y esta pensó que era su marido fallecido.
- amor te extrañe – dijo esta con ternura
- Romina soy yo, Benjamin. Despiértate iremos a buscar provisiones –
- si enseguida – dijo esta y se levanto apenada.
Luego que se hubiera levantado y despertado bien Benjamin le puso al tanto de su plan:
- en las trece ciudades de Seida, el ejercito Acniano tiene la misma forma de organización, todo el ejercito se localiza en un mismo punto que es la base general y en distintos puntos estratégicos de la ciudad cuatro reservas donde guardamos material extra, alimento, agua, y objetos materiales de total importancia para acceder a esas cuatro bases se necesita únicamente una identificación, puedo usar la mía y sacar lo que necesitemos para el viaje, ayer me dijiste que sabias en que cabaña estaba tu hijo refugiado ¿verdad? -
Romina se tomo varios segundos para analizar todo lo que le acababa de decir Benjamin luego de entenderlo asintió con la cabeza.
- las indicaciones de Martín fueron exactas, luego de que Víctor abandono la casa enseguida nos preparamos para salir nosotros, aprontamos unos bolsos con nuestra ropa pronta y Martín me repitió hacia donde era que iba a dirigirse Víctor recuerdo exactamente sus palabras “en caso de que me pase algo ve con Víctor” sabíamos que nuestra casa estaba vigilada por lo tanto planeamos salir por separado, recuerdo que Víctor hablo con otros empleados políticos por celular y a todos le estaban vigilando era el momento en el que iban a atacar, quedamos en encontrarnos en la playa en un viejo muro donde solíamos estar en nuestros días de noviazgo, yo Salí hacia allá y enseguida me percate de un auto que me seguía pero logre perderlo, Martín tenia que salir a la media hora después que lo hiciera yo y dentro de tres horas encontrarnos en aquel viejo muro de la playa, desgraciadamente nunca llego, poco después llego la noticia del bombardeo a la casa blanca, supe que ya no volvería a saber de mi marido, tres días después fui capturada y llevada prisionera donde me torturaron, me golpearon y me violaron, creían que yo tenia información sobre alguno de los gobernadores que aun permanecían en fuga, pero yo no sabia nada, entonces apareciste tu y nos escapamos, estuve varios meses encerrada allí, eso fue lo que ocurrió pero aun recuerdo claramente lo que me dijo mi esposo sobre como llegar a la cabaña porque a pesar del dolor y del sufrimiento nunca perdí la esperanza de poder reencontrarme con mi hijo y soñaba con eso cada día ¿Cuándo nos pondremos en marcha? -
- hoy mismo de hecho, tenia pensado salir ya tu quédate aquí, es peligroso y no quiero que te pase nada, si ves que es la media noche y no he vuelto puedes irte sin mi y vuelve con tu hijo, ten cuidado, y por si no nos volvemos a ver, suerte Romina fue un gusto –
Antes de que esta pudiera oponerse a su idea de marcharse Benjamin se dio media vuelta camino hacia la salida vigilando antes si había algún militar cerca y salio silencioso como el viento.
Romina se quedo sola.
El llanto la invadió y de nuevo volvió a sentir aquella horrible sensación de soledad, volvía a estar sola y ya no lo quería.

Los pasos de Benjamin decididos al principio pasaron a ser temblorosos luego de asegurarse que Romina no lo veía o intentaba ir en su búsqueda.
Quería parecer valiente pero sabia que estaba asustado, las calles estaban vacías la mayoría de las personas de las ciudades tenia algunas remotas posibilidades, podrían haberse resignado a morir tranquilamente esperando con paciencia o podrían haberse quitado la vida por propia voluntad, pero también había gente con esperanzas.
Esperanzas de que pudieran sobrevivir a todo esto y esperanzas de que pronto la era del terror Acniano se acabara y la guerra finalizaría.
Yo lo había dicho Jonathan Borks en su momento había una forma de prolongar la vida humana de forma pacifica y asegurarse que si la vida humana iba a llegar a su fin en pocos siglos no se extinguiría por medio de la violencia y del salvajismo si no por medio de la paz.
Benjamin creía en estos ideales por ese motivo a pesar de sentirse inseguro y temblar de miedo mientras sus pasos se dirigían a la reserva sabia que tenia que ir y que tenia que luchar por la independencia mundial.
“el mundo esta lleno de personas que viven, algunas merecen la pena, otras no, desgraciadamente no puedo luchar por salvar a todos pero si puedo salvar a algunos y aunque muriera asegurándome que vivirán solo dos personas aun así luchare, prometo que también sacare a mi familia de ese infierno que es la prisión”

