Placer. -¡Oh, si!- lleno de aullidos.
De sombras con dedos sibilinos
que emergen de mi piel,-como robando-.

Placer que de ti nace y se hace mío
allí donde te encuentro más desnudo,
en el abandono ciego a mi oleaje.

Tu rítmico amor me vuelve junco y me cimbrea.
Se descubre captor y me esparce
como siembra feliz en tus caderas.

Placer bañado en la espuma sedosa
que nace del amor y de la entrega.
Réquiem por el fénix que entre llamas ha nacido
y entre llamas muere.
Blanco manantial que viertes como vino
y me desborda.

Lacia, se duerme mi victoria
al pronunciar el placer todos tus nombres.
Y viene a posarse una paloma
en el nido procaz que hay en mi vientre.