EL HOMBRE DE GRIS

Jerry, un hombre de unos cuarenta años algo ajado y triste, huérfano de padre y madre desde pequeño, vivió siempre con los abuelos los que murieron de viejos cuando tenía 18 algo joven para empezar una vida solo y sin mayores estudios, ahora cansado de la rutina diaria, subía al tejado de su casa, heredada de sus abuelos, este ritual lo hacia todos los miércoles para relajarse y olvidarse de sus tristezas, era su costumbre desde hacía unos diez años, daban más o menos las tres de la tarde, desde allí podía observar el universo de pensamientos que se mecían dentro de sí, como aquellos días en los que era joven y tenía tantos sueños por realizar y que ahora parecían tan lejanos ya que no se hicieron realidad, quizá la soledad al morir sus abuelos a la que se acostumbró sin un solo reclamo a la vida , lo llevo ahora a ser un ser triste, el olvido era el mejor paso para dar, el cielo y el sol lo inspiraban y entraba en ese mundo de sueños del que hizo su propia realidad y miércoles tras miércoles subía a ensanchar y a disfrutar de él.
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Ya había perdido la cuenta de cuantas veces lo había hecho, ese día llego como siempre apesadumbrado , subió a recobrar su libertad esa que le robaba la rutina, era como estar completamente absorto y aunque su realidad era otra, recurriendo a sus sentimientos más profundos, respiro hondo ilumino su espíritu y su corazón, se sintió grande y poderoso feliz quizá aunque fuese por un momento, era un día especial sin duda sintió gran coraje, miro a su alrededor y observo con asombro a alguien más, era un ser extraño de vestiduras grises y luz propia que lo invitaba a su mundo, Jerry accedió, increíblemente encontró que en aquel mundo todos Vivian sobre los tejados y dejo escapar una lánguida sonrisa, le pareció un poco extraño, empezó a saltarlos uno a uno sentía el viento en su cara, hasta que cayo.

Jerry entonces volvió a la realidad colgaba de un mástil de bandera, recobro el aliento y en una lucha con si mismo salto, pensó que si llegaba ileso al final sería como aquel hombre extraño, en ese mismo instante sintió elevarse como él siempre lo soñó, esto fue su máximo logro el tejado de su casa era como su máxima expresión, ir más allá significaría la vida eterna , caer significaría el fracaso, y entonces pudo de nuevo observar aquel hombre extraño vestido de gris que al desplegar sus alas ahora parecía más dorado y brillante que nunca, este le tendía la mano y por segunda vez lo invitaba a que lo siguiera, Jerry la acepto, experimento seguridad, estabilidad, tal vez aquel hombre era algo así como su salvador, empezó a sentir gran seguridad y un sentimiento de amor indescriptible que lo impulso a empezar una vida completamente diferente , era lo que quería, salir de su rutina, ser un líder un guía.

Había pasado algún tiempo desde aquel suceso en que su vida cambio completamente, no recordaba cuantos años, pero parecía más joven que nunca, él era ahora el que bestia de gris el que tendía la mano a quien quería subir, al que quería cambiar, él era el ser extraño y fuerte para unos, el yo interior para otros. Jerry se convirtió en el hombre de gris que le brindaba esperanzas amor y felicidad y el que al desplegar sus alas doradas y brillantes, ayudaba a muchos a encontrar esa felicidad negada extrañamente quizá por ellos mismos.