Romina temblaba de frío, incluso llego a considerar la posibilidad de prender un pequeño fuego para calentarse pero luego desecho la idea, seria peligroso.
La sed y el hambre comenzaba a notarse y su cuerpo estaba demasiado debilitado por lo que se sentó contra un muro en lo que antes había sido una cocina y decidió descansar, estaba cansada y su cuerpo no resistía mucho movimiento, al menos no hasta que repusiera fuerzas.
Unos pasos rápidos la percataron de que había alguien más en el edificio en ruinas.
Haciendo uso de su poca fuerza Romina se levanto y camino lentamente hacia el agujero donde antes se encontraba la puerta.
El edificio era una gran construcción de ladrillo que tenía un total de tres pisos de altura, unidos por una gran escalera de color blanco y un viejo ascensor, los apartamentos no eran de gran tamaño mas bien chicos para parejas recién casadas o para personas que ya habían vivido la mayor parte de su vida, el edificio debía haber sufrido el ataque de alguna bomba, según la deducción de Romina quien se encontraba en el piso dos.
La casa según algunos retratos encontrados pertenecía a dos ancianos entre ochenta y noventa años que Vivian solos allí, era un apartamento chico con solo un comedor, la cocina, el baño y un cuarto.
La puerta principal había desaparecido y la mayoría de los objetos estaban rotos como un televisor, una radio, un equipo una biblioteca con decenas de libros que ahora eran cenizas.
Pero los pasos eran claros, alguien se acercaba hacia allí y no era Benjamin apenas hacia unos minutos se había ido si no alguien mas.

Benjamin comenzaba a llegar hacia una de las reservas militares bajo la fuerte lluvia que azotaba la ciudad.
Sabia que era posible que ya hubieran dado alerta y que apenas entrara fuera detenida pero también sabia que esa era la única oportunidad que tenían, no sobrevivirían si no conseguían con que alimentarse de buena forma ya que tenían un largo camino según las indicaciones de la cabaña que había dado Romina.
La reserva era una gran casa que estaba cubierta por una gran reja verde vigilada por dos militares.
Mientras Benjamin comenzó a llegar hacia el portón observo como los dos soldados lo miraban inspeccionando quien era.
Benjamin saco su tarjeta y la mostró a ambos hombres.
Este era el momento que esperaba o lo dejaban pasar o era arrestado.

Romina decidió esconderse atrás de lo que anteriormente había sido una mesa de televisión a la cual ahora estaba totalmente desgastada y le faltaba una pata.
Los pasos llegaron hasta la puerta salida y se adentraron en la casa.
Romina pudo ver que lo pasos se detenían, hubiera espiad a ver quien era la persona que estaba allí pero prefirió no moverse, era demasiado peligroso.
Finalmente los pasos se alejaron de la casa, cuando ya estaban suficientemente lejos como para que el hombre hubiera dejado de mirar reviso agachada en el suelo y vio a un soldado vestido con el mismo uniforme que tenia Benjamin, lo estaban basando, pensó Romina mientras el soldado desaparecía tras doblaron pasillo del abandonado edificio.

