Extraño tus palabras,
extraño tu mirar,
extraño tus llamadas
y hasta tu caminar.

Extraño tus caricias,
que en mi imaginación solían estar,
extraño tus mensajes,
que una vez al mes solías mandar.

Desde que te fuiste,
no ha pasado hora, minuto o segundo,
en que no extrañe cada parte de tu amar.

Tu amor lejano,
tu amor cercano,
tu amor secreto,
tu amor virtual.

De ese amor que quisimos jugar
pareciendo dos niños
con ganas de escapar
de la realidad.

Causando recuerdos,
causando tristezas,
causando risas
y hasta un deseo sexual.

Hoy me doy cuenta que has sido
un simple fantasma de este querer
de este amor profundo
que nunca llego hacer
y que jamás olvidare.