Odio la rutina, odio la monotonía del no vivir amando. Jamás esperaré encontrarme con piscas y recetas de rechazo... He vivido escondiéndome del "se acabó el amor" por vivir jugando a la lleva con las alegrías, y al tin tin corre corre con la entrega eterna. He condenado mi risa a la cursileria del amor no efímero, he derrotado pasados ilustres de metnria con mis fuertes atajos de sinceridad.



Soy enemiga del desperdicio sentimental, soy enemiga de la antipatía cobarde. Mis bolsillos siempre cargan antídotos,mis bolsillos siemrpe botan las llaves de la derrota, Mis ojos solo parpadean intenciones de continuidad, mi boca siempre escupe realidad, y la defeca mi alma amante, pero aveces la matan segundos o terceros descofiados de verdad, emocionados con altanería, u bocas sucias de malicia.



Quiero servir unos cuantos vasos de mediación, bueno si queremos finura entonce scopitas algo más costosas que nuestro orgullo. Sentémonos a la mesa para finjir ancias de mal sabor, pidámosle a nuestro mejor mesero el menú corriente de la noche, las pistas difíciles de alcanzar la felicidad...No compremos en remates de enojo nuestras formas de expresar, y no subastemos nuestros días compartidos por un poco destierro.



La desconfianza es una perfecta vitamina para los cuerpos desnutridos dememoria, para los hombritos quemados que dejan de cargar recuerdos. La desconfianza es un perfecto amulero para el caminante perdido, para el sediento de ancias, para el que no se desvive. La desconfianza es un perfecto cheque chimbo para quel que no tiene qué consignar en algún alma a la espera de todo, a la espera d eun todo incompatible con su pasado. La desconfianza es el perfecto tunel del ciego, y la más ácida cucharada para aquel que no siente.



Yo no pido que no hayan explosiones, yo no sueño con perfeccción del hablante, yo no anhelo tampoco cajitas de estupidez, yo no tengo vacante spara el que no tiene criterio, mucho menos espero un perrito batiendo su cola de ingenuidad. Yo tampoco te cortaré los cueros de la boca cuando los dientes se estallan en gritos, pero si tengo acuerdos y pactos implícitos con tu alma, si tengo monedas de oro para ofrecerle a nuestros tiempos, a nuestras conjugaciones, y actante spartícipes en nuestro libro llamado vida...



Y bueno, aveces mis intenciones son baratijas...Pero te invito a algo, a que las hagamos fortunas, te invito a que ampliemos nuestras empresas de originalidad, a que nuestras indiferencias al igual que el orgullo sean las únicas pérdidas que tengamos. Tengo un corazón latente por ofrecer, éste siempre se pavoneará ( ya sabes coqueterías de él) sólo para que lo atiendas y lo admires con la misma parsimonia y dedicación que el primer día...Le compartas de aquellas joyitas que tienes en el alma, lo vistamos con eternidad, lo perfumemos con las escencias de cada uno, y caminemos con él de la mano, por aquellos carriles que conducen a un cielo de lo no efímero.


Pero...tan sólo algo.