Ambos soldados observaron la identificación de Benjamin y se miraron.
La mirada era fría, impasible, Benjamin era incapaz de descifrar que pasaban por sus mentes, finalmente uno de los soldados asintió y tras apretar un botón en la pared el portón comenzó a abrirse lentamente, estaba adentro, se dijo el soldado mientras entraba.
Enseguida vinieron dos soldados más quienes se pusieron a sus servicios.
- soldado Benjamin sea bienvenido, mi nombre es Oscar y estoy aquí para lo que usted pida -
- necesito unas cosas para la base militar –
- usted diga nomás – dijo el hombre con total cortesía
- bien, necesito, mejor dicho necesitamos algo de alimento pero poco es que en realidad andamos bien de recursos pero yo hacia un viaje acá cerca entonces aprovecho a llevar algo, cinco botellas de agua algunas prendas de ropas y cuatro armas con reservas de balas, solo eso esperare aquí muchas gracias –
El soldado asintió con la cabeza y se retiro junto a su compañero.
- disculpe soldado Benjamin – dijo el vigilante del gran portón – si quiere dígame donde esta la camioneta que llevaremos las cosas hacia allí.
- no gracias – dijo Benjamin
- por cierto soldado ¿Dónde esta el vehiculo? Dudo que lo hayan enviado hasta aquí a pie –
- no, esta en la otra esquina, tenia ganas de caminar –
El soldado asintió diciendo de esta forma que la respuesta de Benjamin le había satisfecho.
A los pocos minutos Oscar junto al otro soldado Acnianos volvieron con 4 mochilas, se ofrecieron para llevárselas pero el rechazo y con gran esfuerzo hizo un gesto a todos los militares y se alejo de la reserva con las cuatro mochilas.
Oscar y los demás lo observaron alejarse con una sonrisa reflejada en el rostro.
- Cesar tenia razón cuando se comunico con nosotros – dijo el hombre de la entrada
- si que la tenia – dijo Oscar y abandono la reserva – como fueron mis instrucción voy a seguirlo, ustedes comuníquense con Cesar y la base, díganle que todo esta saliendo perfectamente -
Entonces Oscar se dio vuelta y salio con paso decidido detrás de Benjamin.

Capitulo XV
El viaje

12 días antes del reencuentro:

H
abían transcurrido seis días desde que Benjamin había regresado de la reserva transportando esas cuatro mochilas.
A pesar de la insistencia de Romina, el no había aceptado que esta cargara alguna mochila por lo que el viaje complicaba mas.
Haber abandonado la ciudad no había sido fácil Benjamin siempre estaba al frente d esa forma si era capturado Romina tendría tiempo de escapar.
A esta velocidad se dificultaba mucho la marcha por lo que a finales de ese día apenas habían avanzado dos kilómetros.
Encontraron un terreno con largos pastos y un tronco podrido que en su época debía de haber sido un hermoso árbol donde decidieron pasar la noche.
- dime Benjamin – dijo Romina mientras cenaban unos refuerzos y bebían dos tragos de agua que tenían permitido, era una ley que ellos mismos se habían establecido.
- ¿Qué quieres que te diga? – pregunto este masticando con lentitud para disfrutar la comida
- es que no se nada de ti y eso que llevamos 7 días viajando juntos -
- de mi, soy negro, soldado, tengo treinta años no se que mas decir – dijo Benjamin agarrando un nuevo refuerzo de mortadela
- decía algo más a fondo – dijo Romina agarrándose la cabeza con ambas manos – sincérate – pidió ella
- no me gusta sincerarme con desconocidas – acoto el
- pero dejamos de ser unos desconocidos hace días mira te cuento, , en ese momento aun no conocía a mi fallecido marido, yo estaba enamorada entre comillas de Carlos un chico de mi colegio cuando Carlos termino contigo yo estaba destrozada y recuerdo que ese fin de semana fui a bailar y conocí a Martín, estaba escrito que éramos el uno para el otro, le pase mi celular y a los días comenzamos a salir, pronto Carlos no era solo mas que un mal recuerdo, lo apoye en su carrera política desde el principio y a los pocos años tuve a Víctor ( Romina omitió el detalle que Víctor no era hijo natural de ella ) –
- bien – dijo Benjamin con una sonrisa en el rostro – de acuerdo, estoy casado tengo una mujer y un hijo que me están esperando, mis padres y mis tres hermanos están en contra de la guerra por lo que se unen a protestas y a marchas de forma constante, hasta ahora debido a mi permanencia en el ejercito ellos en cierta forma eran inmunes ante los castigos que reciben los manifestantes pero ahora que traicione a mi patria que será de ellos –
Romina percibió la pena en el rostro del soldado y intento comprender como debía sentirse pero no podía, no era fácil estar en su situación.
- tu no traicionaste a tu patria – dijo Romina haciendo esfuerzo para no llorar -
- mate a un compañero, casi mato a mi superior, deje escapar a una prisionera, creo que si traicione a mi patria – hiciste lo que creías correcto –
- lo incorrecto se transformo en correcto – dijo Benjamin mirando al piso – yo tendría que haberme quedado allí pero se que no esta bien, yo me hice militar por orgullo a mi patria porque quería defenderla pero no pienso que asesinar inocentes y violar mujeres sea el ideal de justicia por el que inicie mi carrera militar –
- yo me siento orgullosa de ti y no porque me hayas salvado si no porque veo que tienes un buen corazón –
- no se si sea tan bueno, mi familia puede que este siento torturada ahora mismo –
Benjamin le pego una piña a la pared y enseguida su mano comenzó a sangrar.
- cálmate, es probable que hayan escapado o que ni siquiera los haya retenido, no tiene que ser así, tus padres deben estar orgullosos de ti, toda tu familia -
- eso espero, mi hijo es un bebe, ni siquiera a empezado a vivir la vida y cuando pienso al mundo al que lo traje me pregunto ¿para que? –
- vamos a dormir que es tarde, buenas noches Benjamin – dijo Romina arrepentida de haber iniciado esa conversación y se recostó contra la pared simulando dormir pero en realidad ocultando las lagrimas mientras en silencio escuchaba al militar que lloraba a su lado.

