Treinta y tres largos años han pasado desde el ataque al pentágono y las torres gemelas. Treinta y tres largos años desde que el primer noticiero ateo de los estados unidos descubriera el auto-ataque de las fuerzas armadas para iniciar una guerra contra Arabia Saudita. Treinta y tres años desde la caída de los gobiernos laicos y el inicio de los regímenes ateos.

El odio hacia las religiones se ha expandido casi por todo el mundo, el vaticano es una trinchera y el islam muere en sus fronteras ante el poder de Zot, el líder totalitario del régimen ateo. Y por mientras, en el interior de uno de los países herejes, dos hombres jugaban cartas a la par de un debate religioso.

- La conclusión final, Jack, es que Dios no existe y punto - termina uno de los hombres. - la creencia vivencial no se puede tomar como una explicación a el porque la gente que cree tiene razón, cualquier persona puede alucinar.

- Si, tú estas alucinando que estamos jugando cartas y me dices esto, ¿No? - respondía Jack, el otro hombre - no puedes decir eso así como así, de verdad que el gobierno le ha lavado la cabeza a la gente.

- ¿Y la religión no? - gritó molesto el hombre.

En ese momento tocaron la puerta, el compañero de Jack rápidamente se acercó y abrió con una sonrisa, lo siguiente en oírse fue el gatillo y la explosión que empujo la bala hacia su cabeza.

- Este no es, ¡busquen a ese maldito creyente! - decía un hombre de traje.

Varios hombres entraban apuntando a cada sector de la casa, Jack había desaparecido.