Hoy me desperté y al abrir los ojos, me sentí un poco más niño, con la imaginación extendida más allá de los confines de mi cuarto, como si no hubiese terminado de soñar…
A mis pies, cerca de la cama, había un extraño desorden… Recordé la invasión de mosquitos y sancudos que sobrevolaban mi cabeza la noche anterior; En el suelo, muchos pares de alas esparcidas y pequeños cuerpecitos, diminutos se arrastraban sin rumbo en el piso… Al parecer anoche si hubo una batalla, entre sancudos y polillas, pero unas polillas extrañas, de alas largas y de troncos colorados; pero no eran polillas cualquieras, más bien frágiles y chiquititas…
Pero no tengo ningún asomo de picadura de sancudo, eso sí que es curioso por masque me examine, no hay ninguna herida, solo veo un puñado de polillas sin alas, como los restos de una batalla abierta, en vez de plumas, muchas alas dispersas… Yo me pregunto… ¿de la gran batalla aérea, habrán dado paso a la infantería? ¿O será que los bichitos están cambiados de estrategia?

Me resulta intrigante saber que preparan, mientras yo duermo...