5 días antes del reencuentro:

Hacia ya dos semanas desde su milagrosa fuga de la base militar y cada vez estaban mas cerca del lugar donde tendría que estar la cabaña de la verdadera madre de Víctor.
Romina había omitido el detalle de la relación que tenia ella con María quien si llegaba a descubrir la verdad no estaría muy contenta de verla allí.
Benjamin por su lado intentaba buscar temas de conversación con Romina que fueran exteriores a la guerra o a la situación actual por dos motivos el primero era por el mismo quería distraerse y además quería que ella se distrajera, con frecuencia Romina murmuraba el nombre de su fallecido marido en sueños y no era señal de que se estaba recuperando si no de que la angustia la invadía.
Ese día llegaron a la ciudad mas pequeña de todo el estado de Seida, saliendo de la ciudad estaba la cabaña en la cual deberían estar Víctor.
Atravesar esa ciudad no fue fácil debido a que como las otras el ejercito tenia militares en todas las grandes empresas y a la gente en las calles gritando debido a su hambre y a su sed, reclamando que tenían derechos.
Estas quejas eran disueltas fácilmente ya que los soldados Acniano tenían la orden de disparar a todo el que molestara.

Oscar por su parte viajaba detrás de ambos, había dado aviso a Cesar de esta situación la noche anterior:
- por algún motivo que desconozco se desplazan con un rumbo determinado, tiene un objetivo al cual llegar por eso no los he detenido todavía, quiero ver hacia donde se dirigen -
- perfecto – respondió la voz de Cesar detrás del celular – asegúrate que no mueran yo mismo quiero encargarme de que eso ocurra, avísame cuando lleguen al objetivo puede que sea algún refugio donde tengan agua escondidos –
- entendido señor – respondió Oscar – adiós - dijo cortando la comunicación y guardando el celular.
“esta es mi oportunidad de destacarme” se dijo sonriendo emocionado, por fin seria alguien.

