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hEY! ¿Cómo está toda mi gente?



Yo de nuevo estoy triste y creo que lo estaré siempre pues perdí una de mis personas queridas...tanto que siento que no podré ser feliz nunca más ahora que no está sino hasta que nos encontremos de nuevo. Ojala pudiera verla un segundo para asegurarme de que está esperandome...



Hoy hace un mes completo y todavía me cuesta pensar que la vida haya cambiado tanto para mí. Sí, porque en mi vida siempre estaba ella. Desde el momento en que abrí mis ojos por primera vez a la vida siempre estaba ella. Y la vida fue estupenda porque ella hacía que así lo fuera. Y crecí seguro con su compañía y viví sin miedo a nada porque estaba conmigo. Todos los días en la vida eran fabulosos. Hasta ese día. El día más triste de todos. El día más largo que haya vivido. Ese día perdí todas mis fuerzas para seguir la lucha y caí vencido por el sueño. Me decía que al llegar el siguiente día todo sería como siempre. Ella estaría allí conmigo. Pero no fue así. Nunca pensé que existiera una vida tal en la que ella no estuviera presente pero esa vida sí existía y ya había comenzado. Me tomó por sorpresa su partida...y ahora que ella no está todos en el mundo estamos un poco más solos.



Ahora me detengo a pensar en tantas cosas que nunca pude hacer con ella. Tantas cosas me perdí de decirle. Y todos los planes tontos que me había inventado en los que estaría conmigo de pronto estaban malogrados. Ojala ustedes la hubieran conocido. Seguramente hubiera estado tan feliz como lo soy yo cuando estoy contigo.



Y hoy más que nunca quiero creer en que existe otro sitio en donde nos encontraremos todos. Muchas personas más me lo han dicho. Me aseguran que está feliz y en un lugar mejor. Yo tontamente desearía que ella hiciera una llamada breve de larga distancia solo para estar seguro. Pero sé que debe ser así ¿verdad? Pienso que tantas personas no pueden estar equivocadas todas al mismo tiempo.



El tiempo es una gran medicina y sólo con el tiempo encuentras cierta resignación y calma. Es la misma calma que necesitas para reflexionar y aceptar esas ciertas cosas que no puedes entender. Uno nunca pasa el tiempo suficiente junto a la gente que se quiere. Son muchas las razones, el trabajo, la escuela, la universidad, el matrimonio, los sueños. Son nuestras circunstancias individuales que condicionan nuestras vidas por completo.

De pronto un día terminan por gobernar nuestras vidas. Haces todo por consentirlas y no adviertes que la vida sigue su marcha sin prisa y tú estás dejándola pasar. “Lo siento, no puedo estar por siempre contigo. No ves que debo trabajar duro y así hacerme de eso que tanto quiero. No importa que tenga que abandonarte por un momento. No importa que tenga que ir hasta el final del mundo a conseguirlo. Lo haré porque sólo así seré feliz...Solo espera un poco...yo regreso luego” ¿Te suena familiar?



La vida se escapa por nuestros poros. Y sentado aquí pienso frustrado en todos los momentos inútiles que viví equivocado esforzándome por alcanzar una meta que me espera lejano. Y que “sólo cuando la alcanzara sería feliz, estaría realizado y mi vida habría tenido sentido”. Qué tonto fui entonces pues no había advertido que la felicidad con la que tanto sueño no es en verdad una meta que espera al final de un tortuoso camino sino que la felicidad es el camino mismo que debemos recorrer con tesón en cada recodo, atajo o desvío.





Y ¡vamos! No estoy diciéndote con esto que esté mal que nos inventemos un sueño y que luchemos por alcanzarlo. ¡Para nada! Es solo que creo que deberíamos llevar una brújula en el camino para nunca perder la dirección. Para que nunca olvides que antes que nada debes vivir. Hazlo mientras sientas un respiro en tu interior. Es tan fácil confundirse en este inmenso mar.



Hace mucho que no sé de ti. No quisiera pensar que un día nos tome por sorpresa la partida y sintamos que hemos dejado atrás tantos asuntos pendientes, por eso hoy que te escribo aprovecho para decirte que te quiero, que soy afortunado porque tú estás conmigo aquí en la tierra mientras yo aún estoy.



Gracias por existir...

Texto agregado el 20-03-2012, y leído por 140 visitantes. (1 voto)


Lectores Opinan
20-03-2012 Lo que una persona hace aquí de bueno, lo continúa haciendo en la eternidad: Una mamá que se desvive por sus hijos, en el cielo sigue amándolos y orando por ellos, ya sin "desvivirse". Y allá nos espera a que concluyamos nuestra misión. simasima
 
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