I
Tocada por una confusa gravedad demoníaca crazy jules batía sus llamas sobre mi pecho, se movía a un ritmo que me mantenía en los limites del vértigo, formábamos un Ángulo recto que desafiaba las leyes de la forma, otorgándole un nuevo sentido a la geometría, éramos indeterminables, indefinibles, menos humanos, y por lo tanto, mas felices. Ella se esforzaba en violentarme agitando sus caderas, yo procuraba evitar un pronto naufragio, así estuvimos durante veinte preciosos minutos, que mal no haría en afirmar, valían lo que todo el dolor del mundo. Casi sincronizados, extraña psique la del hombre, cambiamos de posición, ella acostada boca abajo, sujeta a las barandas de la cama, mientras yo transgredía el principio de toda la creación con penetraciones violentas, llegue a sentirme como un lobo herido, un lobo que muerde rabioso la nieve para salvarse, incluso le mordí la espalda tantas veces que la sangre empezó a brotar como perversas manchas de una especie de test de Rorschach en el que me buscaba, sin hallar un camino de verdadera redención, sus gritos, y por supuesto, los míos, invocaban la angustia del mundo. El calor se precipitaba, al lobo se le escurría la nieve del hocico, crazy jules sucumbía ante la fuerza de una energía sublime que le recorría las venas, los órganos, las entrañas, el alma entera, no pude contener mi explosión, dejamos que llovieran diamantes sobre el océano, dos cuerpos desnudos sobre las sabanas, un manto sanguíneo que nos vincula, dormidos, como cualquier exquisito cadáver.



A la mañana siguiente, sin siquiera abrir los ojos, busque su cuerpo en la cama, no estaba, me levante desesperado, preso de un profundo sentimiento de vacío me sentí como un fantasma que experimenta con su nueva naturaleza, era inútil, la habitación se Empeñaba en permanecer poseída por los mismos objetos que aparentemente poseo, a diferencia de las sabanas cuyas manchas reproducían nuevas formas del mismo test perverso, me detuve un segundo, las observe, pensé:

La vida consiste en renovar tus ausencias

Sin darme tiempo para la reflexión, pues siempre he odiado cualquier forma de filosofía, corrí al lavado a lavar mi rostro, en el espejo habían unas letras escritas en sangre, un mensaje de crazy jules que decía:

No se cuantas noches necesites para saberlo, tal vez sea solo halar el gatillo, o es que acaso todavía esperas que inexplicablemente alguien venga a ofrecerte su perdón? Alguien que te diga por ejemplo, no has asesinado a nadie, todo ha sido una ilusión, una especie de pesadilla de la cual te levantaras y tendrás ocho años y vas al colegio y aun sueñas con ser doctor, alguien que te diga que el revólver ardiente en realidad nunca existió.

Estas palabras se clavaron en mi mente como poseídas por un demonio que exigía mi cabeza, tome el revolver de la gaveta, lo puse en mi boca, le quite el seguro, en mi vida jamás estuvo tan ardiente, le di lo que pedía, jamás me sentí tan completo como en esa milésima de segundo justo antes de halar el gatillo.

II
Todos los seres humanos en algún momento de la vida y bajo cualquier circunstancia posible de imaginar hemos estado poseídos, uno con mayor intensidad, y otros con un poco menos tal vez, por extraños pensamientos, una variable no define a la otra, esta fatal incompatibilidad es la que al final define quien esta loco o en el mejor de los casos quien no lo esta. La sociedad suele catalogar, clasificar, construir marcos teóricos y encasillar, lo cual lejos de ser susceptible a la critica, debe ser justificado por el incontrovertido hecho de que seria insoportable vivir si se pierde el sentido, tomando sentido, como una ley cuasi universal como la física, la matemática, la biología etc…

Un individuo anónimo capaz de encontrar un hilo conductor que comunica actividades sin sentido entre si es catalogado de loco, eso es l que solemos decir cuando por ejemplo alguien esta hablando solo, algunos locos han logrado construir marcos teóricos, clasificar, catalogar a partir de sus ideas y por esto han sido llamados genios, los hay en la música, en la pintura, en las matemáticas, estos sujetos de alguna manera han pactado con la sociedad, incluso llegando a ser venerados, el problema radica cuando el espíritu es fundamentalmente instintos, por lo tanto, incapaz de pactar con el mundo, este ser desadaptado e incomprensible sufre las penurias de un orgullo que lo lleva a ser, contrario a los locos geniales, el típico loquito del barrio.

Imaginemos , por poner un ejemplo cualquiera, lo que pensaría un individuo cualquiera al ver a crazy Jules que con toda la parsimonia de alguien normal y su mirada serena camina por la calle envuelta por la cale en una sabana blanca manchada de sangre, no es difícil suponer que bajo ese manto se esconde un escultural cuerpo femenino que los hombres se sentirían orgullosos de vestir con las mejores marcas de diseñadores y pasearla por restaurantes de moda como un trofeo digno de admiración. Pero esta no es la vida que escogió crazy Jules, ella en estos momentos esta detenida en la mitad de la calle cavilando quien sabe que sin sentidos mientras los automóviles le gritan cosas del estilo, loca hijueputa quite de ahí.

Crazy Jules empecinada en ese estado de libertad suprema, le importa poco o nada perdonar a mundo o que el mundo la perdone a ella, se quita su manto sanguíneo, paraliza el trafico vehicular, Empuña un cuchillo domestico, corta su muñeca con la delicadeza de una diosa que nada teme y empieza a unir las líneas amarillas que separan los dos carriles de la avenida con un hilillo de sangre continuo que comunica a una raya con la que sigue.

Conductores y transeúntes corren a auxiliarla, el que llegue primero le dirá en la noche a su pareja que le salvo la vida a una mujer, para todos es lógico que una obra de tal magnitud debería purgarnos de todos nuestros pecados, si explicara que crazy Jules unía las líneas intentando encontrarle un orden a esos pensamientos sueltos como islas mediante un acto de heroico simbolismo del cuerpo, la mente, y la realidad que la habita, aun así seria difícil convencer a los médicos de la clínica en donde la tienen hace veinte años, de que crazy Jules definitivamente no esta loca.