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Sola me encontraba en mi cuarto, recostada en la cama, escuchando una música que invita a perderse, pensando en todo y nada a la vez. Así que decidí salir de ahí, la verdad era que mi corazón se ahogaba ahí dentro y era mejor buscar en que entretenerme como jugando a encontrar el optimismo de mis días de infancia y adolescencia donde no había mayores problemas y de todos los hoyos negros solía salir victoriosa. Si, en verdad me hacia falta una buena dosis de ejercicio, bajar esos kilitos de mas y seria una persona nueva por ahora mantendría esa fijación (hasta no verme como las muñequitas de anime, mas me valía), así que tome mi bici y salí…

Llegue al lugar plagado de árboles y verdor por todos lados, en verdad se respiraba un aire muy fresco y respirarlo me hizo olvidar que mi corazón se hallaba en una encrucijada. Rayos todo estaba desolado, le prometí a mi madre que si encontraba aquel lugar inhóspito regresaría cuanto antes a casa, pero antes de hacerlo decidí que mejor sería visitar la galería que se encontraba ahí, cuando era pequeña me acuerdo que entre una vez, pero la verdad que ahora se exhibía una obra muy buena acerca de demonios y humanos involucrados, según leía en aquel cartel, me parecía verdaderamente escalofriante y como estaba sola en aquel sitio pensé que todo aquello empezaba a cobrar vida (claro que todo eso era culpa de mi gran imaginación y de mi deseo demente de que ocurra algo fuera de lo normal) pero en eso escuche en verdad un ruido muy extraño que me bajo de golpe, esto me hizo voltear para todos lados hasta escudriñar todo el lugar y en efecto vi algo que dejo mi corazón frio en primera instancia, ese primer contacto con los ojos de aquella criatura me dejo estupefacta, después de recobrarme de aquel horror indescriptible; al instante comprendí que era una especie como de águila que había caído y que sacudía sus alas para querer volar , sin lograrlo porque se encontraba muy herida…

Lo siguiente que paso lo hice sin pensarlo, ya que tome al águila como pude y la subí a mi en la canastilla de mi bici tapándola con la manta que llevaba para cubrirme de la lluvia, llegue a casa y me percate de que nadie me viera hacerlo , así es que subí a encerrarme a mi cuarto con aquel hallazgo, después de curar al águila, me pregunte porque evite que alguien se enterara de lo que había acontecido y de que alguien la viera, en fin ya estaba hecho así que me dedique a darle cuidados hasta su rehabilitación sin que nadie se enterara…

Por las noches platicaba con ella, llegue a pensar en que estaba empezando a volverme loca pero recordé a mi tía y sus canarios y opté por tirar esa idea; era como si me escuchara por que se quedaba quieta y me miraba como si comprendiera. Le hablaba de todo y en especial de un chico que ahora me traía de cabeza -si tan siquiera me mirara una sola vez, estaría como en cielo como cuando tu vuelas tan alto que llegas hasta las nubes, puedes descansar en ellas porque están tan acolchonadas y verlo todo desde ahí, absolutamente todo.-…


Así pasaron los días y con eso, llego al fin su recuperación, lo bueno que coincidía con el día en que se habían terminado las vacaciones ya que no podría cuidarla debidamente, así es que era hora de despedirnos, el águila estaría de nuevo en libertad volando lo más alto que pudiera, y yo de nuevo a las labores, de nuevo a la escuela y después todavía no sabía que me depararía el destino. Por lo pronto fui a aquel lugar en que la halle para dejarla en libertad, pero cuando llegue justo empezó a llover intempestivamente lo cual no me dejo otra que irnos de ahí y esperar un tiempo a que se calmara , en efecto por la tarde el día ya estaba más alegre era hora de regresar a aquel animal a su hábitat, pero también se había llegado la hora de la escuela y entonces recordé que el campus estaba plagado de árboles altos en donde ella podría resguardarse en lo que aprendía otra vez a volar y ahí iría a visitarla todos los días porque no…

Llegar hasta la escuela en bicicleta cargando un animal en mi canastilla fue algo tan extenuante que no me di cuenta cuando de pronto ya estaba ahí y además algunas personas me miraban y miraban lo que cargaba en mi bicicleta pues el águila se descubrió y antes había arrojado la manta que yo le había puesto para cubrirla in lo bueno que ya había llegado y ahora lo único que me interesaba era deshacerme de esa carga, en esas circunstancias me encontraba cuando de repente hubo algo más que hizo que mi corazón se quisiera salir de mi pecho y no solo el excesivo esfuerzo realizado antes. Era el, vi su rostro mirando al animal, recordé el horror que me causara la primera impresión cuando yo lo encontré, tenía una mirada de indescriptible horror, pero al instante se me olvido pues el dejo que sus ojos se posaran en mí, me vi flotando entre nubes…

En lo que seguí al camino para soltar al animal, no deje de poner al tanto al águila. - era él, me vio, ojalá así me mirara siempre -. Me despedí del águila diciéndole que pronto la visitaría, acudí a las labores de la escuela todavía orgullosa de que había logrado captar su atención aunque sea por un instante.

Pasaron muchos días más, y me olvide de que un día había encontrado un animal al que había cuidado y con el que platicaba del amor que hacia renacer en mi el ánimo y la alegría perdidos, ahora me encontraba de nuevo recostada en mi cama oyendo una música que me helaba el corazón y no podía saber cuál era la razón, mi corazón de nuevo se encontraba oprimido pero como ninguna otra vez y bueno no recordaba nada mas, mi ánimo no estaba como para salir de ahí, ni para averiguar qué era lo que me tenia así , ni siquiera para saber la causa por la cual todavía me mantenía viva…

De pronto lo recordé, hacia una semana aproximadamente que no le había visto a él. El no había acudido a la escuela por lo que me puse triste y después al saber que se le estaba buscando por todas partes sin hallar ningún indicio, mi consternación subió al límite, regrese a casa, abatida, y entonces por la noche escuche como cascaban algo en mi ventana …

Descubrir las cortinas y ver lo que se encontraba ahí afuera hizo que me llenara de un miedo indescriptible, era el águila, mi instinto me hizo abrir la ventana y colocarla sobre el mueble sostenía un pequeño bulto con su pico que al instante soltó, lo tomé, estaba lleno de sangre por lo que supe que me esperaba algo mucho peor.....

No sé como tuve la fuerza para abrir ese pequeño bulto, era algo que tenía que hacer a pesar de que sabía que eso solo me aniquilaría por completo, lo siguiente que vi, no podía ser… lo que vi, no podía estar pasando realmente … lo que vi, hizo que me muriera en vida…lo que vi, destruyo mi corazón…

Eran sus ojos... los ojos de mi amado los que se hallaban ahí dentro, era tan indescriptible lo que sentía y al mismo tiempo tan fuerte que solo alcance a percibir como había tomado al águila por las patas y azotado contra la pared hasta que ya no quedaba nada más que sus alas, mis paredes blancas ahora se tornaban de un color sangre intenso ahí podría vivir solo un poco más…y con sus alas podría volar.... subir hasta lo mas alto hasta alcanzar las nubes y el cielo y desde ahí con tus ojos podría admirarlo todo absolutamente todo…

Texto agregado el 12-07-2011, y leído por 109 visitantes. (0 votos)


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