POR NO MORIR ASÍ…
Hay más de mil maneras absurdas de morir, (un programa de televisión recrea muchas).
Así tanto muere un cuidadoso de su vida como un desaprensivo, un rico en su mansión como un pobre, un ignoto como un famoso en la cima de su gloria.
Lo digo porque cuando supe cómo murió Antonio Berni quedé traumatizado...
Este extraordinario artista plástico argentino (nacido en mi Rosario querido)pintor, grabador, dibujante, muralista e ilustrador que en 1954, en plena dictadura militar, pudo crear la corriente llamada “Realismo social”, que sus óleos impresionaron en selectas galerías de Latinoamérica y Europa, en los murales públicos de cada estación del subte de Buenos Aires, no debió haber encontrado su fin atragantándose con un huesillo de pollo…
Me resulta inconcebible esta manera tan burda y antiestética para alguien de esa expresiva sensibilidad y fuerte compromiso político. No fue digna.
De tal modo que en ese fatídico 13 de octubre de 1981, por lo mucho que me gusta el pollo asado, abandoné ese curso de pintura que con tantas ilusiones había comenzado...