“Amor no estoy seguro de que deban ir tan pronto con mi madre” “Tranquilo cariño, las niñas y yo estaremos bien… el que me preocupa eres tu ¿vas a estar bien?” “Creo que soportare una semana sin ustedes, vayan con cuidado”. Roger supo que era un sueño, y solo se levanto con la misma frase desde hace una semana [y ya pasaron tres] dijo mirando hacia el techo de aquel cuarto de motel; aquel techo estaba casi tan desgarrado como el, tomo una bocanada grande de aire y la soltó sin dejar de mirar las fisuras, suspiro tanto que pensó que el espíritu se le salía del cuerpo
« ring ring» sonó su teléfono celular pero el seguía sumergido en sus pensamientos «ring ring» ….. «ring ring»…… «ring ring» «deje su mensaje después del tono…» «pip» ( detective, debería de ser mas considerado y estar donde su deber lo llama… volvió a atacar, esta vez es el distrito 3 con todo respeto; si no tiene valor de venir acá por su cuenta tal vez deba hacerlo por su esposa). Se puso de pie agarro una botella de ron que tenia al lado de la cama, tomo un sorbo, de repente escucho una voz “Te amo”… volvió a tomar otro sorbo, escupió hacia al piso y lanzo la botella contra la pared… se agacho de espalda contra la pared… «toc toc toc » sonó la puerta…
- ¿Si?- interrogo
-Soy tomas, joven ¿se encuentra bien? Su vecino de al lado dijo que oyó golpes-
-¿Joven? –
-No se preocupe, tan solo me resbale y caí-

Tomo su billetera y su saco de cuero de segunda mano, cerro con llave el cuarto miro hacia la izquierda del estrecho pasillo y vio que una señora gorda saco la cabeza y lo miro, era su vecina… (vieja loca) pensó, camino mirando el tapiz rojo ya desgastado, bajo las gradas y fue hacia a la ventanilla de administración:
-Tomas, tomas- toco la puerta
-¿Tomas estas ahí?- salió una sombra casi cayéndose, era alguien adulto sin duda de 70 años o mas
-Tomas, por fin abre tome las llaves del cuarto… y esto por las molestias de la limpieza- metió su mano al bolsillo y saco 5 dólares
-¿No volverá a la noche?-
- lo dudo-
-Joven, se que no me incumbe pero déjeme darle un consejo… cuando este mal, no trate de sentirse peor así solo alejara a los que lo quieren-
-Bonita cosa… tal vez deba guardárselas para otra persona-

Todo estaba empapado, según parecía llovería otra vez (Que bonito inicio de semana) pensó como un sarcasmo… llamo a un taxi y le pidió que lo llevara hasta el distrito 3 afueras de la cuidad, tomo un cigarrillo de su bolsillo y un encendedor. Como un cuerpo sin alma paso los siguientes 30 minutos mirando por la ventana empapada por la llovizna que había empezado a caer.
-¿Conoce la calle 21?- le pregunto al conductor
-Si señor ¿quiere que lo deje en la entrada?-
-Si- dijo mientras le alcanzaba un billete de 50 dólares
-Quédese con el vuelto-

Bajo del taxi y camino por en frente de 4 edificios de clase media… ya a pocos metros en una extensión de tierra una granja, había muchos policías (mierda) pensó.
-Y bien que tenemos aquí- pregunto parándose en una patrulla
- ¡SE PUEDE SABER EN QUE CARAJO PIENSA DETECTIVE!- una mujer con un traje bastante llamativo como para ser policía se paro en frente de el
-¡un asesino anda suelto y usted se dedica a recorrer los bares como un coyote sediento!-
-Cálmese detective nadia- le dijo
-Es obvio que no puedo dejar nada en manos de una novata- le dijo casi riendo
Avanzo hacia la casucha, antes de entrar otro policía lo detuvo
-Amigo tal vez no debas entrar, deberías dejar el caso- era miguel uno de sus amigos con el cual había cursado la academia
-Tranquilo es mi caso y se que puedo manejarlo- le dijo
-Pero esto es diferente entiende- volvió a insistir
-Eres su niñera o que, deja que lo vea tal vez así reaccione- volvió a hablar la mujer
Entro con un nudo en la garganta… vio el lugar un piso rasposo de tierra muy maloliente subió la mirada y vio una mesa de madera llena de sangre en el centro de la casa, al lado una chimenea hecha de ladrillos. Se acerco a la mesa aun con la mirada baja cuando escucho el ruido de algo goteando a su espalda, se agacho y vio que era sangre… el cuarto estaba un poco oscuro y el ambiente nublado no ayudaba en mucho, subió la mirada vio que eran 3 cuerpos clavados con estacas por el cuello totalmente mutiladas, subió aun más la mirada se quedo helado, sin duda estaba oscuro pero ¿acaso un padre no puede reconoces a sus hijas?
-¡HIJO DE PERRA!- grito con todas las fuerzas que aún le quedaban
-¡NOO MIS HIJAS NO!!!- llorando trato de bajarlas de las estacas en las cuales estaban clavadas, todos los policías trataron de sujetarlo
-¡cálmate, es una escena del crimen, mancharas posibles pistas!- le dijo miguel
-¡NO NO NO NO, DIOS PORQUE PORQUE!!!!- seguía tratando de bajarlas
«pam!» sono la madera rompiéndose sobre la cabeza de roger
-QUE CARAJOS TE PASA NADIA PUDISTE HABERLO MATADO-
-No veo la diferencia, como estaba el se lo hubiera hecho- soltó el trozo de madera
-Díganles a esos ineptos de que no quiero cámaras cerca- dijo nadia a los demás policías.

Pasaron 5 minutos para que roger recobrara la conciencia
-¿Dónde esta amanda?- pregunto
-No lo sabemos, esta madrugada llamaron los vecinos diciendo que oyeron gritos durante toda la noche… para cuando llegamos solo encontramos esto- dijo miguel
-Fue el ¿verdad?- increpo
-Quiere llamar tu atención-
-Pues ya la tiene-
-Seguro que puedes manejarlo ¿cierto?- dijo nadia
-Solo hasta que lo encuentre, y gracias… nadia- contesto roger
-Solo espero no tener que volver a hacerlo- dijo nadia mientras salía de la casa.

Roger de repente paso de una cabaña a un bosque a unos kilómetros del distrito 3 sujetando un arma, y tratando de encontrar un cigarrillo en su bolsillo… lo necesitaba
-Roger puedes concentrarte ¿puedes?- le dijo el capitán Samuel
-Tranquilo capitán llevo esperando esto por mucho tiempo- contesto
-Debe ser capturado roger espero lo recuerdes- dijo el capitán
-Lo mismo espero- dijo
Aquella persona era un asesino en serie, pero también era uno de los contactos más importantes de un capo de la droga de esa región, ellos lo necesitaban vivo, pero roger lo necesitaba de rodillas implorando por su vida… pero volvió a escuchar aquella voz que empezó desde el incidente de la cabaña pero ahora era más insistente:
“No me dejes”
“Por favor… ayúdame”.