Un día como hoy,
hace once años,
entregaste tu alma
al Creador.

Tu corazón estaba
débil y cansado,
de tanta decepción,
ya no eras feliz.

En el intento
por salvar tu vida,
solo encontraste
el dolor de la agonía.

Casi dos meses
en terapia intesiva
de un hospital,
sin ver la luz de afuera.

Hoy, no estás mas
entre nosotros,
mamá se sintió
como una huérfana.

Once años,
de tu ausencia,
sin sentir tu guía,
como barco a la deriva.

Padre, no se
donde estás,
pero lo que se
es que ahora
descansas tranquilo.

Nos haces tanta falta,
a toda tu familia.