2 días antes del reencuentro:

Pasaron un total de tres días antes de que Benjamin y Romina abandonaran la ciudad y llegaran al campo abierto, debido a que el viaje tenía que ser lento para asegurarse de no encontrarse con algún militar.
La suerte había estado de su lado decía Benjamin constantemente quien habían transitado por la ciudad sin ser detenido, interrogado o maltratado.
- estamos cerca – dijo intentando mostrarse entusiasmado- pronto estarás con tu hijo y yo podré continuar rumbo a Acnia a averiguar que paso con mi familia y amigos -
Romina sonrío, aunque mas bien era sonrisa para que Benjamin se sintiera contento, por un lado se sentía alegre de poder reencontrarse con su hijo pero por otro lado le daba lastima pensar que pronto vería por última vez a aquel hombre que la había salvado.
Luego se adentraron en el campo sin saber que minutos después Oscar también se adentraba en el.

Día del reencuentro:

La tarea de encontrar a la cabaña de María fue más difícil de lo que Víctor había esperado debido a que esta se encontraba media escondida y no estaba a simple vista.
Pasaron dos días dando vueltas volvieron para adelante para atrás, parecía que todo había sido un error y que las indicaciones de Martín eran erróneas o que la memoria de Romina no servia pero aun así no desistieron.
Desde la distancia Oscar los observaba confundido sabiendo que buscaban algo, lo que no sabia responder era que buscaban.
Ambos estaban rendidos cuando decidieron descansar sentados en el verde pasto debajo de un árbol.
Benjamin cerro los ojos entre dormido y despierto y antes de darse cuenta se sumergió en un tranquilo sueño.
- escucho voces – le dijo Romina despertándolo luego de casi una hora -
Esto despertó a Benjamin al instante de forma agitada este coloco su mano en la funda del arma y la saco lentamente.
- mejor estar prevenidos – le dijo a Romina antes que hablara y criticara, esta asintió con la cabeza.
No podía entender lo que decían las voces pero aun así ellos se acercaron lentamente
- alto o juro que disparare – grito Romina finalmente oculta entre los árboles y a respuesta de esto una voz asustada respondió:
- por favor no le hagas daño al niño, déjalo aquí, yo escape de las manos del ejercito Acniano si vas a matar a alguien que sea a mi -
Benjamin y Romina se miraron y enseguida comprendieron que no eran enemigos.
- ¿un niño? – Dijo en voz alta - ¿viene de la cabaña de una mujer? La estoy buscando vengo de forma pacifica me escape de la guerra -
- ¿María? – Dijo el hombre ya mas calmado – si, mi nombre es Santiago y este es Gabriel yo le digo Gaby también están Víctor y María mas adentro
- VICTOR – repitió Romina dando saltos alegre, abrazo a Benjamin y salio corriendo de su escondite y abrazo a Santiago y a Gabriel.
- si esta adentro con María –
- mi nombre es Romina, madre de Víctor y este es Benjamin
Al notar como Santiago miraba con desconfianza al militar enseguida aclaro.
- me ha ayudado a escapar y me ha traído hasta aquí ya no es mas un militar al servicio de Acnia -

Desde las sombras Oscar intentaba escuchar atentamente cada punto de la conversación pero aun así apenas había logrado oír algunas palabras como María, madre, niño, militar.
“parece que he llegado a un refugio, lo mejor será informar de esto al general Diron al instante”

- ahora iremos a la cabaña con el resto – dijo Santiago sonriéndole a Benjamin y a Romina y la mujer devolvió la sonrisa.
Entonces algo interrumpió el silencio del bosque.
Antes que nadie comentara nada Romina se alejo de los dos hombres y el niño corriendo hacia la voz que escuchaba en el bosque.
La voz de su hijo.
- SANTIAGO, GABRIEL – grito una voz masculina desde el interior del bosque.
- es el – dijo Romina comenzando a llorar de la emoción – es mi hijo –
Comenzó a correr en dirección a los gritos y finalmente allí lo vio, se abalanzo a sus brazos y el primero la recibió con un fuerte cariño pero luego la empujo con brutalidad y Romina contemplo como en el rostro de su hijo se enfrentaban el amor que el sentía por ella con el odio y el rencor, en ese momento supo que Víctor había leído la carta y que sabia la verdad.

Texto agregado el 12-09-2010, y leído por 82 visitantes. (0 votos)


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